Erradicación de la pobreza: una cuestión de derechos humanos

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El panelista Cástor Miguel Díaz Barrado durante su intervención.

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13 jun 2018

La erradicación de la pobreza es sin duda una de las metas primordiales que debe alcanzar la comunidad internacional. Sin embargo, para Cástor Miguel Díaz Barrado, director del Centro de Estudios de Iberoamérica de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid, España), conseguir este Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) no es sencillo, puesto que no hay nada en la resolución de la Agenda 2030 que “le imponga a los Estados alguna obligación para erradicarla”.

El académico profundizó este 12 de junio su argumento en el “Seminario Internacional ODS: algunos esfuerzos de la comunidad internacional en la implementación de la agenda 2030”, organizado por el Instituto de Altos Estudios de América Latina y el Caribe, de la División de Humanidades y Ciencias Sociales, en asocio con la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, España, y la Oficina de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

“El fundamento necesario para que se hagan efectivo el resto de los 16 ODS es erradicar la pobreza. Todo en la resolución está orientado hacia esta, incluso la protección del medio ambiente. Pero cómo es posible entonces que se erradique, si no incide de manera definitiva en el derecho internacional de los derechos humanos”, cuestionó Díaz Barrado en el Salón de Proyecciones.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), liderados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, son un llamado universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que las personas gocen de paz y prosperidad, con el fin de mejorar la vida de manera sostenible para las generaciones futuras.

Roberto González Arana, director del Instituto de Altos Estudios de América Latina y el Caribe,  recordó que la pobreza y la desigualdad mantienen a Colombia en el tercer lugar en América Latina, pero también que es importante analizar cómo los recursos naturales deben utilizarse de manera racional y concertada con las comunidades.

“Conseguir este objetivo se hace desde una perspectiva pragmática. Se establecen orientaciones, posiciones prácticas, criterios eminentemente políticos, pero no hay obligación, ni siquiera genérica, para erradicar la pobreza. Por tanto necesitamos dos cosas: elaborar un marco conceptual  y normativo de los ODS; y segundo, necesitamos vincular cada vez más el objetivo de erradicación de la pobreza con la protección y conocimiento de los derechos”, explicó Díaz Barrado.

De acuerdo con el también catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales,  la erradicación de la pobreza no debe ser un objetivo meramente político, sino que tienen que dar algún elemento de erradicación o vinculación del Derecho Internacional, aunque no aparezca en la resolución.

Vivir con menos de 1,90 dólares (1,5 euros) al día: esto es lo que supone, para el Banco Mundial, estar en una situación de pobreza extrema. Entre 1990 y 2015 el número de personas que vivían así se redujo de 1.900 millones a 836, casi la mitad. No obstante, esto significa que más de 800 millones de personas aún viven por debajo de estos niveles.

Durante el seminario también participaron Sagrario Morán Blanco, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Rey Juan Carlos; Juan Carlos Forero, supervisor de Proyectos Sociales de Carbones del Cerrejón, y Lucía Ruiz Martínez, gerente de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Promigas.

Por José Luis Rodríguez R.

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