'En sitios más oscuros', una novela de contrastes

El exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, hizo el lanzamiento de su primera novela en el museo Mapuka de Uninorte el 7 de noviembre.

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Juan Carlos Echeverry durante la charla que se llevó a cabo el 7 de noviembre en Mapuka.

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12 nov 2019

Le tomó 40 años, pero con la publicación de En sitios más oscuros, Juan Carlos Echeverry, ministro de Hacienda en 2010, cumplió una promesa que se hizo a los 15 de escribir una novela. El destacado economista se estrenó en su faceta como escritor con el lanzamiento de su libro, desarrollado el 7 de noviembre en el Museo Mapuka, en el marco del programa la Narrativa se toma el Campus. 

El libro cuenta la historia de dos hermanos que reciben un telegrama de su padre, al que no ven hace 12 años, que dice: “necesito verlos en Villavicencio, urgente”. De allí se desatan los eventos, que giran en torno tensiones: entre padre e hijos, entre hermanos, entre jóvenes urbanos, de Bogotá, estudiados, que llegan a la ‘Colombia profunda’. 

“La historia del abandono es una historia muy vívida en Colombia. Ese tema y el reencuentro con un padre, con el cual hay una tensión, un subtexto, difícil de entender, da muchas posibilidades en una novela”, dijo el autor. 

Echeverry contó que conoce íntimamente la geografía descrita, y su libro se nutre de su experiencia personal, desde sus viajes de niño en un “jeep saltón” hasta las regiones que conoció como presidente de Ecopetrol. Su intención, señaló, es que al finalizar En sitios más oscuros, el lector sienta que estuvo una temporada en los llanos orientales colombianos. 

El título de la novela es una parte del dicho arriero “En sitios más oscuros nos ha cogido la noche y no ha pasado nada” y que hace referencia a este aspecto de viaje que tiene la narración en el contexto de lo desconocido de la selva colombiana para los protagonistas. Desde estas situaciones, en las que la escritura se centra en el contraste del contexto de los personajes, se construye la novela. 

En el evento, el invitado estuvo acompañado por el rector Adolfo Meisel, con quien trabajó durante varios años en el Banco de la República, y la docente e investigadora, Adriana Rosas. El rector comentó que el conflicto en la relación entre padre e hijos es la base en la que se fundamenta la historia de la literatura, y que la exploración que realizó su colega economista abre un espacio a la autoreflexión. 

El autor manifestó que ser padre la agregó otra dimensión a la novela que no tenía, pues cuando la comenzó la había pensado desde la perspectiva de hijo. “Me dio herramientas que no tenía”, expresó.

Rosas destacó elementos de la literatura de viajes que se vislumbran en la obra, pero con un sabor propio colombiano, con pasajes como la aventura al nacimiento del Río Magdalena. Echeverry contó que desde que empezó a escribir el relato sabía el punto de llegada, San José de Guaviare, y que le tomó más de 15 años construir lo demás. El resultado: 160 páginas de literatura que dan cuenta de los contrastes que se viven en nuestro país: de reencuentros con hijos abandonados, de ambientes rurales precarios a pocos minutos de las grandes urbes, y de la belleza y la peligrosidad de la selva. 

 

Por Leonardo Carvajalino

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