El conocimiento de la anatomía llega a las aulas de música

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La pianista rusa Marina Pavlovna Ferreira durante el taller con estudiantes de Música.

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26 jun 2015

Laceraciones en la piel, lesiones osteoarticulares y dolores musculares son muy frecuentes en los músicos. Estos incidentes, inofensivos al principio, pueden afectar seriamente el desarrollo del aprendizaje de un instrumento e incluso impedir el ejercicio de la profesión. La situación ha propiciado que los docentes incorporen un espacio de enseñanza para el estudio de la ejecución de instrumentos musicales basado en el conocimiento de la anatomía.

"Durante 30 años en la docencia he visto casos de cómo las posiciones incorrectas afectan el desarrollo profesional tanto de los pianistas como de otros instrumentistas. Cuando el progreso técnico se ve afectado, los alumnos iniciales abandonan el estudio del instrumento, mientras que los más avanzados a veces no terminan su carrera o deben cambiarla, ya que los brazos y manos afectadas por el dolor muscular no les permiten emplear horas necesarias para la práctica ni afrontar obras de gran sonoridad ni extensión", afirmó la pianista rusa Marina Pavlovna Ferreira.

Pavlovna es profesora de piano del Conservatorio Nacional de Música de Lima y del Markham College. Ha sido integrante de diversos grupos de cámara en numerosos eventos y festivales nacionales e internacionales en diferentes salas de Ucrania, Rusia, Cuba, México, Chile, Venezuela, Colombia y Perú. Entre el 23 y el 25 de junio estuvo en Uninorte dictando un taller de piano, invitada por el departamento de Música.

Durante su visita, Pavlovna presentó una conferencia sobre su libro "Aspectos posicionales y enfermedades profesionales de los pianistas", en el cual da a conocer los fundamentos técnicos que evitan y curan los dolores ligados a la práctica del piano, que se producen por falta de conocimiento sobre el tema y malas prácticas que impiden un mejor desarrollo de la especialidad.

Las dolencias musculares son muy frecuentes durante el aprendizaje del instrumento, como también durante el ejercicio en el ámbito profesional, estos son los más sufridos por los pianistas debido a movimientos repetitivos durante prolongados periodos de estudio. Algunas de las enfermedades que expertos han relacionado con la práctica del piano son la distonía focal, calambre muscular, la tendinitis y la epicondilitis, también llamada codo de tenista.

La distonía focal produce la pérdida progresiva del movimiento de uno o más dedos mientras se ejecuta el instrumento, trastornos de la coordinación, calambres y dolor en el segmento afectado. La tendinitis es la inflamación localizada en el tendón y su vaina sinovial, que produce dolor a la movilización activa o pasiva del músculo correspondiente. Y la epicondilitis es una inflamación de las inserciones musculares en el epicóndilo lateral del húmero.

El conocimiento acerca de las particularidades del funcionamiento de cada una de las partes del cuerpo que interviene en la ejecución del instrumento permite establecer las pautas principales para la conformación de la postura pianística. "Esto proporciona la posibilidad de utilizar correctamente los brazos, las manos y los dedos tanto en presentaciones públicas como en largas horas de estudio, cuando la resistencia muscular es imprescindible", indicó Pavlovna.

Además, dicho conocimiento permite acortar horas de estudio, economizar fuerzas tanto físicas como emocionales, superando así muchos inconvenientes, entre ellos la inseguridad que se convierte en el miedo escénico. Un individuo muscularmente educado y sano es capaz de afrontar siempre las tareas de la práctica profesional con la suficiente seguridad de poder resolver las dificultades sin daño para su estructura muscular.

"Debemos tener presente que tocar un instrumento es una actividad artística, no obstante está sujeta a las reglas de las actividades anatomo-fisiológicas, psíquicas, físicas y acústicas. Estas deben ser conocidas y practicadas para así poder evitar las enfermedades profesionales, curarlas, y lo que es más importante, prevenirlas", expresó la maestra rusa. Sin embargo, los aspectos posicionales y las enfermedades profesionales de los pianistas es un tema que está poco explorado en el campo de la enseñanza profesional.

Por eso, para Pavlovna los programas de las instituciones musicales no deben estar centrados únicamente en la educación de un instrumentista desde el punto de vista musical y teórico, sino que también se debe dedicar un espacio para la educación de un aparato profesional sano y resistente. Tarea que no debe ser desconocida e ignorada por los docentes para quienes los aportes de especialistas como la maestra Marina Pavlovna Ferreira resultan invaluables.

Por Adriana Chica

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