Grupo Folclórico Uninorte: 30 años de arte, cultura y una filosofía de vida

En 30 años de existencia, el Grupo Folclórico de la Universidad del Norte les ha enseñado a cientos de estudiantes no solo el valor y el placer de interpretar los ritmos autóctonos de nuestro país; también los ha formado en valores y les ha enseñado lecciones que conservarán para toda la vida.

El grupo institucional más antiguo de la Universidad del Norte cumple tres décadas con una celebración este viernes 18 de noviembre que honrará todos sus logros con la presencia de miembros actuales y antiguos, quienes bajo la dirección general de Jenny Pineda desde su creación, conocen a fondo el folclor colombiano y lo han mostrado con orgullo dentro y fuera del país.

“El grupo ha realizado varios proyectos apoyado por la universidad y Bienestar Universitario; ha contado con el entusiasmo, la disciplina y el sentido de pertenencia de mis alumnos y exalumnos. Le doy gracias a todos ellos por haber contribuido a que yo pudiera realizar este proyecto, que ha sido el sueño de mi vida”, expresa con emoción Pineda, quien sostiene que la llena de orgullo representar con él a la Universidad del Norte.

Actualmente son 45 estudiantes, entre bailarines y músicos, los que componen el grupo, quienes tienen en su repertorio alrededor de 35 danzas colombianas que han llevado a países Francia, Bélgica, Costa Rica, Holanda, Alemania, México, Italia, Polonia e Inglaterra desde 1996 y a un sinnúmero de eventos y festivales en Colombia.

Pero más allá de lo que aprenden en términos culturales, el Grupo Folclórico tiene una “magia”, como sus mismos integrantes lo llaman, y es lo que los mantiene unidos incluso después de que se gradúan de sus respectivas carreras.

“Más allá de ser un grupo artístico, es una filosofía de vida, y eso lo hemos podido evidenciar y se va a reflejar en esta celebración de los 30 años, al poder tener egresados de todas partes del mundo”, cuenta Jorge Bohórquez, coordinador de Desarrollo Cultural y Artístico de Bienestar Universitario.

Para él, en sus miembros se puede evidenciar el crecimiento en valores, capacidades y otros aspectos positivos, especialmente la forma en la que a través de la danza se apoyan entre sí, no solamente en el momento de bailar sino en la vida personal y laboral.

Estos jóvenes, más que compañeros o amigos, se vuelven una familia. Como Pineda y Bohórquez cuentan, varios de sus miembros han encontrado el amor entre sí y comparten con sus hijos el amor por el folclor colombiano, tanto así que algunos de los hijos de los primeros egresados del grupo también ingresaron a este.

“Tengo relación con todos mis estudiantes, desde los del primer grupo. Varios egresados son funcionarios de la universidad y eso me llena de orgullo. Con los que están fuera de la ciudad o del país siempre me comunico, y cuando vienen a fin de año a Barranquilla nos reunimos y llevan a sus hijos, los ‘nietos folclóricos’”, cuenta Pineda entre risas.

Estos jóvenes no solo bailan juntos, sino que comparten sus vidas, se ayudan en las asignaturas, aprenden sobre disciplina, responsabilidad, trabajo en equipo, manejo del tiempo, a superar adversidades, a comunicarse mejor, a resolver conflictos y tener relaciones interpersonales sanas. Algunos incluso mejoran su rendimiento académico.

“La cultura se convierte en una excusa, una herramienta, un medio para la formación y el desarrollo personal del estudiante de la universidad. Más allá de formar grandes bailarines y artistas, se trata de lo que hace este tipo de experiencias en la vida del estudiante”, señala Bohórquez.

“Esto no hubiera sido posible sin el gran apoyo que hemos tenido de la Universidad. Sin ese apoyo no hubiéramos podido hacer nada, ha sido fundamental para que el grupo haya llegado hasta donde está. Le doy gracias a Dios por haberme puesto aquí”, cuenta la directora del grupo.

Ese apoyo se ve en el sello Uninorte que tiene el grupo, pues refleja los valores de la universidad. “Creo que ese ha sido uno de los principales secretos: estar alineados a la institución y su visión, filosofía, ideología de lo que quiere que sean sus estudiantes y egresados”, opina el coordinador de Desarrollo Cultural y Artístico.

Ese sello ha pasado de generación en generación gracias a la base sólida del grupo, al compromiso que sienten sus miembros salientes en vincular a los nuevos en su filosofía y al trabajo del equipo de profesores que los guían: además de Jenny Pineda en la dirección están Fatina Barrera como apoyo en la parte de danza, Tomás Terán en la dirección musical, Jorge Jimeno en el apoyo musical y Natalia Pérez en la parte de logística y organización.

“El Grupo Folclórico cada vez me va sorprendiendo más, cada vez los estudiantes llegan con más entusiasmo, queriendo saber y participar más”, detalla su directora, quien no tiene más que palabras de agradecimiento en la celebración de estos 30 años.

Por Melissa Zuleta Bandera