El impacto de medir la educación superior

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Roberto Zarama, profesor de la Universidad de los Andes y director académico de la Fundación Ceiba.

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30 jun 2016

Mediante una serie de datos y observaciones, que daban cuenta de la influencia de los rankings en las universidades del país, Roberto Zarama, profesor de la Universidad de los Andes y director académico de la Fundación Ceiba, presentó en la tarde de ayer su conferencia: Indicadores, métricas, rankings y clasificaciones universitarias. Conceptos e impactos en instituciones de educación superior.

Señaló que a nivel mundial se presentan ciertos indicadores característicos que inciden en las universidades los cuales ocupan los primeros lugares en distintos rankings, tales como tener un alto número de publicaciones en revistas científicas, así como profesores citados en las mismas. Todos estos inciden en las universidades que ocupan los primeros lugares en los distintos rankings.

Para ejemplificar esto, tomó como referencia las 10 mejores instituciones a nivel mundial que propone el Academic Ranking of World Universities (ARWU). En sus primeros lugares aparecen universidades como Harvard, Standford, el MIT, entre otras que destacan en los indicadores antes mencionados.

En su intervención planteó cómo este tipo de rankings y mediciones impactan en las universidades colombianas, ya que les permiten ver cómo se encuentran frente a sus pares internacionales. Zarama también considera que estas pueden funcionar para entender patrones de comportamiento en las instituciones de educación superior, y saber qué pueden hacer otras, si así lo desean, para alcanzar a las que se encuentran más arriba en el escalafón.

El docente indicó que existe incluso un patrón que muestra que las universidades con mayor número de publicaciones por año, son las que actualmente se encuentran acreditadas, pero este no se puede ver como el único camino para el crecimiento de una institución. Presentó algunos casos en los que a medida que se aumentaban las publicaciones, las citas que se hacían de sus trabajos disminuían.

“Algunas universidades colombianas por hacer crecer las publicaciones no están publicando en revistas de muy alto impacto, entonces decrecen las citaciones que hace la gente”, expuso.

La cobertura de la educación, otro indicador

Rodrigo Zarama explicó que no solo son las publicaciones las que inciden en los rankings; hay otros aspectos como la cobertura y la calidad en la educación superior. Dada su formación previa como matemático, él quiso analizar las cifras de cómo estaban las instituciones del país en ese aspecto.

Habló acerca de los análisis de indicadores que realizó en el 2011, y que fueron las bases del programa Ser Pilo Paga. Con resultados de rankings como los de las Pruebas Saber 11, identificó que el 90% de los estudiantes en los 100 mejores colegios del país pertenecía al 2% de familias con la distribución de ingresos más alta de Colombia, lo que a su parecer les daba a esos jóvenes una ventaja al momento de acceder a la educación superior.

“Estamos armando un sistema en el que el 2% de la población puede escoger, y los otros, no solo no pueden escoger, sino que vienen menos preparados y vienen de familias vulnerables”, dijo Zarama.

Es por esto que realizó simulaciones para obtener cuáles eran las probabilidades de desempleo según el nivel de educación que se obtiene en Colombia, y comprendió que quienes solo terminan la educación media tienen una probabilidad de desempleo del 40%, quienes asisten a instituciones técnicas y tecnológicas un 25%, profesionales y universitarios un 12%, y para quienes alcanzan un nivel de postgrado es del 4%.

Vio también que de 575 mil graduados que terminan la educación media por año, solo 402 mil viven cerca de las regiones donde se encuentran las universidades acreditadas, por tal razón se planteó la pregunta de qué se podría hacer para producir un cambio en el sistema, y que se impactará la cobertura de la educación superior con calidad en el país.

El experto describió que así se planteó aportar a que Colombia se convierta en el país más educado para el 2025, con las becas de Ser Pilo Paga, que permiten a muchos más jóvenes con pasión por aprender pero de escasos recursos, acceder a las instituciones acreditadas que ellos mismos quisieran escoger.

Por María Margarita Mendoza

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