Cuatro anécdotas de nuestros bibliotecarios para celebrar su día

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23 abr 2020

El Día del Bibliotecario se celebra en Colombia cada 23 de abril, desde que fue aprobado por la Asociación Colombiana de Bibliotecarios en el año 1958, para rendir un homenaje a quienes realizan una labor destacada que actualmente va más allá de custodiar los libros. Hoy el bibliotecario interactúa de manera cercana con los usuarios, los acompaña y orienta en la búsqueda de información, en las actividades de formación y de investigación. Por eso queremos conmemorar su labor y su lado más humano con cuatro anécdotas relatadas por bibliotecarios Uninorte. ¡Gracias por su significativa labor con la promoción y el desarrollo del conocimiento!

 

Un libro para superar la adversidad

“Una noche mientras realizaba una ronda en el piso, noté que en una mesa se encontraba una estudiante sola frente a su pc, lloraba en silencio. Al acercarme le pregunté:

-Hola, ¿qué tienes?, ¿te puedo ayudar en algo?

Secándose un poco los ojos, me dijo no. - No es nada, gracias.

-¿En serio (insistí)?, tal vez te pueda ayudar o te puedo aconsejar.

-(Me miró con gesto de desconfianza) Es algo personal.

-Está bien (asentí), bueno, en ese caso, qué tal si te recomiendo un libro. Tal vez al leerlo te sientas un poco mejor, no ahora, pero te lo llevas y lo lees en la casa, con tranquilidad. Pero te aseguro que en algo te va a ayudar.

-(Me miraba dudosa) Está bien (asintió).

La invité hasta donde estaba el libro, lo ojeó un poco y se lo llevó prestado.

Varias semanas después, mientras hacía rondas en el piso,  se me acercó de frente y me entregó el libro en las manos. Esta vez ya no había tristeza en su rostro, por el contrario, lucía sonriente (como alguien que ha encontrado algo perdido).

-¿Lo leíste? (Le pregunté).

-Sí. (Contestó con seguridad). Gracias. “Lo que arruina la vida no es un acontecimiento sino la interpretación que se le da”. Lo tendré mucho en cuenta, gracias por el libro.

Me sorprendí y reí entusiasmado, y es que es un fragmento exacto del libro que le recomendé: Volar sobre el Pantano de Carlos Cuauhtémoc Sánchez.

En realidad, nunca supe porque lloró aquella noche, pero sé que algo aprendió, como también estoy convencido de que los libros tienen el poder de cambiar la forma, la perspectiva de la vida, un consejo o una frase, a veces se sufre por ignorancia y ellos pueden hacerte tomar mejores decisiones contigo mismo y superar la adversidad”.

Por Yasser Carmona, auxiliar de Biblioteca

 

Un sueño cumplido

"No me van a creer, pero antes de estar en la Biblioteca de Uninorte,  yo soñé alguna vez trabajar en una. Aunque por aquel entonces me la imaginaba diferente: tenía una idea en parte muy fantasiosa. Era la única persona que sabía dónde estaba cada libro o documento, no había software, computadoras, Kindles y menos bases de datos electrónicas. Por aquel entonces ni siquiera sabía que había una profesión relacionada con el mundo de las bibliotecas y los archivos. Hoy me parece asombroso estar acá, ser una bibliotecaria de oficio y de profesión. Aquí encontré mi verdadera vocación. Ése sueño me condujo justo a donde mi destino me estaba esperando y estoy profundamente agradecida por ello".

Por Ana Milena Posada, asistente de Colecciones Especiales

 

Una sorpresa inolvidable

“El 19 de noviembre de 2014, el día de mi cumpleaños, en la biblioteca médica un grupo de estudiantes de Medicina muy cercano (Luisana Molina, Telma Barros, Martha Bonett, Kevin Mora, Jorge Montes, Jannia Montes, Steicy Huertas, Adriana Jiménez Cotes) me hicieron creer que se les había olvidado y ninguno me felicitó, pero la gran sorpresa fue que cuando ya iba a cerrar, una de ellas entró con la excusa de prestar un libro y al instante entraron los demás con una torta cantando la canción del cumpleaños, fue un hermoso detalle de parte de ellos y un momento inolvidable que guardo en mi corazón”.

Por Isela Crespo, supervisor de Biblioteca HUN

 

Asesoría en ‘Spanglish’

“Cierta noche me encontraba realizando el cierre de mi piso, cuando de repente se me acerca un muchacho alto, de tez blanca, ojos azules y cabello rubio; el típico estilo “gringo”. Se ubicó frente al mostrador, me miraba, pero no decía nada. Me dije a mí mismo: "mínimo habla inglés o alemán, ¿y ahora qué hago?

Luego el joven dijo: "Stephen King, quiero leer Stephen King"

Con mi inglés, o tal vez mi Spanglish, le respondí: Yes, I take you to the Stephen King's collection. Caminé delante de él y le dije: Follow me.... Él me miraba y se reía, pensé " me entendió, me sirvió el curso que hice".

Cuando llegamos a la sección de la obra de King, seguí con mi “Spanglish”. Él se ríe a carcajadas y me dice: ¿Estás practicando tu inglés? Háblame normal que yo soy más costeño que tú...

Me dio un ataque de risa, me puse pálido y me quería desaparecer. El muchacho me dijo: " Fresco flaco, todo bien, pero bacano que de vez en cuando digas frases en inglés".

Por Alexander Boss, auxiliar de la Biblioteca

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