Educación, empleo y tecnología: un camino para la recuperación económica del país

Abordada desde una perspectiva económica, social y empresarial, el exministro de Hacienda, Rudolf Hommes; el presidente de AMX Colombia, Juan Carlos Archila y el rector de la Universidad del Norte, Adolfo Meisel, analizaron la coyuntura que afronta Colombia, tras más de 40 días de paro nacional, el nuevo pico de contagios de covid-19 y una senda de recuperación económica con enormes desafíos, en el marco de las charlas ‘ExpoProBarranquilla - De cara al futuro’.

Durante el coloquio, moderado el 9 de junio por Francisco Miranda, director del diario económico Portafolio, los panelistas desarrollaron sus argumentos desde diferentes variables, como tecnología, educación, capital humano, agricultura, entre otras, con las que concluyeron que es necesario desarrollar una nueva forma de interacción entre el sector privado y el público, para superar “un síndrome de desconfianza permanente”; pensar en el empleo en el corto plazo y focalizar la inversión pública “donde es más rentable social y económicamente”: la educación.

“En ausencia de respuestas y acciones preventivas, hay desigualdad, pobreza, miseria, desempleo excesivo e informalidad, estancamiento de la economía, descontento y conflicto social, inestabilidad y pérdida de confianza en la administración. Esto lo dije en un artículo antes del paro. Debimos haber sido mucho más proactivos en una política social y en presentar alternativas para salir de la pandemia y la crisis. Veo con preocupación mucha discusión sobre la cuestión fiscal, que es uno de los problemas a resolver, pero uno no puede discutir eso en ausencia de las políticas sociales que debemos afrontar”, señaló el economista Hommes.

El país afronta un aumento gigantesco de la deuda pública, casi 12 puntos del PIB. Para Hommes, el principal problema es el de productividad. “Todo el crecimiento que hemos tenido en las últimas de décadas ha venido por acumulación de capital y trabajo, y la contribución de la productividad ha sido negativa. Pero además, el gran rezago de Colombia reside en tecnología y conocimiento y su brecha con el mundo está creciendo. “Ese debería ser nuestro énfasis. Uso de herramientas TIC, innovación tecnológica, cerrar esa brecha”, puntualizó.

En ese sentido, Archila afirmó que Colombia está “desconectada”, un poco más del 50 % de los colombianos no tienen acceso a una conexión de internet de banda ancha. Que el conflicto del estado competidor y regulador generan distorsiones que han evitado que se realicen dichas inversiones tal y como lo evidencia un reporte de mayo de 2021 de la Comisión de regulación de Comunicaciones, que muestra que Claro es responsable de más del 50% de las inversiones del sector mientras que el segundo competidor invierte tan solo el 16%.

“Necesitamos mucha más inversión, que se dé en todo el territorio nacional por diferentes actores. Ese es un reclamo que hemos venido haciendo hace mucho tiempo. Hace un par de años el Departamento Nacional de Planeación dijo que para cerrar la brecha de conectividad del país se requieren más de 90 billones de pesos en un periodo de 5 años. La realidad hoy es que se invierten alrededor de 6 billones”, argumentó Archila.

Bajo este contexto, propueso que las inversiones en las TIC deben prioritariamente enfocarse para superar las profundas deficiencias en la educación en el país. Las TIC contribuirán en la generación del recurso humano capacitado y así aprovechar las oportunidades.

El rector Adolfo Meisel recordó algunos antecedentes de productividad del país, señalando que en el siglo IXX hubo “cero crecimiento de la productividad”, pero durante una primera mitad del siglo XX fue “excelente”. En 1910 el país tenía el 3% del mercado mundial cafetero y en 1950 casi el 20%.

“El crecimiento de la exportaciones cafeteras durante 40 años fue, más o menos, del 6.2 % anual en términos per cápita real. Eso permitió el despegue de Colombia, la industrialización, la urbanización, la transición demográfica, todas las cosas positivas que pasaron en el siglo XX. Agotado ese modelo, nos fuimos a uno basado en las exportaciones minero energéticas, donde no hemos redefinido una estrategia de crecimiento sólido, sostenible, no hemos invertido en capital humano”, indicó el rector.

De acuerdo con el economista, diversos estudios muestran que la inversión pública más rentable es la educación en el nivel básico.y primera infancia, y en nutrición. Este último, sobre todo, porque "la desnutrición es uno de los factores que impacta la productividad del país. Se requiere enfocarse sobre todo en potencializar al ser humano".

Resaltó también que se requiere infraestructuras físicas en educación porque sin duda afecta la calidad en la educación. “Las niñas, por ejemplo, abandonan la asistencia escolar cuando no encuentran baños aptos en los colegios, resalta estudio del Banco Mundial”.

“Tenemos que focalizar la inversión pública donde es más rentable social y económicamente, sin embargo invertimos donde no debemos. Tenemos un Estado altamente ineficiente, los niveles de corrupción han llegado a ser un freno a la eficiencia del gasto público, perjudicando  el crecimiento económico. Es necesario priorizar la lucha contra la corrupción”, concluyó el rector.

Por José Luis Rodríguez R.