“El formato del miedo mueve más electores que el de la esperanza”: Héctor Soto

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El profesor Héctor Soto durante su intervención en el conversatorio.

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23 mar 2018

Poner en contexto una “presidencialización” de las elecciones legislativas, lo que apunta a que el poder legislativo está supeditado al poder ejecutivo, y que los actores del Congreso operan en la construcción del poder presidencial, fueron algunos de los análisis realizados el 20 de marzo durante el conversatorio Elecciones legislativas 2018: una perspectiva presidencial, organizado por el Instituto de Desarrollo Político e Institucional del Caribe (Idepi), con apoyo del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.

Héctor Soto Caballero, docente e investigador de la Universidad de Santo Tomás, junto a Fernando Giraldo García y Carlos Guzmán Mendoza, de la Universidad del Norte, reflexionaron sobre las implicaciones de las recientes elecciones del poder legislativo en la contienda electoral por la presidencia de la República y el comportamiento de los electores, según los estratos socioeconómicos.

Basado en cifras de la Registraduría Nacional, Soto Caballero advirtió que aunque los electores de estrato uno tienen el mismo nivel de participación de los demás estratos, son los que más anulan el voto, más dejan papeletas sin marcar y más votan por varones.

Uno encuentra que el 75 % de los electores de estrato uno vota por hombres y el 25 % por mujeres, pero en el estrato 5 y 6 el 58 % elige hombres y el 42 % mujeres. Es decir que las candidatas tienen más opción de acumular votos entre más alto sea el estrato. Además, en el estrato uno el 27 % de los votos se acumula en el voto en blanco y el 53 % en los estratos más altos, lo que se traduce en que a mayores ingresos mayor voto en blanco.

“En los pobres uno puede decir que hay necesidad de hacer pedagogía electoral en sus sectores. Que hay un voto desinformado y no están haciendo un uso válido de su derecho al voto, perdiendo su capacidad de acción e incidencia política”, afirmó Soto.

Argumentó que la inclusión política de las Farc de este año y el ascenso del Centro Democrático en 2014 ha ampliado el espectro de la izquierda y de la derecha en Colombia. Sin embargo, el profesor Guzmán Mendoza manifestó que estas elecciones se han caracterizado también por un tipo de violencia diferente al de las armas: las agresiones verbales y descalificaciones por parte de los candidatos, dadas en un ambiente de crisis económica.

“Si observamos los datos del Observatorio de la Democracia, de la Universidad de los Andes, relacionado con el Barón de las Américas, vemos que 7 de cada 10 colombianos no cree en el Congreso, 8 de cada 10 no cree en los partidos políticos y casi 7 de cada 10 no confía en el Gobierno. Paradójicamente en las elecciones observamos un aumento, por lo que aquí tiene que estar pasando algo relacionado con las maquinarias”, puntualizó Guzmán.

En este sentido, Soto Caballero manifestó que siempre ha habido dos sentimientos que mueven a las personas en elecciones: la esperanza y el miedo, mientras que Giraldo agregó que este último ha existido a lo largo de la historia política del país, entre supuestos “héroes y villanos”.

“En Estados Unidos, por ejemplo, lo que movió la elección de Obama fue la esperanza y con Trump fue el miedo. En estas elecciones vemos el mismo formato y el gran punto de encuentro es Petro como el gran generador de temor. En la medida que más se infunda miedo más van a mover electores las maquinarias, el formato del miedo mueve más que el de la esperanza”, aseguró Soto.

Por José Luis Rodríguez R.

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