El Túnel de la Ciencia abrió sus puertas a Barranquilla

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Peter Steiner, director del Túnel de la Ciencia y Jesús Ferro Bayona, rector de la Universidad del Norte, luego de cortar la cinta inauguración.

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12 mar 2016

Después de una planeación de tres meses y un montaje de 22 días, finalmente ayer, viernes 11 de marzo, el Túnel de la Ciencia abrió sus puertas para que miles de barranquilleros y atlanticenses se adentren en un recorrido interactivo que les permitirá conocer las más recientes investigaciones del Instituto Max Planck.

Será una mirada a la vida del futuro en el 2030 que estará abierta al público hasta el próximo primero de mayo. "Esta es una sorpresa que se convierte en conocimiento, porque es ver la ciencia y las distintas temáticas que la sociedad Max Planck nos está planteando en este fabuloso museo itinerante", declaró el rector Jesús Ferro Bayona durante el saludo de bienvenida que pronunció en el evento inaugural.

El rector también resaltó la labor conjunta realizada entre Colciencias, la Alcaldía Distrital, la Gobernación del Atlántico, la Universidad del Norte y la Sociedad Max Planck, ya que esta exposición ha tomado forma en la ciudad de Barranquilla gracias a los esfuerzos enfocados que los directivos de estas instituciones vienen desarrollando desde finales de 2015.

A su vez el alcalde Alejandro Char reconoció a la Universidad del Norte: "Está siempre a la vanguardia, apuntando hacia un Caribe justo, equitativo y educado". Así mismo manifestó la importancia de estar acompañando esta iniciativa científica que seguramente despertará el interés de los jóvenes por el conocimiento.

Siguiendo este propósito, el gobernador encargado Pedro Lemus, explicó a los asistentes que uno de los objetivos de la Gobernación es llevar al mayor número posible de estudiantes de los distintos municipios del Atlántico. Lemus, quien asistió al evento en representación de Eduardo Verano de la Rosa, confirmó que hasta el momento cuentan con los recursos para garantizar la asistencia de 14.000 jóvenes de los municipios, que  harán parte de esta experiencia científica.

Una muestra de esto fueron los más de 100 estudiantes que realizaron el primer recorrido por las instalaciones del Túnel de la Ciencia. Estos jóvenes eran provenientes de instituciones educativas del municipio de Palmar de Varela, así como de la institución distrital Colegio Mayor de Barranquilla y el Caribe.

Fue a estos mismos jóvenes a los que la directora de Colciencias, Yaneth Giha, se dirigió especialmente durante su intervención. "Ojala que también tengamos a los grandes científicos del país saliendo de esta región, porque los superhéroes del futuro son los científicos. Espero que a través del Túnel se encanten y se fascinen por el tema de la ciencia", dijo Giha, quien al ser barranquillera expresó también su interés por apoyar el desarrollo de más iniciativas futuras que apunten al desarrollo científico en el Caribe. 

"Una de mis obsesiones es que el Caribe colombiano avance y mucho de lo que va a pasar en esta región en el futuro, dependerá de lo que pase en Barranquilla", señaló la directora.

Durante el evento de apertura también estuvieron presentes Peter Steiner, director del Túnel de la Ciencia; Andreas Trepte, director para Latinoamérica de la Sociedad Max Planck y Walter Stühmer, director del Departamento de Biología Molecular de Señales Neurológicas del Instituto Max Planck de Medicina Experimental de Göttingen. También asistieron a la apertura miembros del Consejo Directivo de la Universidad del Norte; el encargado de Negocios de la Embajada de Alemania en Colombia, Guenter Rauer y el director de Cultura y Educación de la Embajada de Alemania en Colombia, Bjorn Gehrmann.

Al culminar el evento, los distintos asistentes fueron sorprendidos por una muestra de música y baile ofrecida por La Banda de Baranoa del departamento del Atlántico, cuyas melodías acompañaron a los asistentes hasta la entrada del Túnel de la Ciencia, en donde fueron recibidos por ocho módulos repletos de ingeniosas presentaciones interactivas de ciencia y tecnología.

Por María Margarita Mendoza

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