El legado de José Agustín Blanco (1922-2016)

JoséAgustínBlanco.jpg
El historiador José Agustín Blanco (q. e. p. d.) en compañía de directivos de la Universidad del Norte en la Filbo 2011.

Por:

07 abr 2016

El viernes 1 de abril falleció José Agustín Blanco Barrios, uno de los intelectuales colombianos de mayor relevancia en el siglo XX, cuya labor de investigación a lo largo de seis décadas representa un incalculable legado para el estudio de la región Caribe colombiana

Nacido en Sabanalarga (Atlántico) en 1922, Blanco, a través de su exhaustivo estudio de documentos albergados en el Archivo General de la Nación, pudo precisar las raíces de la tradición de la región así como sus procesos demográficos, sociales y de mestizaje en el período comprendido entre la colonización española y la Independencia.

Su mayor aporte a la construcción de la historiografía colombiana fue el descubrimiento de los orígenes de Barranquilla, al desmentir su fundación en 1629 por un grupo de indígenas ganaderos de Galapa. En su lugar, demostró a través de documentos su surgimiento espontáneo, a partir del poblamiento por mestizos libres a partir de mediados del siglo XVI.

Blanco realizó sus estudios secundarios en Barranquilla y desde 1946 vivió gran parte del resto de su vida en Bogotá, donde estudió Ciencias Sociales y Económicas en la Escuela Normal Superior (allí ingresó un año después de Carlos Angulo Valdés). Se especializó principalmente como geólogo, más precisamente en la rama de poblamiento.

Fue profesor emérito de la Universidad Nacional y de la Pontificia Universidad Javeriana, y sirvió además como docente en la Universidad Pedagógica Nacional (donde obtuvo su doctorado en Ciencias Sociales) y en la Universidad Pedagógica de Tunja. En la capital de Boyacá conoció a su esposa Beatriz Barón, con quien tuvo cuatro hijos.

Fue miembro de la Sociedad Geográfica y de la Academia de Historia y fue correspondiente extranjero de la Real Academia de Historia.

A pesar de su innegable importancia para la construcción de la memoria histórica del país, el historiador Jorge Villalón, docente de la Universidad del Norte, lo describe como un hombre que vivió muy modestamente sin atisbos de egolatría.

“Lo único que hacía era levantarse, irse a su trabajo, irse al otro trabajo y después en la noche ir al Archivo General a trabajar en silencio y en la sombra. Llegaba 10 pm a la casa, iba a un rinconcito de la casa y se ponía a escribir y a transcribir. Así pasaron años y años”, relató el profesor Villalón, quien fuera su amigo por varias décadas.

En 1994, siendo ya profesor en Uninorte, Villalón se propuso crear una asignatura llamada ‘Historia de Barranquilla’. Muy poco fue el aporte investigativo que encontró inicialmente sobre la época colonial, a diferencia del disponible sobre el período precolonial, (Carlos Angulo Valdés, el arqueólogo e investigador más importante sobre este período de la región Caribe, era su vecino de cubículo) y de la etapa desde la independencia hasta nuestros días

“Para la parte colonial encontré la obra de José Agustín. Con eso entonces yo pude armar la carta de la historia de Barranquilla, pues es en el pasado prehispánico y colonial donde están las bases de nuestra ciudad”, explica.

La obra de Blanco se encontraba dispersa. Costaba mucho encontrar la amplia cantidad de libros, textos y artículos que el sabanalarguero dejó, según Villalón, “como hijos regados por el mundo”, algunos publicados por el Banco de la República, otros por Colcultura, y otros de manera menos sistemática.

“Cuando comencé a juntar los documentos con el profesor Alexander Vega para hacer fotocopias, pensamos que sería mucho más fácil que hiciéramos un libro. Ese proyecto lo presentamos a la Gobernación del Atlántico, la cual lo financió”.

El resultado de este rescate documental, realizado con ayuda del mismo Blanco, quien puso a disposición su biblioteca y archivos personales, resultó en el lanzamiento de “Obras Completas de José Agustín Blanco Barrios”, compuesto hasta el momento por tres tomos: ‘Barranquilla’, ‘Encomiendas, Haciendas y Pueblos’ y ‘Tubará: encomienda mayor’.

Un cuarto tomo titulado ‘Geografía histórica’ se tiene prevista su entrega en junio para su posterior culminación. Según Villalón, en lugar de tratar sobre temas específicos, el cuarto volumen incluye textos dispersos de geografía, biografías de geógrafos, estudios sobre climatología e incluso un texto relacionado con el Carnaval.

“Además del trabajo de compilación y edición, esto también tiene la parte humana, del reconocimiento de su aporte. Él tenía cierta concepción de que ‘todo lo que yo hice no sirvió para nada’ y de pronto vio estos tres libros”, rememora Villalón.

En 2014, a sus 91 años (y 18 meses antes de su eventual fallecimiento), un infarto cerebral le quitó a Blanco su habilidad de hablar y disminuyó casi totalmente su movilidad, poniendo fin a la carrera académica del que Villalón describe como “el historiador más grande que ha producido el departamento, por su aporte a esclarecer los orígenes y los destinos de muchos pueblos de indios y de los municipios del Atlántico”.

Por Andrés Martínez Zalamea

Más noticias