“Es necesario que el Gobierno ofrezca condiciones atractivas para la exploración offshore”

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Carlos Latorre, gerente de desarrollo de negocios para Sudamérica de TechnipFMC.

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26 abr 2017

La exploración y explotación de hidrocarburos offshore, comúnmente conocidos como costa afuera, se perfila como la solución para multiplicar las cada vez menores reservas de petróleo y gas que posee el país.

Dado el potencial de hidrocarburos en las aguas del litoral caribe colombiano, y más específicamente la situación estratégica de Barranquilla para proyectarse como polo de este importante desarrollo, en Uninorte fue lanzada el pasado marzo la Cátedra Offshore, como un espacio de información y discusión sobre temas relacionados a la actividad petrolera offshore en el mar Caribe Colombiano.

El 25 de abril, se llevó a cabo en el auditorio de la universidad una nueva edición de la Cátedra Offshore, que tuvo como invitado al ingeniero colombo-venezolano Carlos Latorre, gerente de desarrollo de negocios para Sudamérica de la multinacional TechnipFMC.

Latorre, quien tiene a su cargo hacer los primeros acercamientos en Sudamérica y el Caribe para el desarrollo de oportunidades de negocios en el ámbito submarino, considera que la exploración offshore “está relativamente en pañales” en Colombia, pero afirma que el país posee un gran potencial, a causa de su prometedora geología y la existencia comprobada de recursos hidrocarburíferos.

“Las áreas más promisorias en offshore son en el litoral del Caribe. En la zona de La Guajira, Petrobras tuvo un descubrimiento grande con (el pozo) Orca y, en el golfo de Urabá, Anadarko hizo descubrimientos con Kronos y Purple Angel. Hay muchos indicios sobre todo de gas, pero existe la esperanza de que en esas aguas más profundas haya líquido”, explicó Latorre.

Sin embargo, según el ingeniero existen inconvenientes con el Gobierno Nacional para incentivar la exploración offshore. “El gobierno en Colombia es terriblemente voraz y si eleva tanto la carga tributaria el operador no podrá ganar y eso no va a permitir que los proyectos vayan para adelante”.

Latorre añade que es necesario que los gobiernos ofrezcan condiciones atractivas por motivo del complicado momento por el que pasa la industria, desde que el petróleo cayó de 100 a 20 dólares y se mantuvo a ese precio.

“Hemos tenido que reinventarnos y adaptarnos a esa realidad, porque con los precios actuales es difícil. Un pozo offshore puede costar 100 o 200 millones de dólares y lo que hace el operador es ir al casino, ponerle 200 millones al ‘negro 22’ y existe estadísticamente entre 30 y 50% de posibilidad de que se encuentre algo”.

“La única forma de confirmar si hay petróleo es perforando. La exploración sísmica tiene un costo relativamente bajo para encontrar lugares promisorios, pero para saber qué hay la única manera es bajar, y puede que encuentres solo agua o petróleo que se degrado en grafito”, explicó Latorre.

Pero para Latorre el mar es una apuesta necesaria, ya que los grandes campos de tierra ya se han descubierto, y es menos probable encontrar grandes reservorios en tierras. “En Brasil se perforó un campo que se llama libra que produjo 50 mil barriles por día. Un pozo en tierra produce entre 1 y 10 mil barriles. En cierto que en tierra es muy barato explorar, pero puedes no encontrar nada tampoco”, dijo el ingeniero.

No existe un modelo perfecto de hacer exploración offshore de acuerdo con Latorre, pero para él Estados Unidos es un modelo a seguir. “Allí se dio un boom muy grande porque hay buena cantidad de empresas petroleras. No hay un Ecopetrol sino 50 y esa competencia hace que se desarrolle tecnología. Abrir la industria es muy importante”, aseguró.

Durante esta edición de la Cátedra Offshore, organizada por la división de Ingeniería y el Comité de Estudiantes de Ingeniería Mecánica (CEIM), Latorre describió a los asistentes los distintos métodos de localización y extracción de petróleo, así como ejemplos de desarrollo utilizados en campos del Golfo de México, Brasil, África y Colombia. Posteriormente, mostró una simulación 3D de cómo se navega sobre un campo de exploración petrolera offshore.

“En un equipo como estos que está diseñado para trabajar a 3,000 metros de profundidad, en el que tenemos que considerar todo el cálculo de elementos, la ingeniería mecánica es la esencia. Y si hablo de procesamiento submarino, necesito la electricidad para mover compresores y bombas en el fondo del mar y ahí juegan un papel preponderante los ingenieros eléctricos”, expresó Latorre a los estudiantes de ingeniería.  

“Ojalá en Colombia dentro de poco tiempo tengamos una industria robusta. Esa industria va a necesitar talento en el largo plazo y ese talento está aquí sentado”, finalizó Latorre.

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