Continúa alza de hurtos en Barranquilla: Observatorio de Seguridad Ciudadana

El segundo informe del Observatorio de Seguridad Ciudadana, esfuerzo conjunto entre la Universidad del Norte, Probarranquilla, Amcham, Cámara de Comercio y Fundesarrollo, fue presentado el 10 de marzo en el Restaurante 1966.

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Janiel Melamed, director del Observatorio de Seguridad Ciudadana, presentó el informe en el restaurante 1966.

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11 mar 2020

El segundo informe del Observatorio de Seguridad Ciudadana, esfuerzo conjunto entre la Universidad del Norte, Probarranquilla, Amcham, Cámara de Comercio y Fundesarrollo, fue presentado el 10 de marzo en el Restaurante 1966, en aras de analizar información relacionada con los índices de violencia y criminalidad en Barranquilla y su área Metropolitana. De esta forma, volver a informar a la ciudadanía sobre la evolución en el tiempo de comportamientos delictivos y estar en capacidad de realizar un acompañamiento oportuno a los tomadores de decisiones y autoridades competentes.

Para recopilar la información utilizaron las bases de datos de la Policía y el Instituto de Medicina Legal. El informe se centra en seis delitos: hurto a personas y comercios, lesiones personales, violencia intrafamiliar, homicidios y delitos sexuales. Janiel Melamed Visbal, profesor del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, y coordinador del Observatorio, señaló que este informe, que recopila los indicadores para el segundo semestre de 2019, muestra unos resultados ambivalentes: positivos en unos casos y preocupantes en otros. 

En cuanto al homicidio, se reflejó una disminución de 22 casos (13.3%) frente al segundo semestre de 2018. No obstante, Melamed anotó que no deja de ser un asunto que merezca todavía la atención de las respectivas autoridades, a partir del hecho que para 2019 Barranquilla tuvo una tasa de 25 homicidios por cada 100.000 habitantes. “Si nos remitimos a la literatura especializada de las mediciones recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, cuando se pasan de 10 casos por cada 100.000 estamos en presencia de un sistema de violencia endémico”, dijo. 

Otro de los indicadores que presentó una reducción significativa (38.1%) fue el hurto a comercios, que pasó de 1146 a 709 casos reportados en el segundo semestre. En cada uno de los meses se presentó una disminución y la mejora fue especialmente marcada en diciembre, cuando tuvo una variación porcentual de 54.7%. Melamed atribuyó esta situación a medidas de autocuidado efectivas tanto pasivas (cámaras y botones de pánico), como activas (personal de seguridad). 

En el hurto a personas, los estadísticas muestran que cada mes entre julio y diciembre de 2019 hubo ascenso en este delito. En total se presentaron 715 (15.4%) más que el año anterior. Contrario a lo visto en los comercios, en diciembre, hubo un ascenso de 56.9% de hurtos a personas. Según reportes de la policía, el 47% de los ladrones empuñaba un arma de fuego. 

Melamed marcó que desde 2017, cuando se posibilitó denunciar de manera virtual los hurtos, ha habido un alza importante en los casos y esto es una evidencia de que había un subregistro de casos en el Área Metropolitana de Barranquilla. En el informe se refleja que entre los años 2014 y 2016, las cifras oscilaban entre los 4.000 y los 5.000 casos, mientras que en el 2019 se presentaron un total de 10.786 hurtos a personas. 

En cuanto a delitos sexuales, hubo un alza de 21.9% de casos reportados para un total de 418. “Históricamente hemos podido ver a partir del análisis del primer semestre de 2019 que hay una marcada tendencia creciente tanto a nivel semestral como anualizado”, dijo el director del Observatorio. Se halló que el 86,8% de las víctimas mujeres son menores de 20 años, mientras que en los hombres el 55.6% de los afectados son menores de 10 años. 

Violencia intrafamiliar fue una de las áreas más preocupantes del estudio puesto que aumentó en un 16.1%. En cinco de los seis meses del segundo semestre se vio una tendencia a la alza, sólo en diciembre se presentó una variación positiva de seis casos menos frente al mismo periodo de 2018. 

Este delito es de mayor ocurrencia los fines de semana, especialmente los domingos, día en que se reportan el 21% de los casos. Entre la medianoche y las tres de la mañana se presentan el 21.8% de los casos. La situación es especialmente delicada en Malambo, que tuvo una alta participación en la estadística aun cuando posee una población reducida con respecto a otras localidades del área metropolitana. 

En el tema de lesiones personales, los resultados muestran que hubo una disminución del registro de 2033 casos en el segundo semestre de 2018 a 1848 este año (-9.1%).  El 43% de las lesiones ocurren entre el domingo y el lunes, y el horario de más ocurrencia es entre las 6 y las 9 de la noche (19.3%). 

Se presentó una reducción en el segundo semestre, el docente marcó que al ver el comportamiento anual, el delito viene en ascenso desde 2017, cuando hubo 3.531 frente a los 4.039 totales que se registraron en 2019. Los barrios en los que se presentaron el mayor número de casos de lesiones personales fueron el Bosque, Rebolo, 7 de Abril, Santo Domingo y Carrizal. En estos mismos barrios también se presentó la mayor incidencia de violencia intrafamiliar y de homicidios por lo que se recomendó desde el observatorio focalizar estas comunidades desde las capacidades de acción que tiene la administración pública y autoridades. 

De acuerdo con Kelina Puche, directora de Fundesarrollo, este informe es una respuesta a las preocupaciones que tienen tanto los ciudadanos como el sector empresarial por la seguridad, que se ha mostrado en reportes como Barranquilla cómo vamos, o sondeos internos de afiliados a ProBarranquilla. 

En este sentido la iniciativa sirve para visibilizar la evolución de cada uno de los distintos delitos que suceden e Informar a la ciudadanía de cómo y en qué barrios se están desarrollando, cuál es el perfil de las víctimas y victimarios para tomar decisiones informadas “no sólo desde la política pública o las autoridades gubernamentales, sino también la ciudadanía, y que sepamos de qué manera podemos generar actividades de autocuidado y prevención”. 

 

Por Leonardo Carvajalino

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