El legado científico del sabio Francisco José de Caldas

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Darío Valencia, miembro honorario de la Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales.

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08 may 2018

Por sus conocimientos en ciencias naturales, geografía, astronomía y matemáticas, Francisco José de Caldas es considerado el primer científico colombiano. Incluso estuvo vinculado con la Real Expedición Botánica y departió con importantes figuras como José Celestino Mutis y Alexander von Humboldt. Fueron tantas las investigaciones que desarrolló, en tan variados campos del saber, que llegó a ser conocido por los criollos de la época como “el sabio Caldas”.

Para conmemorar los 250 años de su natalicio, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, el Ministerio de Cultura y la UNESCO organizaron una serie de actividades y jornadas para divulgar los estudios sobre sus múltiples facetas, en las distintas regiones del país. El 27 de abril, la Universidad del Norte fue sede de la jornada del Año Caldas realizada para el Caribe, en la que profesores, estudiantes y público en general conocieron más del contexto social y cultural en que vivió el científico, así como de su participación en episodios políticos ocurridos en aquella transición entre la Colonia y la República.

La jornada inició con una conferencia impartida por Darío Valencia, miembro honorario de la Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, en la que habló de la figura de Caldas como precursor de la ingeniería en Colombia. Explicó que el sabio fue precursor de esta disciplina en el país, incluso fue profesor y director de la Escuela de Ingenieros Militares, que fue inaugurada el 13 de julio de 1814 en Río Negro (Antioquia). Allí se dedicó a enseñar sobre artillería, la creación de cañones y fusiles. De hecho, el discurso inaugural que leyó en la Escuela  es considerado por la  Sociedad Colombiana de Facultades de Ingeniería como la primera cátedra de ingeniería en el país.

Para Valencia uno de los aspectos más notables de Caldas es que fue “un autodidacta ejemplar”, ya que su curiosidad e iniciativa lo llevaron a ser el precursor de otras áreas como la astronomía, la geografía y el periodismo científico; pero lo que más destacó el conferencista fueron sus aportes a la fitogeografía, que estudia la variación de la vegetación debido a la altitud y la latitud.

“Caldas detectó este fenómeno y lo describió, lo dibujó y fue muy consciente de que estaba hablando de una nueva ciencia, pero no recibió ningún crédito porque no lo publicó, pero desde hace 10 años varios libros y revistas científicas le están dando ese reconocimiento”, mencionó el conferencista.

Pero no solo se puede saber del sabio por sus escritos científicos, las cartas que enviaba a sus amigos también se han convertido en una útil fuente de información para descifrar más de su persona. Sandra Ramírez, historiadora de la Universidad Nacional, disertó sobre la correspondencia que Caldas mantuvo entre 1795 y 1803 con su amigo, el abogado José Santiago Arroyo.

Ramírez ha analizado las 71 cartas que ambos se escribieron y resaltó que las epístolas que Caldas envío ese último año son de gran contenido científico, porque hablan de su expedición a Quito con el botánico Alexander von Humboldt.

“Es significativa esta correspondencia porque tiene contenidos que se mueven entre la amistad y una diversidad de temas científicos, que van desde geografía, botánica, gramática y medicina. Por lo que esta correspondencia no habla solo de Caldas sino de toda una época intelectual que todavía sigue considerándose como gloriosa de los intelectuales”, manifestó Ramírez.

Por María Margarita Mendoza. 

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