Emprendedores venezolanos reciben capital semilla con Aventurémonos en familia

El proyecto es apoyado por el Programa de Alianzas para la Reconciliación (PAR) de USAID y ACDI/VOCA. Cincuenta emprendedores recibieron recursos prioritarios para sus negocios en las instalaciones de la institución.

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La línea de emprendimiento buscó generar oportunidades para la inclusión social y productiva de los participantes.

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22 jul 2021

La médico venezolana Alicia Mogollón Cáceres, de 29 años, hace dos años y medio llegó a Barranquilla por la crisis socioeconómica de su país, en busca de mejores oportunidades para ella y su bebé. Ante la falta de oportunidades laborales, decidió emprender un negocio gastronómico que hoy ve los frutos de su perseverancia y la formación de calidad de Uninorte.

La maracayera hace parte de las cien familias venezolanas, en condición de vulnerabilidad, que han encontrado apoyo en el proyecto Aventurémonos en familia que, con el apoyo del Programa de Alianzas para la Reconciliación (PAR) de USAID y ACDI/VOCA, es realizado por la Universidad del Norte, a través del Programa Pisotón y la Escuela de Negocios. Este 21 de julio, luego de cuatro meses de capacitación en atención psicosocial y emprendimiento, 50 de ellas recibieron en las instalaciones de la institución un capital semilla para impulsar sus negocios.

“Comercializo chicharrones integrales bajo la marca Fits Crunchy. Son veganos, tienen el sabor del chicharrón, pero es completamente natural, no contiene ningún derivado animal ni conservantes ni aditivos, receta familiar. Con los nuevos conocimientos y maquinaria entregada, estoy súper emocionada porque veo que mi negocio va a crecer mucho, vamos producir mucha más cantidad en menos tiempo”, manifestó Alicia, residente del barrio La Cangrejera.

Aventurémonos en familia tiene dos grandes objetivos. Uno es la atención psicosocial a la población y el otro es el emprendimiento desde la neurodidáctica. En el primero, la herramienta diferenciadora de Decido ser y la metodología de abordaje de Pisotón se integraron para brindar un respaldo en este componente. En la línea de emprendimiento, liderada por la Escuela de Negocios y apoyada por el Centro de Educación Continuada (CEC), se trabajó en la formación y el acompañamiento de 50 familias para que lograran un proyecto de vida, independencia económica y una apropiación del país de acogida.

De esta manera, el grupo de migrantes emprendedores aprendió a utilizar el modelo Canvas, una herramienta para definir y crear modelos de negocio innovadores que simplifica cuatro grandes áreas: clientes, oferta, infraestructura y viabilidad económica en un recuadro con nueve divisiones. “Para nosotros fue bastante importante porque nos dio una guía hacia dónde encaminar nuestro emprendimiento, además de la comprensión de la resiliencia y la autoestima para iniciar el mismo. El componente de Aventurémonos en familia fue maravillosos porque nos ayudó a desestresarnos y a aprender a sobrellevar las emociones para no lastimar a nuestros hijos”, argumentó la emprendedora.

Zaira Moreno, docente de la Escuela de Negocios y coordinadora de la línea de emprendimiento de Aventurémonos en familia, afirmó que la línea de emprendimiento buscó generar oportunidades para la inclusión social y productiva de los migrantes venezolanos, empleando estrategias de neurodidáctica e impulsando emprendimientos de bisutería, gastronómicos, charcuterías, radiales, entre otros.

“Ellos formularon su plan de negocio, hicimos toda la estructura económica, de costos y precios, de mercado, sacamos su presupuesto y se les ayudó con un pequeño capital semilla, gracias a la identificación de recursos prioritarios para sus negocios. Ahora realizaremos seguimiento y analizaremos el impacto del capital semilla en cada emprendimiento, pero lo más importante es que conformamos una red de emprendedores con estrategias de promoción y comercialización, a través de canales digitales”, concluyó la docente Moreno.   

Por José Luis Rodríguez R.

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