Empresarios y líderes gremiales analizan el posacuerdo

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Indalecio Dangond, Cristian Daes y Jairo Parada.

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25 ago 2016

La coyuntura que atraviesa el país implica grandes cambios políticos que traerán consigo repercusiones económicas y un alto grado de incertidumbre, que es propio de un período de transición.

Por ello, se hace necesario afrontar esta situación desde una visión académica, sustentada en la realidad, que informe a la comunidad y no permita que esta genere posturas frente al posconflicto basadas en la incertidumbre, el afán y en la inseguridad, sino en el conocimiento del país y nuestra región.

Con este fin, tuvo lugar el miércoles, 24 de agosto, una nueva jornada de ‘Miradas de Paz’, espacio académico en el que se hace un análisis crítico de la región Caribe, encaminado a la construcción de una paz duradera.

En esta edición, organizada por los doctorados de Economía y Ciencias Sociales de la Universidad del Norte, los asistentes pudieron escuchar la perspectiva de personas con importantes cargos directivos en la región Caribe, para orientar a la comunidad en cuanto a la realidad política y social del país.

Indalecio Dangond, reconocido columnista y asesor de gremios agropecuarios, manifestó que el posconflicto no puede limitarse a “ser una política para ayudar a ocho mil guerrilleros, sino también a cuatro millones de campesinos que hay que solucionarles toda clase de problemas”.

Afirmó el presidente de Open Loans Colombia que aunque el deterioro del orden público en municipios ganaderos ha generado un éxodo masivo de campesinos, la falta de infraestructura en el campo representa otro de los escollos para el desarrollo rural.

“Los productores del campo no tienen vías, asistencia técnica, servicios públicos ni financiación oportuna”, dijo, agregando que las políticas rurales del país ya tienen varias décadas de existencia y no se ajustan al contexto actual del agro colombiano.

Según Dangond, la falta de políticas estatales idóneas se refleja en cultivos como el del maíz, producto del que se consumen 4,2 millones de toneladas en Colombia y solo el 15% es producido en el país. “Este déficit de 3,5 millones ha hecho que Colombia gire 170 millones de dólares todos los meses en importación de cereales”, afirmó.

Por lo anterior, Dangond considera de vital importancia que los empresarios tengan un papel protagónico durante el posconflicto. “Si los empresarios no están presentes, el campo nunca va a poder ser rentable, pues son los únicos capaces de hacer transferencia de tecnología, asistencia técnica y comprar la producción a precios de mercado. Si no amarran eso no va a haber futuro para los campesinos, ni para desmovilizados”, sentenció.

Por su parte, Cristian Daes, presidente de Tecnoglass, considera que la firma del acuerdo es algo que la ciudadanía y el empresariado debería facilitar. “No podemos oponernos al acuerdo desde el punto de vista de una empresa. Con un conflicto armado andando no podemos invertir tranquilos”, expresó

De igual forma, Alfredo Varela, gerente de regiones de Findeter, considera la posibilidad de un acuerdo de paz, como una manera de que este banco de desarrollo continúe gestionando proyectos que generen sostenibilidad y calidad de vida en las regiones.

“El Gobierno nos ha dado la gerencia de alrededor de 970 proyectos para llevarle agua potable a comunidades en distintas regiones del país. Ha habido muchas zonas de conflicto donde a los contratistas no pueden cumplir por dificultades. Por eso es tan importante esta coyuntura de paz y crear las condiciones para que esto se dé”, finalizó.

Andrés Martínez Zalamea

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