Experto discute las posibilidades que ofrece el streaming para la industria de la música

“La industria de la música ha cambiado muchísimo en los últimos 15 años, a un ritmo que ni siquiera las personas que estamos en la industria lo podemos manejar”, comenzó su charla Gabriel Llano, A&R de Sony ATV para la región andina. El experto fue invitado el 8 de octubre para brindar una charla sobre los nuevos retos que tiene la industria musical en esta era digital, en el marco del 44 Festival Nacional de la Canción de Uninorte.

En la actualidad, la industria está regida por los servicios de streaming como Spotify, Apple Music y Deezer, compañía con la que trabajó Llano durante siete años. El conferencista señaló que, aun cuando estas plataformas son el presente, los nuevos artistas no las han aprovechado a su máximo potencial, tanto desde la perspectiva monetaria como desde los datos que brindan. 

Llano afirmó que nunca se había consumido tanta música como hoy en día, no obstante los ingresos no se comparan a épocas pasadas. Señaló que el auge se presentó hacia los años noventa, cuando los precios de los CD’s subieron y al mismo tiempo los artistas entraron en una zona de confort en la que bajó la calidad de las canciones.  

En este panorama nace Napster y la piratería, que acabó con grandes emporios como Emi Music. Sin embargo, esta nueva forma de obtener música sirvió de base para lo que hoy son los servicios de streaming, que “salvaron” la industria, según Llano. Estas plataformas, a diferencia del pasado, no dependen de factores como transporte o envíos y ha atrapado cifras masivas de usuarios. 

Varias empresas han entrado al mercado como Spotify, Deezer, Claro Music, Apple Music, entre otras. Entre estas reúnen más de 270 millones de usuarios a nivel mundial. Llano explicó que cada una de ellas tiene un modelo y público diferente. Habló específicamente del caso Deezer, donde trabajó, que se vende a sí misma como un servicio de fidelización de clientes para empresas y por lo tanto tiene un presupuesto de marketing muy inferior a Spotify, cuya estrategia es captar la mayor cantidad de usuarios posibles. 

Colombia es un país multiplataforma. Según cifras de Llano, alrededor del 41% usan Spotify, Deezer tiene el 30% del mercado, Claro Music tiene el 10% y el resto se lo reparten diferentes servicios. Así también señaló que cada una de ellas se ha especializado en un cierto tipo de música y como consecuencia de usuario. Por ejemplo, el vallenato es el género más escuchado desde Deezer, el rock, pop y electrónica en Spotify. 

Llano argumentó que cifras como estas deben estar claras para una persona en la industria de la música puesto que hace parte de las decisiones que se toman al momento de hacer un lanzamiento de un álbum, irse de gira o hacer marketing. Cada plataforma ofrece la posibilidad a los artistas de que revisen dónde los están escuchando, qué canciones son las más escuchadas, e inclusive en qué segundo de la canción el oyente decide cambiarla. 

Con este nuevo alcance que tiene la música, una de las claves es llegar al público que quiere consumir tu producto. Por ello, otra de las recomendaciones que hizo el A&R de Sony ATV es que busquen agregadores digitales, es decir los intermediarios entre las plataformas y los artistas, que tengan impacto en la región y género objetivo, para de esta forma entrar en listas de reproducciones, que son otra herramienta que abre el abanico de posibilidades. 

También sugirió a los artistas a que no sigan fórmulas preestablecidas de cómo llegar al éxito e innoven en las formas de crear contenido. Por ejemplo, por medio de podcasts o audiolibros, un producto que ha crecido en popularidad; o grupos de WhatsApp, para crear relaciones directas con el público.  

Llano afirmó que estamos en una coyuntura en la que, tras diez años de pérdidas, la industria de la música está generando ganancias nuevamente. Esto está ocurriendo en un mundo en el que los discos más vendidos en la lista de Billboard llegan a 1.600. Aunque no es el momento todavía de cantar victoria, el experto se mostró optimista en el futuro del streaming como la clave para que continúe creciendo la música y su público. 

Por Leonardo Carvajalino