El periodismo para la Colombia de hoy

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04 ago 2016

En Colombia se celebra dos veces el día del periodista: el 9 de febrero (en conmemoración a la fecha que comenzó a circular el primer periódico del país, el semanario Papel Periódico de Santafé de Bogotá), y hoy 4 de agosto, fecha que se estipuló por ley; elegida por ser el mismo día que se emitió en Francia la “Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano”.

La del periodista es una profesión que siempre ha estado ligada con los procesos más decisivos del mundo moderno. En algún momento de la historia al papel del periodismo se le denominó el cuarto poder (expresión atribuida al político, filósofo y escritor británico Edmund Burke para referirse a la influencia que esta ejercía sobre la sociedad francesa a mediados del siglo XVIII, años previos a la Revolución Industrial). No son pocos los momentos en los la prensa ha marcado el curso de los acontecimientos.

Ahora que Colombia está cerca de llegar al fin del conflicto con el grupo guerrillero más antiguo del mundo, las FARC, no hay quien ponga en duda que el oficio del periodista será más que necesario para que la verdad del proceso llegue a los ciudadanos, y así sean estos los que realmente tomen las decisiones.

Hace un par de años, durante la celebración de los 20 años del programa de Comunicación Social y Periodismo de Uninorte, el periodista Juan Gossaín participó en un conversatorio con el rector Jesús Ferro Bayona, donde este último le preguntó por las enseñanzas finales que le habían quedado de lo que debe ser la profesión del periodista.

Gossaín se refirió a tres cosas particulares: el deber de darle voz a los que no tienen voz, siempre con la verdad por delante; la perspicacia de desconfiar de todo el mundo y de todo lo que se ve, pues un periodista no puede aducir razones para no profundizar los temas; y el peligro de la chiva o decir las cosas de primero, porque lo importante hoy no es quién lo dice primero, sino quién lo dice mejor.

Consejos que siempre serán bienvenidos y que en el contexto actual toman relevancia, pues un periodismo de este tipo se convierte en una de las principales herramientas para consolidar las democracias en cualquier sociedad.

En el contexto del poscauerdo, el reto para el periodismo del país es grande, porque este se acostumbró a narrar la guerra, la violencia, el terror; en medio de un contexto donde hechos trágicos dejaron de ser novedad. “Hemos estado acostumbrados a la violencia, la hemos sentido como propia y natural, hemos perdido la capacidad de asombro y un periodista nunca la debe perder”, dijo Javier Franco, periodista de ADN Barranquilla y profesor de periodismo del programa de Comunicación Social.

Además del cambio del lenguaje que probablemente habrá que empezar a desarrollar en los relatos, el periodismo será garante de que las comunidades se vean representadas. Según Marta Barrios, profesora del departamento de Comunicación Social y Periodismo de Uninorte, el periodista debe mantener la circulación de las opiniones y de las ideas, la diversidad del público y conectar a los ciudadanos con el gobierno o con el lugar que se toman las decisiones.

“Es muy importante que se conozca mejor lo que está pasando con los diálogos de La Habana y que haya una oportunidad mucho mayor que la que en este momento existe de que el ciudadanos común se exprese”, dijo sobre el proceso de paz que se desarrolla actualmente entre el gobierno y las FARC.

Pero el periodismo va mucho más allá. El periodista estadounidense Joseph Pulitzer, resumió en una frase la importancia que tiene el devenir de una nación: “El poder para moldear el futuro de una república estará en manos del periodismo de las generaciones futuras".

Por Jesús Anturi y Oriana Lewis

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