Conferencia de Antonio Celia sobre el liderazgo en el Caribe

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Antonio Celia, durante su presentación en el marco de Cátedra Barranquilla.

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30 ago 2018

Hablar de los retos que debemos enfrentar en la región Caribe y el país, y las claves para ser un gran líder fueron los objetivos de la conferencia “Liderazgo del Caribe hacia el mundo”, a cargo de Antonio Celia, presidente de Promigas, en el marco de Cátedra Barranquilla y del Caribe, el viernes, 24 de agosto, organizado por Bienestar Universitario.

Para Celia, los jóvenes están "viviendo la mejor época de la humanidad", siendo testigos del progreso y desarrollo. “La noción del desarrollo es una noción enmarcada en un proceso histórico que toma tiempo, y la visión de los historiadores y la noción de la historia es distinta, pero por donde uno lo mire Colombia es mejor que hace 20 años”, afirmó.

El conferencista hizo un breve recorrido por los retos que tiene Colombia en distintos temas, como la desigualdad, la cual ha ido mitigándose los últimos diez años. Según el experto, una de las razones de la desigualdad tiene que ver con los veintidós millones de asalariados en el país, del cual solo un millón ochocientas personas pagan impuestos. “ La desigualdad en Colombia es un problema y solamente hay dos maneras de cerrarla: con impuestos y con gastos sociales, y en ambos casos no hemos sido nada exitosos”, dijo.

Enfatizó en que la economía de mercado producirá muchas más desigualdades, teniendo en cuenta que cada individuo es diferente, por lo que se "debe trabajar en la igualdad desde la infancia para que ellos jueguen un papel de transformadores de un país y un mundo mejor".

“Importa mucho más la igualdad de oportunidades. La educación es inclusión, es movilidad social, hace libre a la gente, hace elegir mejor, fortalece la democracia, pero sobre todo la educación es lo que permite que la gente haga lo que valora. Esa es la noción de desarrollo”, argumentó Celia.

Desde su experiencia laboral dio algunas claves para los estudiantes que quieren apuntarle a ser líderes, entre ellas, descubrir tempranamente las vocaciones, tener la capacidad de convencer al público con argumentos propios y respaldados, ser innovadores y pensadores, no tenerle miedo al error, tener disciplina, pero ante todo ser buenas personas y profesionales.

“Si quieren ser empresarios, sean empresarios, pero si quieren ser poetas sean poetas, la felicidad está ligada a hacer lo que a uno le gusta en la vida, pero tengan en cuenta que el pasaporte de la vida es la educación”, concluyó.

Por Laura Hernández

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