El desarrollo del Caribe, un proceso que ocurrió 5000 años antes de lo pensado

Tradicionalmente, se ha visto el caribe como un espacio separado por el mar. No obstante, gracias a descubrimientos como los hechos por los más recientes invitados a Diálogos de Arqueología, desarrollos como la agricultura y navegación demuestran que el mar era un elemento vinculante entre los pobladores de hace miles de años atrás.

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03 ago 2020

Nociones previas que se tenían en torno a la construcción conocida como el Caribe, desde una perspectiva arqueológica, no encajan con las nuevas evidencias que están siendo recuperadas en tiempos recientes en las islas por investigadores como Reinel Rodríguez y Jaime Pagán. Los docentes e investigadores de las universidades de Puerto Rico y Leiden, respectivamente, fueron invitados a la reciente sesión de Diálogos de Arqueología, que se llevó cabo el 30 de julio, para hablar sobre este tema. 

En el espacio organizado por la Especialización en Arqueología de la Universidad del Norte junto al doctorado de Arqueología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Centro de la Provincia de Buenos Aires, se propuso el concepto de caribe como área geocultural que comprende las islas y el espacio continental como un solo ente. 

“Lo que queremos proyectar es el mar como un espacio que vinculaba, no que separaba. Hemos empezado a generar una visión del Mar Caribe como una región análoga al mar Mediterráneo, como un espacio donde sociedades que tenían diferentes culturas, idiomas, organizaciones sociales, interactúan unas con otras”, explicó Rodríguez. En esos procesos se iban generando nuevas formas de ver el mundo, identidades, reservas simbólicas que fueron configurando las diferentes entidades que estaban interactuando en este cuerpo de agua. 

El caribe es concebido tradicionalmente como una región que comprendía las islas del arco antillano, incluidas también las Bahamas y el noreste de América del Sur. Esta perspectiva se desarrolló desde la creencia de que los grupos que se encontraron con Cristóbal Colón cuando llegó a las Américas tenían un origen en el noreste de América del Sur, particularmente de la boca del río del Orinoco y que a su vez tenían ancestros en la zona de Amazonas. Según esta teoría, estas poblaciones se habrían movido posteriormente a través de las diferentes islas y desarrollaron lo que se conoce como la sociedad taína. 

Se planteaba a los pobladores de estas islas como sociedades de cazadores recolectores, carentes de agricultura y cerámica y desde el punto de vista de la arqueología continental, el mar se ha visto como una frontera. La propuesta de Rodríguez desvirtúa esta noción, puesto que al construir el espacio de esta manera se obviaron otras regiones que comparten costa; otros territorios que son bañados por este cuerpo de agua conocido como el Mar Caribe. 

Los expertos señalaron que la navegación indígena era un elemento fundamental, no solo en las Antillas, en todo el contexto circuncaribeño y no se le ha prestado suficiente atención a los métodos de navegación, que eran mucho más elaborados de lo que se pensaban. 

Esto se refleja en los mapas arqueológicos que mapean la distribución de algunos de los cultígenos más tempranos, como la yuca y el maíz. En estos, el arco antillano aparece desprovisto de ningún contexto que contenga agricultura temprana. Investigaciones previas indican que la yuca llegó hace 2500 años a las islas, en asociación de grupos migratorios que se proyectaron desde Venezuela hasta las Antillas.

No obstante, estudios realizados por Pagán han comenzado a cambiar estas perspectivas de manera dramática. En una investigación, analizaron artefactos en sitios arqueológicos en Trinidad y Guyana Francesa con el propósito de establecer si existía alguna evidencia de agricultura temprana. Hallaron que había presencia de cultivos, que incluyen el maíz, la batata, ají picante, hace 7800 y 6000 años antes del presente. 

Así también el consumo de alimentos provenientes de plantas como la Zamia, que requieren de un procesamiento, revelan que las interacciones entre las islas no solo involucraba el movimiento de las plantas sino también tradiciones técnicas agrícolas, conocimientos de suelo, ciclos lunares, etc…“Esto también ilustra la evidencia más temprana del movimiento marítimo de productos botánicos en las Américas”, añadió Rodríguez. 

En Puerto Rico, por ejemplo, también encontraron bases de molienda, que es un complejo método de procesamiento de las plantas que ha sido identificado en la zona entre Panamá y Colombia para alimentos derivados el maíz, la batata y la yuca. Estos cultivos se domestican hace aproximadamente 7000 años del presente en algunas zonas del Amazonas y se proyecta hacia el norte, aproximadamente 5800 años antes del presente. 

En materia de hallazgos como piezas ornamentales, piedras preciosas y otros elementos se repite esta historia: fueron transportados desde diferentes puntos de la geografía de la región y con estos el conocimiento cultural y social que tienen contenido. Los investigadores Rodríguez y Pagán señalaron que continúan trabajando en esta propuesta del caribe deslindada desde las visiones colonialistas que se le han impuesto como receptor de tradiciones y culturas; rescatando su legado como un espacio único y conectado. 

Por Leonardo Carvajalino

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