El arte experimental de Mateo Rivano

El dibujo siempre ha sido la principal fuente de expresión para el artista plástico bogotano, Mateo Rivano, quien recuerda que siendo un niño destinaba buena parte de su tiempo a ilustrar las hazañas de piratas en altamar, o recrear en papel escenas de guerra. Ahora su arte es una explosión cultural y conceptual, una combinación experimental de técnicas, producto de su formación en la Escuela de Bellas Artes de Florencia, y de la influencia libre y constante de la música, la gráfica popular y el arte callejero.

Rivano fue uno de los artistas invitados al XII Carnaval Internacional de las Artes y, antes de verse con el público barranquillero el pasado domingo en La Cueva, participó de un conversatorio en la Universidad del Norte, el viernes 26 de enero, al que asistieron estudiantes del programa de Diseño Gráfico para escuchar sobre sus experiencias y la inspiración detrás de su trabajo. El evento fue moderado por Mark Betts, profesor de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño.

Sus orígenes en el arte fueron uno de los primeros temas de la conversación. Rivano contó que su primer acercamiento fue con la pintura, y creía que estudiando sus conceptos tendría las bases para poder llegar a otras formas de expresión gráfica como la ilustración, la animación o la fotografía; reconoce que el poder dibujar siempre ha sido su gran pasión. “Todo mi trabajo parte del dibujo, que luego empiezo a profundizar en otras técnicas para darle el acabado final, ya sea en acuarela o en óleo”, manifestó.

También se refirió a los artistas de distintos campos que incursionan en otras formas de creación gráfica, señalando que en la actualidad “el arte está abierto para recibir cualquier tipo de disciplina”. Resaltó entonces la importancia de mezclar y experimentar con diferentes técnicas y recursos, lo cual es algo que él mismo hace y que considera la clave de su arte. “Siempre hay que estar abierto a nuevas posibilidades. En mi caso la experimentación es la base fundamental de mi trabajo”, dijo.

Es precisamente por esa experimentación que las ilustraciones de Rivano resultan tan versátiles, moviéndose entre distintos estilos y técnicas, sin atarse a ninguno en particular. En el pasado él no sabía si esto era bueno o malo, (sus maestros en Florencia le decían que sin un estilo propio sería más difícil que lo reconocieran por sus obras), pero decidió confiar en su intuición, y como resultado ha logrado exponer su trabajo en galerías y murales nacionales e internacionales; también diseñó las portadas de músicos como Jorge Drexler y bandas del país como Frente Cumbiero y Onda Tropica, entre otras.

Es en este tipo de proyectos su gusto por el Caribe y por la música salen a flote, pero también se puede ver en ellos la influencia de la gráfica popular, la cual le atrae por estar “libre de prejuicios”, una sensación con la que trata de abordar su trabajo habitual.

Antes de finalizar, el bogotano respondió algunas preguntas de los estudiantes y dio consejos para aquellos momentos en lo que resulta difícil plasmar lo que se desea en un diseño.

“Creo que eso es cuestión de práctica, y por eso mi consejo es que siempre tengan una bitácora en el bolso, un lápiz y dibujen todo el tiempo, entre uno más dibuja es más sencillo representar las cosas. Si les gusta dibujar y sienten que ese es su manera de expresarse, háganlo siempre. Mientras ven una película dibujen lo que pasa en ella, o si están comiendo, ilustren lo que sienten al comer”, indicó Rivano.

Por María Margarita Mendoza.