Desafío, motivación e inclusión: dimensiones para un ambiente adecuado de aprendizaje

Luego de 50 años de investigaciones en torno a procesos de aprendizaje y enseñanza, Michele DiPietro y otros cuatro académicos estadounidenses, colegas suyos en Carnegie Mellon University, escribieron el ‘bestseller’ Cómo funciona el aprendizaje (How Learning Works), publicado en 2010.

El libro, que el año pasado fue traducido al español por la Editorial de la Universidad del Norte, integra la teoría de disciplinas como la psicología cognitiva, la antropología, la demografía y el comportamiento organizacional, y las traslada a ejemplos y soluciones prácticas que enfrentan los educadores en el aula de clase.

Entre las páginas de la obra se encuentra el desarrollo de los siete principios que los autores establecieron para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes. Estos son: reconocer los conocimientos adquiridos previamente, la forma en que organizan sus conocimientos, los factores que los motivan, el desarrollo de su máximo potencial, el papel de las prácticas y la retroalimentación, el ambiente de clase y su desarrollo intelectual, y la capacidad de dirigir su propio aprendizaje.

DiPietro, director ejecutivo del Centro de Excelencia en Enseñanza y Aprendizaje de Kennesaw State University (Estados Unidos), habló con Grupo Prensa sobre el tema.

¿Cuáles son las condiciones sociales y emocionales ideales para crear un ambiente adecuado de aprendizaje?

Existen varias dimensiones. Primero de desafío, donde los estudiantes deben sentir que están siendo retados. Ni tanto para que se sientan abrumados o piensen que es imposible lograrlo, ni tan poco para que se aburran y no quieran intentarlo. Los profesores necesitan desarrollar un sentido extra para identificar el nivel correcto para cada etapa de la vida.

Segundo, la motivación. Los profesores deben crear estrategias que despierten la curiosidad de sus alumnos, utilizando materiales llamativos en los salones de clase que los conecte con los procesos que están desarrollando. Y tercero la inclusión. El salón de clases debe ser un espacio donde no se excluya a nadie por su raza, género, condición social, conocimiento u otro factor. Los estudiantes deben ser tenidos en cuenta, ya que todo el mundo puede aprender con el soporte correcto y oportuno.

¿Qué recomendaciones tiene para los padres de familia y profesores en ese proceso?

Los padres pueden tener un rol de soporte, tanto en los momentos buenos como en los otros donde sus hijos se sienten frustrados. Deben animarlos y decirles que no son los únicos, que todo es ganancia, que es un proceso natural y que todo pasará. También es importante que les permitan ser autónomos para que aprendan por sí solos y no hacerles las tareas. Los profesores tienen como objetivo hacer que sus estudiantes desarrollen su pensamiento, que sean independientes y enseñarles habilidades que les ayuden a ser mejores, ya que en la escuela tradicional no los preparamos para que desarrollen ciertas capacidades sino que nos centramos en el contenido.

¿Cómo ve la situación actual de la educación?

Hoy en día hay muchos avances que nos dan la oportunidad de conocer mejor aspectos como el funcionamiento de la mente, el cual podemos usar para crear ambientes de aprendizaje que conduzcan a la memorización y al entendimiento. Además, contamos con la tecnología, una herramienta de la que podemos hacer uso a través de aplicaciones que facilitan una formación activa. Sin embargo, debemos cuestionarnos sobre la utilización de los recursos, ya que el peor escenario en el que nos podríamos encontrar es que estos aparatos nos lleven a la fatiga y a no entender verdaderamente la finalidad para lo que fueron creados.

Michele DiPietro, también profesor del departamento de Estadística de Kennesaw, será el conferencista central del segundo Encuentro Latinoamericano de Enseñanza-Aprendizaje en Educación Superior, que tiene por lema: Hablemos de pequeños cambios, grandes transformaciones. El evento organizado por el Centro para la Excelencia Docente (CEDU),
en el marco del diplomado en pedagogía universitaria se desarrollará el 28 y 29 de junio en la Universidad del Norte.

Por Carolina Galeano Campo