Construyendo paz en la población rural desde la academia

El Centro de Pensamiento UNCaribe, en cumplimiento de su misión investigativa y pedagógica, viene impulsando dos proyectos que contribuyen a la construcción de paz eficiente, por medio de talleres de formación ciudadana, dirigidos a la población civil de las zonas rurales afectadas por el conflicto armado en la región, y un seguimiento a sus dinámicas.

Luis Trejos, profesor de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, y director del centro de pensamiento, explicó que, en aras de lograr una “construcción de paz eficaz”, se debe fortalecer la sociedad civil rural lesionada por la violencia, pues han detectado dentro de sus necesidades la elaboración y formulación de proyectos para la gestión de recursos, el aprender a interactuar con la administración y redactar acciones constitucionales, como la tutela y los derechos de petición.  

“Desde el proyecto ‘Más Ciudadanía Rural’ empezamos a realizar talleres de formación ciudadana para entregar competencias ciudadanas a excombatientes de las FARC y empoderando a la juntas de acción comunal (JAC), haciendo mucho más eficiente su gestión ante las administraciones locales, de cara a que su actividad social y política se traduzca en desarrollo local”, explicó Trejos.

Él y su grupo de trabajo han laborado en zonas rurales de Fonseca (La Guajira), La Paz, Manaure (Cesar), la Serranía del Perijá y de la Ciénaga (Magdalena), además de cuatro corregimientos específicos: Palmor, San Javier, San Pedro y Siberia. Cerca de quince profesores de la división de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales han interactuado con aproximadamente 300 personas de estos territorios, que hoy hacen esfuerzos por construir paz desde lo local.

“Lo primero que hacemos es una fase diagnóstica. Junto con el profesor Ángel Tuirán y la profesora Paola García realizamos unas visitas previas, en la que nos reunimos con los actores más importantes del territorio, pero tratando de detectar los liderazgos sociales y con ellos se construye una agenda de necesidades en cuanto a capacitación”, afirmó Trejos.

Sobre esa agenda trabajan los talleres prácticos con las juntas de acción comunal, desplazándose hasta las zonas rurales los sábados y eventualmente los domingos. Estos laboratorios de pensamiento tienen una duración aproximada de 36 horas y en el segundo semestre esperan realizar una evaluación por capacitación.

“Dentro del acompañamiento que estamos realizando en los territorios se destaca el apoyo a la formulación de los planes de desarrollo, con enfoque territorial. Hemos tratado de apoyar la planeación de su territorio con un horizonte temporal de diez años”, agregó.

Dinámicas del conflicto

Un Caribe también viene gestionando el Observatorio de las Dinámicas del Conflicto Armado, con el que realiza un seguimiento sistemático a los hechos que genera la confrontación armada en la región.

“Es importante que se tejan estas iniciativas desde la academia porque hay que entender que una de las misiones de la universidad son sus actividades de extensión, y una de las formas de impactar en el Caribe es interactuando y apoyando a las comunidades. Mostrándoles rutas para que aprendan a satisfacer sus necesidades y resolver sus problemas”, señaló.

El observatorio cubre los ocho departamentos del Caribe, pero la tendencia de trabajo de este año ha arrojado que la violencia armada se concentra en los sures de los departamentos de Cesar, Bolívar y Córdoba. A través de informes mensuales Un Caribe construye documentos de trabajo, donde se establece un análisis cualitativo de las cifras.

Por José Luis Rodríguez R.