“El diablo de Guanabara“, el primer libro de cuentos de Orlando Araújo Fontalvo

Tras haber escrito cinco libros de ensayos sobre escritores del Caribe, el autor y profesor del departamento de Humanidades, Orlando Araújo Fontalvo, incursiona en la ficción con El diablo de Guanabara, un compendio de 17 cuentos permeados por elementos de suspenso, fantasía e historia.

“Los cuentos presentan aspectos que tienen que ver con lo fantástico y lo mítico, pero también con problemáticas universales de diferentes épocas, como la violencia, la inseguridad y la corrupción, que son temas que nos preocupan aún ahora”, manifestó Araújo.

Este libro, publicado por la Editorial de la Universidad del Norte, reúne historias que cuentan con la estructura y extensión de un cuento clásico, y por microrelatos que logran formar todo un universo en unas pocas frases. Todos logran transportar al lector a través de paisajes de distintas épocas y culturas, para presentar personajes cuya cotidianidad se ve atravesada por sucesos insólitos o hazañas que rozan con lo mágico y sacan a flote su profundo deseo de vivir, incluso más allá de su propia muerte. Tal es el caso de "Aparecido" de Silveira Gama, un pirata portugués cuyo apodo de El diablo de Guanabara le ha dado su nombre a este libro.

“Es un pirata que tiene múltiples opciones en el nuevo mundo, por eso siempre está buscando aventuras y llevando adelante su deseo de vida. Pero lo que hace particular al relato es su tono, por lo que da la sensación de ser una leyenda más que un cuento”, aseguró el autor.

Esta percepción también la obtuvo Stella Malagón, guionista colombiana, quien considera que la lectura de El diablo de Guanabara es en sí “un viaje hacia nosotros mismos”. Destacó que en sus páginas el autor logra entregar “relatos esenciales, travesías iniciáticas por el lado oscuro de civilizaciones y personajes. El autor desenmascara héroes y antihéroes, victimarios y víctimas, y desentraña el corazón demasiado humano, imperfecto y frágil que se esconde detrás de nuestras armaduras míticas y de nuestras corazas mentales”, describió Malagón.

Sobre el proceso creativo detrás de esta obra, Araújo indicó que más que inspiración, la narración de historias requiere dedicación y autocrítica, ya que cada texto debe ser pulido una y otra vez hasta tener la estructura apropiada. Para él la escritura es “un trabajo de orfebrería con las palabras”, porque implica seleccionar con cuidado los términos precisos, y esta preocupación por el lenguaje se hizo evidente en este nuevo libro, así como en toda su producción literaria.

Acerca de este aspecto también se pronunció el escritor cartagenero Roberto Burgos Cantor, al resaltar el “lenguaje ambicioso” que Araújo utiliza en este libro, además de nombrar “también invoca”. Refiriéndose a los cuentos, agregó que “situadas las historias en territorios marinos, los viejos elementos, mareas, corrientes, tormentas, renuevan su pacto con la tierra, el cielo y los seres humanos, inermes ante los rostros infinitos del bramido en movimiento que fue separado. La naturaleza pintada por Orlando Araújo Fontalvo está en el extremo de un conflicto que tiene en el otro al ser humano”.

Presencia en LIBRAQ 2018

El próximo viernes, 21 de septiembre, se llevará a cabo el lanzamiento de El diablo de Guanabara, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Barranquilla, LIBRAQ 2018. El evento tendrá lugar a las a las cinco de la tarde, en el Salón Marvel Moreno del Centro de Convenciones Puerta de Oro.

Ese mismo día, a partir de las diez de la mañana, el autor Orlando Araújo Fontalvo participará del foro Río de Letras, Mar de Libros, un espacio en el que expertos del departamento de Humanidades de Uninorte disertarán sobre las características de la literatura del Caribe y sus principales exponentes. Araújo presentará allí la conferencia "La tejedora de coronas y Cien años de soledad, dos formas de entender el Caribe”, donde analizará estas obras insignia de Gabriel García Márquez y Germán Espinosa, para encontrar qué tienen en común estos dos escritores y cómo presentaron la idiosincrasia de la región a través de su literatura.

Por María Margarita Mendoza