Expertos guiarán la aventura científica de bachilleres del Atlántico

Alrededor de un centenar de jóvenes, provenientes de 20 escuelas públicas y privadas del departamento del Atlántico, se dieron cita en la Universidad del Norte desde hoy lunes, 20 de junio, para participar en los Clubes de Ciencia. Aquí recibirán talleres en ciencia y tecnología impartidos por investigadores y expertos colombianos de las principales universidades y centros de investigación de Estados Unidos y el mundo, como Harvard, MIT, Yale, Purdue y el instituto Max Planck.

Como preámbulo a la actividad, que se extenderá hasta el 25 de junio, se realizó el sábado, 18 de junio, el primer Simposio Nacional de Ciencia, un espacio académico en el que más de 100 científicos nacionales e investigadores de alto nivel de estas universidades dieron a conocer sus líneas de investigación, y buacan acercar a la comunidad con los avances científicos y desarrollos tecnológicos alrededor del mundo.

El simposio tuvo lugar de manera simultánea en la Universidad del Norte, Universidad Nacional (Bogotá), la Universidad Autónoma de Bucaramanga, la Universidad Tecnológica de Pereira y la Universidad de Nariño (sede Pasto), instituciones sedes de los Clubes de Ciencia este año.

“Esta es una oportunidad maravillosa, no solo para trabajar la formación de la juventud colombiana en las áreas CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), sino también para acercar a colegas de distintas disciplinas”, expresó el decano de la división de Ciencias Básicas, Joachim Hahn, durante la introducción al evento en Barranquilla, que contó con ocho intervenciones a cargo de investigadores que serán instructores y coinstructores de los talleres a lo largo de esta semana.

Serán 5 clubes en Barranquilla

Un total de 67 Clubes de Ciencia tendrán lugar en total en toda Colombia, cinco de ellos en Barranquilla, que consistirán en cursos intensivos impartidos por investigadores colombianos de universidades internacionales, en compañía de profesores investigadores adscritos a la Universidad del Norte. Los cursos se llevarán a cabo en paralelo desde hoy hasta el próximo viernes.

“La idea de los clubes es que podamos entrar en contacto con niños en edad escolar y darles una visión diferente de lo que tienen del científico en Colombia. Las personas que hacemos ciencias somos comunes y corrientes, no somos científicos aislados en laboratorios, con el cabello como Einstein, expresó Jonathan Romero, uno de los instructores.

Romero, barranquillero de 25 años, estudiante del doctorado en fisicoquímica de la Universidad Harvard, dirigirá el club ‘Q’hubo Qubit: Física y Computadoras’, cuyo propósito es enseñar a los chicos nociones básicas en Python, un lenguaje de programación que permite generar gráficas y hacer simulación de objetos llamados Qubit.

“Qubit es el sistema cuántico más sencillo y es la base para hacer computación cuántica. Aprovechar las propiedades básicas de elementos como Qubit es lo que nos permitirá construir computadores más rápidos que los que tenemos ahora”, explica Romero, quien afirma que su educación en el Instituto Humboldt de Barranquilla, especialmente su aplicación de Clubes de Ciencia como método educativo, le permitió adquirir una pasión por la ciencia, que actualmente lo sitúa en uno de los más altos círculos académicos del mundo.

La energía como pilar fundamental del desarrollo de las sociedades es el tema del club de ciencia liderado por el químico Daniel Cruz. En su taller explicará cómo procesos como el descubrimiento del fuego, la bombilla y la revolución industrial, han permitido el descubrimiento del universo a partir del concepto de energía.

Entre las actividades que guiará Cruz, experto en energía solar para el desarrollo de materiales, quien iniciará sus estudios de doctorado en el instituto Max Planck, se encuentra la fabricación de una celda solar a partir de jugo de mora y la fabricación de una minihidroléctrica.

“Con estas actividades buscamos generar debate sobre los problemas energéticos de la región y por qué es necesario utilizar energías renovables”, explica Cruz.

Enseñarles a los jóvenes por qué un avión puede volar a pesar de ser tan pesado es el propósito del club Proyecto IDEAS (Interacción para el Desarrollo de Sistemas Aeronáuticos y Aeroespaciales), liderado por el caleño Andrés Ortiz, ingeniero mecánico e investigador que adelanta sus estudios de maestría en la Universidad de Aachen (Alemania).

Partiendo de principios teóricos que describen el papel de comportamientos de elementos naturales como el sol y las estrellas en la navegación, el taller contendrá un módulo de diseños de máquinas voladoras, que van desde un avión de papel, a modelos funcionales a escala de cohetes.

Por su parte, Borja Manero, físico español e investigador de la Universidad de Harvard, dirigirá el club ‘Videojuegos que enseñan. Este investigador, uno de los pocos instructores no colombianos en el evento Clubes de Ciencia Colombia, está adscrito al departamento de humanidades digitales de Harvard, que utiliza los videojuegos no solo en ámbitos científicos sino humanísticos y literarios.

Según Manero, la idea es que los jóvenes al finalizar su taller “sientan que son capaces de crear un videojuego pequeño, que cumpla un objetivo educativo. Mi idea antes de diseñar el videojuego es preguntarles qué es lo que quieren enseñar, para permitirles desarrollarlo.

Por último, Fernando Roa, doctor en ingeniería química y de materiales de la Universidad de Colorado, dirigirá el club ‘Separación de mezclas’, el cual tendrá énfasis en los procesos de purificación de agua y los materiales utilizados para este fin.

“En un país como Colombia hay muchas aplicaciones que no se dan por falta de conocimiento, por falta de relación con qué materiales o procesos utilizar. Desalinizar el agua es una aplicación utilizada en muchos países con dificultades para suplir agua potable a sus comunidades. Hay comunidades aisladas en Colombia, sin agua y sin los recursos o la energía para hacer esa clase de procesos”, explica Roa.

Con este club Roa pretende incentivar para a los chicos para encontrar soluciones entre la extensa gama de materiales disponibles en el contexto colombiano.

Por Andrés Martínez Zalamea