“Esta es una historia económica donde está la gente”: rector Adolfo Meisel

Historias de vida, resiliencia y disciplina caracterizan los nueve relatos que componen "Relatos de movilidad y educación", la más reciente publicación de la Editorial Uninorte, que fue lanzada oficialmente en un conversatorio en el que participaron varios de los estudiantes autores del libro.

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El periodista Mauricio Rodríguez, el rector Adolfo Meisel y la directora de la Editorial Uninorte, Adriana Maestre.

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13 jul 2020

La historia económica de nuestro país está en los libros y ensayos de investigadores expertos, pero también está en los relatos de las personas que vivieron año tras año las transformaciones. Bajo esta premisa, el rector Adolfo Meisel, en un ejercicio en clase con sus estudiantes de Historia Económica, pidió que reconstruyeran la historia de su familia desde lo que han vivido sus seres cercanos. 

Estas narraciones componen el libro Relatos de movilidad y educación: nueve casos en el Caribe colombiano, escrito por estudiantes y egresados del programa de Economía, quienes son el fiel reflejo del desarrollo que ha vivido Colombia, que aunque no ha sido extraordinario, ha visto un importante progreso. El lanzamiento oficial de la publicación realizada por la Editorial Uninorte se llevó a cabo en un evento realizado vía YouTube en el que participaron el rector, el periodista Mauricio Rodríguez y varios de los autores de las historias. 

 

Meisel describió el libro como “una historia económica donde está la gente” y a través de sus narrativas da cuenta de dos grandes transiciones en la historia de Colombia: demográfica y epidemiológica. Sobre la primera, señaló que a principios del siglo XX, las mujeres tenían una gran cantidad de hijos desde muy jóvenes. Debido a la mortandad de los más jóvenes, no podían trabajar pues se dedicaban al cuidado de la familia. 

En el principio de siglo, la mayoría de los niños en poblaciones rurales, donde tienen lugar los relatos, no asistían o desertaban la escuela para dedicarse a trabajos del campo, como la siembra o ganadería. Tal fue el caso del abuelo de Alejandro Castro, quien escribió el capítulo La prosperidad en la gran ciudad. El joven contó que su abuelo tuvo 22 hermanos, quedó huérfano de su padre a los 10 años y debió asumir la figura masculina en la casa y trabajar para sostenerla. 

Las familias de los abuelos de los jóvenes tenían más de cinco hijos. No obstante, señaló el rector, el paso del tiempo y el desarrollo del país se ha reflejado en el comportamiento de las personas que han reducido significativamente el tamaño de las familias. Esto también es consecuencia de la segunda transición, la epidemiológica. 

Antes del siglo XX, la falta de agua potable era la primera causa de muerte en el país, especialmente en niños en el primer año de vida. La llegada del alcantarillado y la mejora de las prácticas en salud —que se da después de 1930— significó una población más longeva. De acuerdo con el rector Meisel, hemos mejorado en todas la variables en los últimos 100 años, excepto en dos: distribución del ingreso y violencia. 

Estos dos temas también atraviesan varios de los relatos. Yeri Tordecilla, que escribió el capítulo Entre el olvido y la violencia, anotó durante el conversatorio que su familia fue víctima de dos desplazamientos en Córdoba. Y, huyendole tanto a la violencia como de la pobreza, varios decidieron migrar a las grandes ciudades en búsqueda de oportunidades que hasta el día de hoy les permiten sustentar sus vidas y las de sus allegados. 

La versatilidad y resiliencia fueron términos recurrentes para describir la forma en que las familias de diferentes partes del Caribe colombiano salieron adelante. Como fue el caso de Jesús Mercado Novoa, autor de Dos caras de la vida en el campo y oriundo de Ovejas, Sucre. Su familia tiene profesiones que van desde gaiteros hasta enfermeros, y afirma que él también ha heredado estas ganas constantes de aprender.

Maria Daniela Charri Campo, egresada en marzo de 2020, autora del capítulo Actos de valentía, contó que su abuelo al tiempo que tocaba la caja para Alejo Durán y componía décimas, se dedicaba a la ganadería. La evolución en el capital humano continúa cuando su madre se muda a la ciudad y accede a la educación superior, tradición que continúa con Maria Daniela y sus hermanas. 

Una historia similar contó Miguel Caycedo Pedrozo, quien señaló que la apuesta por la educación de su padre fue clave para ser lo que es hoy. El autor del capítulo Contrastes de la ruralidad, oriundo de Costilla, César, estudió en un colegio semiprivado de Pelaya, un municipio cercano, junto a sus hermanos, una posibilidad que su padre también tuvo a los 14 años, cuando fue enviado a Barrancabermeja a estudiar el colegio. 

Laura Cardona Julio, quien escribió El atractivo de las provincias del Caribe, narró otra cara importante de la realidad de nuestra región: los inmigrantes que le dieron vida y dinamismo económico durante el siglo XX. Sus bisabuelos, llegados de Siria e Islas Canarias, se caracterizaron por su disciplina y aprovechar las oportunidades que había en lugares como Lorica, Córdoba, para producir de la tierra fértil bienestar para su familia y comunidad. 

La autora de De caminos de herradura a las urbes del Caribe, Camila Rosso Mestra, relató que su familia se ha caracterizado por una buena salud, pues ha tenido familiares que pasan de los 100 años, aun cuando han vivido una carencia de servicios públicos en los municipios donde se han asentado, como Cereté, Córdoba. Al mismo tiempo, señala que la movilidad social en su familia se ha presentado de manera importante en las últimas generaciones, en la medida que han tenido la oportunidad de acceder a educación superior. 

Laura Gutiérrez recordó la llegada al barrio en el que aún reside, cuando era una invasión de cinco familias. La autora de El peso de la tradición contó que el cambio en la historia de vida de su familia ha sido importante: han pasado de las casas de bahareque y techos de palma en Sampués, Sucre, a la actualidad, en la que la egresada de Economía hace parte del grupo de innovación de Sura. 

De este modo las nueve historias del libro permiten una aproximación a la historia reciente de Colombia, contada desde las vivencias de algunas familias de la región Caribe. 

Por Leonardo Carvajalino

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