Formalización y turismo cultural, ejes claves para la Economía Naranja en el Caribe

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El viceministro David Melo Torres durante su presentación en el salón 24G2.

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26 feb 2019

Desde finales de 2018, el Gobierno Nacional ejecuta una agenda de desarrollo de la Ley de Economía Naranja, con la aprobación de los lineamientos de política, el esquema de gobernanza, los Bonos Naranja y la futura divulgación de los bienes y servicios creativos del país. Es por eso que en el marco de la estrategia del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para el Fortalecimiento de las Comisiones Regionales de Competitividad- CRC, se desarrolló el 21 y 22 de febrero en Uninorte el Encuentro Regional Caribe de Comisiones Regionales de Competitividad, cuyo objetivo se centró en la “transferencia de capacidades y apropiación de conocimiento, que permitan a las Comisiones Regionales desencadenar procesos de gobernanza y sostenibilidad para el desarrollo regional y la competitividad”.

Dentro de la jornada, David Melo Torres, viceministro de Cultura, socializó a delegados del Ministerio de  Comercio, la Gobernación del Atlántico, empresarios, emprendedores, entre otros, la estrategia nacional de la Economía Naranja, describiendo las Áreas de Desarrollo Naranja (ADN) y presentando algunos instrumentos para el sector.

Se refirió a la Economía Naranja como un factor que representa una oportunidad para Colombia basada en el talento, la creatividad y la herencia cultural, además de destacar las acciones que adelanta el Gobierno para estimular la creatividad desde las particularidades de cada territorio en el país. Sobre el Caribe, por ejemplo, resaltó que tiene un componente de “turismo cultural muy fuerte”.

“Mompox (Bolívar) es un centro histórico con un gran valor cultural y patrimonial, en donde si bien la dinámica del turismo ha enriquecido la dinámica de la región, en nuestra perspectiva también ha amenazado y generado perjuicios al patrimonio de este municipio. Todo esto para decir que es en el turismo en donde tal vez vamos a tener la posibilidad de democratizar la política de Economía Naranja, donde seremos más prudentes en cómo son las relaciones entre la promoción turística y la valoración y protección del patrimonio cultural”, argumentó Melo en el salón 24G2.

El Ministerio ha identificado varios grupos de desarrollo, dependiendo de la complejidad de los sectores y la dinámica de inserción. El primero es el de Artes y Patrimonio, en donde explicó que hay “mucho volumen de gente trabajando”, pero pocas formalizadas con emprendimiento. Para ello se tienen planeadas “unos instrumentos que permitirán desarrollar agendas de formalización”.

“La línea de festivales y carnavales es otra que vamos a trabajar con mucho cuidado. Barranquilla está con uno de los modelos más interesantes, trabajando para que esta actividad sea de 365 días, con intervenciones fuertes. Que está generando dinámicas de formación en oficios, que permitan modelos de emprendimientos sostenibles”, manifestó el funcionario.

Cree que el programa del Gobierno podría estar apoyando a cerca de mil fiestas populares o carnavales en todo el país, es decir, casi uno por municipio, pues la idea es buscar mecanismos que sostengan sus dinámicas económicas a lo largo del año. Tal vez, recalcó, “es la ruta más compleja y con más expectativas”.

Melo Torres también destacó que la mayor parte de las organizaciones culturales del país generan economía a través de procesos de educación no formal, que representan hoy cerca del 20 % de la cuenta satélite que miden. Durante el segundo día (22 de febrero) se desarrollaron dos escenarios: uno de intercambio de experiencias para dinamizar las instancias que conforman las CRC, especialmente el Comité Ejecutivo, y un escenario académico para conocer estrategias para mejorar aspectos de competitividad y productividad territorial.

 

Por José Luis Rodríguez R.

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