Familias de médicos que eligieron el sello Uninorte

En el marco de la ceremonia de grados de Medicina y Enfermería que realizará hoy viernes, 12 de junio, destacamos varios casos en los que Uninorte se convierte en una elección generacional. Médicos egresados que ahora celebran ver a sus hijos cumplir el mismo sueño.

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12 jun 2020

El liderazgo, la excelencia académica, el impacto del conocimiento y una universidad incluyente son ejes que han marcado a generaciones de egresados que decidieron confiar a Uninorte la formación profesional de sus hijos. Una muestra del vínculo que la institución espera forjar en cada uno de sus egresados, pues conforman la comunidad más numerosa de la universidad y la extensión de su objetivo misional.

En el marco de la ceremonia de grados de Medicina y Enfermería de hoy viernes, 12 de junio, destacamos varios casos en los que Uninorte se convierte en una elección generacional. Son ejemplo de que el vínculo más duradero de nuestra comunidad va más allá de la academia y hace sinergia con los valores de una familia.

Una vocación que genera impactos positivos

Laura López Brokate, de 24 años, recibe este viernes la Medalla de Plata en su grado como médica, es hija de Raúl López Morad, reconocido cirujano cardiovascular y egresado del programa de Medicina (1988). Para ella, la medicina se basa en el pilar de la vocación, el cual siempre ha visto en su papá a través del compromiso y sacrificio por su labor diaria.

“Quizás todos tenemos motivos diferentes para escoger la medicina como nuestra profesión, pero hay algo que es común: la palabra ‘ayudar’. Tener la oportunidad de generar un impacto positivo tanto a nivel individual como colectivo, eso lo aprendí en Uninorte y de mi papá”, señala la egresada.

A Laura le gustaría especializarse en neurología, gusto académico que adquirió en el Hospital Universidad del Norte, tras conocer el “fascinante mundo del sistema nervioso”. Pero también afirma que sale a la sociedad como una profesional especializada en el trato humano, porque la institución desde el primer semestre la ha “preparado para ser una médica integral”.

“Estudiar medicina fue una decisión de ella y todos estamos muy contentos en la familia. Mi hijo mayor también es galeno. Ellos saben que el médico definitivamente tiene que tener una vocación de servicio, una honorabilidad total y ser investigador hasta el último día. Tiene que atreverse a innovar y no quedarse en una zona de confort. Laura lo sabe porque la formación en la universidad es impresionante”, argumenta el doctor Raúl López, médico que ofreció en 1996 el primer servicio de cirugía cardiovascular en Barranquilla.

La mayor muestra de sentido de pertenencia

Durante estos seis años de formación, María Claudia Bojanini, de 24 años, quien recibe este viernes un diploma como graduanda de excelencia en Medicina, siempre tuvo claro que lo más gratificante de continuar el legado médico de su familia es haberlo hecho en la Universidad del Norte, de donde su madre, Nora Pérez Matera, también es egresada del programa de Medicina (1986).

“Mi mamá siempre está ayudando, no importa si el paciente no tiene los recursos suficientes para un estudio, ella busca la manera de hacerlo. Si es un tema delicado, busca la forma de contactarse con otros médicos para ayudar al paciente. Ella siempre está dispuesta y feliz con su labor, algo que admiro de ella”, afirma María Claudia.

Entre sus planes está especializarse en pediatría, como su tío Jorge Pérez Matera, quien también es egresado de Uninorte (1986). “Ver la formación de mi hija en la universidad es la mayor muestra del sentido de pertenencia que tengo como egresada de Uninorte, que sigue dándoles los principios de honradez y humildad a sus estudiantes. Para todos los egresados un aplauso grande”, expresa la doctora Nora.

El orgullo de ser uninorteño

Para Andrés Felipe Latorre Pinto, de 23 años, quien también recibe su título como médico de Uninorte, el estudio constante es un compromiso que ha heredado de sus padres: Alberto Latorre Abisambra y Narda Angélica Pinto, médicos egresados de la institución en 1989 y fundadores del centro de imágenes de radiología Cerid S.A.

“Ser médico uninorteño es estar comprometido no solo con la excelencia académica sino también con el buen trato de los pacientes. Es nuestra responsabilidad”, puntualiza el egresado, cuya primera opción de especialización es la radiología.

Alberto Latorre, como egresado de la Universidad del Norte y padre de un graduando, dice que es motivo de orgullo ver cómo un nuevo grupo de profesionales de la salud culmina esta etapa de sus vidas, sobre todo en un momento crucial de la sociedad, en el que ha cambiado la forma de vivir y de pensar, pero que requiere de seres humanos íntegros y honestos.

“Felicitaciones a los padres que hoy nos sentimos orgullosos por el deber cumplido y el buen ejemplo dado a nuestros hijos. A ellos muchos éxitos en este camino que inician. Vendrán muchas metas más por cumplir, teniendo siempre presente que lo único imposible es aquello que no intentas, que siempre puedes más de lo que te imaginas (…) A los docentes y a todo el equipo humano de la Universidad del Norte muchas gracias por su entrega y acompañamiento incondicional en estos años. Es un orgullo ser uninorteño”, concluyó el doctor Latorre.

Por José Luis Rodríguez R.

 

 

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