El pulmón de los barranquilleros se deteriora con las quemas de Salamanca

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Alfonso Cepeda, médico alergólogo

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31 ago 2015

Un espeso humo llena, por épocas, el ambiente de Barranquilla; su olor penetra la respiración y partículas microscópicas se insertan en los pulmones, casi sin ser percibidas. Las quemas que se presentan, desde hace algunos años, en el área protegida Vía Parque Isla de Salamanca han impactado negativamente en la ciudad y otros centros urbanos y rurales aledaños. Sus efectos en el bienestar humano y en los ecosistemas están estrechamente relacionados.  

Con el propósito de dar respuesta a las dudas generadas con respecto a dicho tema, el programa Ecocampus Uninorte del departamento de Química y Biología, con el apoyo del grupo estudiantil Green Generation, organizó el conversatorio: Conservación de la Vía Parque Isla de Salamanca para el bienestar humano, realizado el 28 de agosto. A través del cual, profesionales ambientales y de salud brindaron información sobre las consecuencias de las constantes quemas en el bioparque.

El fuego es el agente de disturbio más dramático, sus efectos y consecuencias no solo son inmediatos, sino que también se presentan a corto, mediano y largo plazo. Tanto, que se ha convertido en un "problema de salud pública", según el médico alergólogo Alfonso Cepeda. Esto, porque en épocas de quemas aumentan las consultas médicas por complicaciones respiratorios.

"La exposición al humo puede ocasionar asma, bronquitis, aumentar problemas cardiovasculares e, incluso, puede causar muerte súbita. Así de grave es. Y es que hay muchos problemas que son efectos a mediano y largo plazo, en el momento en el que se presentan, 10, 20 años después de la exposición, la persona no caerá en la cuenta de que ese problema vino de las quemas de Salamanca", afirmó Cepeda.

La dificultad más grave que señala el médico es el aumento de los casos de EPOC, una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que se caracteriza por un bloqueo persistente del flujo de aire. Es potencialmente mortal y no es totalmente reversible. A todas estas complicaciones en la salud son más sensibles los niños en sus primeros años de vida y los ancianos. Pero las consecuencias no paran ahí, la degradación ambiental, a futuro, también amenaza la salud de los ciudadanos.

"En los últimos 4 años se han atendido más de 79 incendios forestales, que han dejado deterioradas más de 144 hectáreas de mangle. Sin embargo, se estima que el deterioro es mayor, superando las 800 hectáreas", indicó Carlos Villamil, profesional en restauración del Parque Isla de Salamanca.

Acciones humanas como el aprovechamiento ilegal, la producción de carbón de mangle, la canalización y los desvíos de cuerpos de agua, los conflictos sociales y la tenencia de la tierra, son las principales causantes de las quemas. Todo ello incide en el ecosistema: degradan y destruyen coberturas, crea disturbios en el régimen hidrológico, modifica las propiedades de los suelos, afecta la regeneración de flora y fauna, altera las comunidades vegetales, emite efectos de invernadero y genera mortalidad de muchos animales.

Por eso, "es prioritario generar acciones de restauración ecológica en los ecosistemas de manglar impactados por fuego, porque cada vez son más recurrentes estos eventos. Las áreas impactadas están ubicadas, principalmente, sobre la carretera", dijo Villamil. Y es que los servicios ambientales que le genera el bioparque a la capital atlanticense son innumerables.

El pulmón de Barranquilla

En Colombia hay en total 294.636 hectáreas de manglares, 62.246 de esas hectáreas están en el Caribe, de las cuales, 56.200 conforman el Parque Isla de Salamanca. Todo este bosque de manglar es una fábrica de oxígeno para Barranquilla. Todos los deltas de los ríos deben tener una zona de desfogue en época de lluvias que puedan inundarse; ese es el papel de toda la Ciénaga Grande de Santa Marta y toda la zona del Vía Parque Isla de Salamanca.

"Los manglares son plantas fisiológicas y anatómicamente adaptadas para vivir en condiciones extremas de salinidad, inundación, zonas sin oxígenos y terrenos inestables. Lo que la convierte en una de las más importantes protecciones costera contra tormentas, huracanes, tsunamis", expuso Villamil.

Además, la zona también proporciona recursos a las comunidades: hidrológicos, madereros, etc; sirve para la exportación de materia orgánica; es habitad para fauna y flora; retiene la contaminación; sirve de ecoturismo y mitiga el cambio climático. Y su importancia es mundial. Gracias a su rica biodiversidad en 1964 Isla de Salamanca fue declarada parque natural, en 1998 designada como sitio Ramsar de importancia mundial, y en 2000 como Reserva del Hombre y la Biosfera por la Unesco.

La isla cuenta con 200 aves entre residentes, migratorias y endémicas, de las 1876 con las que cuenta Colombia, el primer país del mundo en aves. 35 especies de reptiles, más de 50 mamíferos, nueve especies de anfibios y más de 140 peces terminan de completar este carnaval de la vida en un extraordinario conjunto de playones, ciénagas, caños, canales y bosques de manglar, que ocupan el antiguo estuario del río Magdalena. Cuidar todo esto, debe ser una prioridad de todos.

El sueño de Ecocampus

En el contexto regional, Uninorte no puede ser ajena a esa realidad ambiental del Caribe, ni dejar de ser parte de su solución. Por tal motivo surge Ecocampus Uninorte como una alternativa encaminada a disminuir los impactos de la operación del campus sobre el medio ambiente, al tiempo que educa, concientiza y promueve la investigación en estos temas.

"Ecocampus es un sueño. Pero como todo sueño, no se puede quedar en blanco, hay que llevarlo a la práctica. Por eso se constituido, aprobado por el rector, como un programa institucional, que administra y gestiona el ambiente de la Universidad, educa, divulga, investiga, ofrece servicios.  Yo espero que también sea un espacio de diversión", afirmó Joachim Hahn, decano de la división de Ciencias Básica.

Las estrategias y acciones enmarcadas dentro del programa son desarrolladas a través de cuatro líneas estratégicas de acción, transversales y complementarias entre sí: gestión ambiental del campus, investigación para la sostenibilidad, participación, educación y sensibilización de la comunidad universitaria, y proyección social.

Para mayor información sobre el programa Ecocampus Uninorte puede hacer clic aquí

Por Adriana Chica G.

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