“El concepto de justicia transicional no es una camisa talla única”: profesor Janiel Melamed

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El profesor Janiel Melamed (izquierda) y el profesor Ángel Tuirán (derecha) durante su presentación en El Heraldo.

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10 oct 2017

Este lunes, 9 de octubre, avanzó en las comisiones del Senado y de la Cámara la votación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la cual deberá, bajo el manto de la justicia transicional, esclarecer, juzgar y sancionar las violaciones a los derechos humanos y las infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH), que tuvieron lugar en razón del conflicto armado con las Farc.

En el marco de una capacitación sobre el tema para periodistas del periódico El Heraldo, el profesor Janiel Melamed, en compañía de Ángel Tuirán, ambos del departamento de Ciencia Política y Relaciones internacionales de la Universidad del Norte, explicó el contexto y los detalles de la iniciativa.

“En Colombia no nos inventamos el concepto de justicia transicional y no es una camisa talla única que a todo el mundo le queda. Viene desde hace rato y se ha aplicado en muchos escenarios, pero cada uno lo ha contextualizado a sus propias necesidades”, indicó.

Hay algunos académicos que hablan de una primera etapa de justicia transicional en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, en donde se aplicaron mecanismos distintos a los tradicionales. ¿Cuál era el modelo? Un castigo que equiparara la conducta (la horca).  

Otro momento: las dictaduras que ponían en tela de juicio los dictámenes democráticos. Allí se aplicó distinto la justicia, no retributiva sino restaurativa. No pensando únicamente en imponer una sanción de peso, sino también en las necesidades de la sociedad y de los victimarios para que se pudiera “pasar la página”. Hacer la efectiva transición, no de un conflicto armado sino de la superación de los regímenes dictatoriales y el restablecimiento de la democracia. 

“Entonces tenemos un tercer momento donde se supone que debe haber un supuesto equilibrio entre las necesidades de la sociedad para dejar atrás los momentos de violencia generalizada y sistemática, pero que se pueda al mismo tiempo garantizar a la víctima el derecho a la verdad para la reparación. Tenemos un claro proceso evolutivo”, afirmó Melamed.

Pero ¿cuál es uno de los problemas?, enfatizó el docente, “muchas veces se hace énfasis más en justica que en transicional”. Es decir, que hay veces que el discurso está llamado a buscar sanciones, aunque “eso pueda ir en contravía con la transición de la sociedad”.

Colombia es un Estado que ha estado sumido en un conflicto armado por décadas, y se ha demostrado que a través del uso de la violencia que no se ha podido resolver. Otra alternativa: la solución mediada para que se puedan sentar a negociar las partes, lo que necesariamente implica concesiones.

“Estas generan controversia en la sociedad. No existe un solo país donde se hayan aplicado instrumentos de justicia transicional que no generen fracturas en algún sector de la sociedad. Colombia ya tiene experiencia. La primera fue en 2005, que permitió el desarme y desmovilización de las AUC, la ley de víctimas y la restitución de tierras”, explicó.

Con el nuevo modelo, que comprende la integración a la vida civil por parte de las Farc, entra a jugar la JEP. Esta es uno de los pilares sobre los que se sustenta el acuerdo para la paz con la guerrilla y con el que se concerta la creación de un sistema integral de verdad de justicia y reparación.

“Acá no se están dando los mismos parámetros de la justicia ordinaria y es uno de los motivos que más tensión y controversia genera. Es un proceso de aprendizaje sobre las falencias de modelos anteriores”.

Para Melamed los desafíos que se vislumbran con la JEP son la polarización en la sociedad, las politizaciones en los mecanismos, tiempos y recursos; y una estructura organizada y financiera, equiparable a la justicia ordinaria del país.

Nuevo director

Este lunes 9 de octubre el Comité de Escogencia del Sistema Integral de Verdad, Justicia y Reparación, seleccionó a Giovanni Álvarez Santoyo como nuevo Director de la Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz, tras “considerar que cuenta con la experiencia, la trayectoria, las cualidades necesarias y el compromiso requerido para dirigir tan importante Unidad”.

Es abogado, con especialización en Derecho Penal y Criminología. Fue Fiscal Delegado ante los Jueces del Circuito, Fiscal Delegado ante el Tribunal para asuntos de Justicia Transicional, entre otros.

En su postulación ante el Comité aseveró: “he conocido de cerca la historia, las circunstancias y el desarrollo del conflicto armado en Colombia, no solo como Fiscal de Justicia ordinaria, sino como Fiscal Regional y como Fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y DIH, cargo que ocupé por cerca de nueve años, donde adelanté con éxito investigaciones contra todos los actores armados del conflicto. Finalmente, hice parte de la Unidad Nacional de Justicia y Paz, hoy Dirección de Justicia Transicional, durante siete años; allí me correspondió participar en todo el proceso de implementación de la estrategia de priorización de situaciones y casos, así como la tarea de estructuración y develación de los patrones de macro criminalidad, todo esto como coordinador del grupo de trabajo número uno de esa Dirección”.

Por José Luis Rodríguez R.

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