Desafíos y oportunidades para la seguridad del paciente en tiempos de crisis

Durante el VII Seminario de Seguridad del Paciente, organizado por el HUN, la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, la Organización para la Excelencia de la Salud (OES) y FDF Consulting, los invitados abordaron el asunto desde el cambio de cultura y los procesos clínicos.

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El Dr. Arturo Rivera, integrante de FDF Consulting, durante su presentación.

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23 sep 2020

Durante el desarrollo de la pandemia de covid-19 ha quedado en evidencia situaciones que afectan al personal sanitario, no solo desde el punto de vista de la salud física sino también de orden emocional y de seguridad. Situaciones que imprimen un estrés adicional a la atención en salud, lo cual conlleva a mayor probabilidad de errores en la prestación del servicio y, por consiguiente, mayor preparación por parte de los centros de salud.

Durante el VII Seminario de Seguridad del Paciente, organizado el 17 de septiembre por el Hospital de la Universidad del Norte (HUN), la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, la Organización para la Excelencia de la Salud (OES) y el equipo consultor FDF Consulting, varios expertos abordaron los “desafíos y oportunidades en medio de la crisis” de covid-19.

“Hoy más que nunca la seguridad va en doble vía: nos cuidamos y te cuidamos. En toda crisis siempre hay una salida y desde nuestro hospital seguimos invitando a la promoción en la cultura de seguridad”, resaltó Deisy Schetini Castro, directora médica y líder de los procesos de seguridad del paciente del Hospital Universidad del Norte (HUN), durante la bienvenida a los conferencistas.

Sofía Rincón, directora de Gestión de Procesos Clínicos de la Organización para la Excelencia de la Salud, explicó que ante la crisis sanitaria las instituciones prestadoras tuvieron que adecuar sus protocolos y guías, ajustes rápidos a algo desconocido, mientras la comunidad aprendía a vivir aislada. En las instituciones cambió la cultura de autocuidado, con nuevos líderes que estuvieran en permanente contacto y evaluación de las condiciones de otros profesionales de la salud, para verificar el adecuado uso de equipos y herramientas de uso personal.

“Muchas instituciones ya tenían avanzado este tema de seguridad del paciente, pero la pandemia hizo que tomaran más fuerza y que las personas involucradas realmente sintieran la necesidad de adherirse a todas esas políticas. La seguridad del paciente es una de las dimensiones de la calidad que más está centrada en la persona”, señaló Rincón.

Muchas de las herramientas manejadas para la seguridad del paciente hoy también sirven para la atención centrada en la persona, por ejemplo, el desarrollo adecuado de la telemedicina y teleconsulta a través de la comunicación. La atención centrada en la persona es “un cuidado calificado, manejado y mejorado de forma continua, con la activa participación de los pacientes y su familias”, de tal manera que las integre con sus preferencias y resultados clínicos deseados.

“Una política actual de gestión de seguridad debe contener una gestión de elementos adversos, que es lo básico, debe tener la participación del paciente y la familia, su sistema de monitoreo y una medición de cultura proactiva, pero adicionalmente debe generar comportamientos dentro del equipo y las personas dentro del proceso de seguridad”, afirmó Arturo Rivera, médico cirujano, especialista en derecho médico e integrante de la firma de consultoría FDF Consulting.

Cuando se presenta el riesgo, gracias a la política de gestión de seguridad, se debe desencadenar una serie de acciones inmediatas que lo mitiguen. Las acciones deben ejecutarse de manera permanente, de tal forma que se convierta en un hábito y se refleje en el comportamiento de la institución. Para ello, es necesario una sensibilización del equipo del por qué es importante esas acciones, además de ejemplos por parte de los líderes.

“La metodología del paciente trazador permite evaluar de manera periódica y sistemática la calidad de la prestación, desde la ruta de atención, los tiempos utilizados y los atributos de calidad. Las organizaciones, mediante un instrumento objetivo, pueden evaluar las variables y los dominios de calidad que hayan priorizado para su mejora”, concluyó Nicolás Villegas, médico cirujano, magíster en efectividad clínica y gerente médico de la Clínica Bonnadona Prevenir.

Por José Luis Rodríguez R.

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