Hablemos sobre Colombia con Weildler Guerra

El antropólogo y miembro del Consejo Asesor - Región Caribe de Tenemos que hablar Colombia conversó con Grupo Prensa sobre la importancia de la iniciativa y compartió su visión de país. Este 19 de agosto se reunieron los 12 integrantes del Consejo a través de Zoom y la sala de reuniones de la Rectoría.

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El antropólogo Weildler Guerra en la sala de reuniones de Rectoría.

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20 ago 2021

En el marco de la más reciente reunión del Consejo Asesor - Región Caribe de Tenemos que hablar Colombia (TQHC), iniciativa nacional que propicia un escenario de diálogo entre ciudadanos para que, a través de una comunicación articulada, se construya una ruta para el cambio social en el país, Grupo Prensa conversó con el consejero Weildler Guerra Curvelo, antropólogo wayuu y asesor de la Red Cultural del Banco de la República, sobre la importancia de esta plataforma colaborativa de diálogo y su visión de país.

TQHC es la respuesta al momento histórico que vive Colombia, de cara a unas próximas elecciones en 2022, y la Universidad del Norte es una de las instituciones que lidera la iniciativa, con el objetivo de ser un mediador de las voces de la región Caribe. El Consejo Asesor – Región Caribe, conformado por 12 miembros del más alto nivel académico y profesional, líderes y expertos en distintos campos de acción, se reunió el 19 de agosto de manera virtual y presencial, en la sala de reuniones de la Rectoría de Uninorte.

Grupo Prensa - ¿Por qué es necesario generar este gran diálogo nacional?

Weildler Guerra - El diálogo es importante porque el país ha dado evidencias de que lo requiere con urgencia. Las actuaciones de los jóvenes, sus formas de canalizar iniciativas y protestas deben ser leídas acertadamente y otorgarles la urgencia y la importancia que requieren, para que el país pueda moverse en la dirección de la historia y que sus ciudadanos le quieren imprimir. Eso fortalece la democracia y permite incubar iniciativas, propuestas y proyectos que seguramente harán que haya una mayor confianza entre la democracia que tenemos las instituciones y los ciudadanos que la conforman.

¿Qué Colombia anhela Weildler Guerra?

Yo sueño con un país que, mirándose en el proyecto grande que soñó en 1819 cuando surgió la idea de Colombia, Europa nos miró como una pompa de jabón entre las naciones que surgían del mundo, como una nueva potencia. Cuando nos miramos ahora encontramos un déficit inmenso de desencuentros, guerras civiles, errores, escisiones territoriales como las que terminamos en cuatro repúblicas. Pero siempre será válido volver a los ideales originales que generaron esta república. Detenerse a dialogar y a vernos en el ámbito de la historia, pero para el futuro, en donde el ciudadano sea una voz consciente de su propia vocalidad, sujetos activos de la historia y no meros seres pasivos de las consecuencias indeseadas de ella. Ese es el país que sueño. Uno que incorpore los futuros del pasado, los futuros que perdimos en la región. Un país con los sueños de todos.

¿Y cuál cree que debe ser el foco de estas conversaciones para concretar las ideas y anhelos de los colombianos?

La metodología de TQHC es integral. Para algunos colectivos humanos lo ambiental es relevante, para otros es lo económico, para otros es lo institucional. No podemos dejar por fuera nada de lo que los ciudadanos estén anhelando. Como lo dijo el rector Adolfo Meisel, sus factores de confianza en unas instituciones y de desconfianza en otras, que nos ha hecho tan connotados a nivel internacional como seres desconfiados. Yo pienso que no puede haber restricciones. Aquí esperamos que la gente realmente exprese y proponga lo que piensa y siente.


El encuentro de consejeros se desarrolló en Zoom y la sala de reuniones de Rectoría de Uninorte.

¿Qué hace un consejero y cuáles son sus funciones dentro de este diálogo?

Los consejeros, en primer lugar, procuramos generar confianza. Es decir, se trata de personas con trayectorias académicas, investigativas o de diversos campos del conocimiento que generan confianza entre los ciudadanos para garantizar que el diálogo tenga unos fines altruistas y en beneficio de la nación. Es decir, que sea integral, plural entre contrarios que reconocen sus diferencias y encuentran salidas pacíficas. El hecho de dialogar ya contribuye al país, y yo creo que los del Comité Asesor también damos ideas metodológicas, conceptuales y de principios para que el diálogo se encauce y tenga el apoyo más amplio que pueda obtener. Esa es nuestra tarea fundamental.

Uno de los temas abordados durante la reunión es que en el país se suelen tejer distintas iniciativas de diálogo. En ese sentido, ¿qué diferencia a Tenemos que hablar Colombia?

Los diversos diálogos que hay en Colombia tienen diferentes ámbitos. Unos son motivados por regiones, otros por departamentos, por organizaciones partidistas o entidades académicas. Esto es importante y me alegra mucho que Tenemos que hablar Colombia los comprenda como un gran paraguas y establezca un canal llamado Diálogo de diálogos. Eso me parece acertadísimo, porque justamente uno de los rasgos más importantes de la democracia son los diálogos, la capacidad de ser una sociedad humana dialogante y que encuentre salidas y se enriquezca a partir de las iniciativas que dan los diálogos.

Pero, además, me encanta un componente en Tenemos que hablar Colombia, que es 'diálogo e incidencia ciudadana'. Esa incidencia ciudadana no necesariamente tiene que terminar en una política pública. Si lo hace mejor, fabuloso, pero las sociedades y las repúblicas como la nuestra, que para el caso del Caribe colombiano cumple 200 años de su liberación, tienen que detenerse y buscar en la historia un reservorio de sentidos para el futuro. Entre los ideales iniciales de crear una nación y lo que hemos logrado y no hemos logrado hasta ahora. Esos balances son necesarios, son claves, tanto a través de la coyuntura actual de lo ocurrido hace meses como también de lo que ha transcurrido en todos nuestros dos siglos de vida republicana importante.

¿Qué les diría a los jóvenes colombianos que durante los últimos años han liderado la búsqueda de una transformación social y se sumen más a este gran diálogo nacional?

Primero agradecerles. Ha sido la condición activa de los jóvenes la que ha sacudido al país. La gente se rebela y el hecho de rebelarse y de ser críticos con un estado de cosas despierta al resto de la sociedad. Tienen que mantener esa actitud crítica y creativa, las dos cosas al mismo tiempo. Tienen que participar en Tenemos que hablar Colombia, porque justamente es el lugar donde tienen cabida su inconformidad y sus iniciativas y sus propuestas para un nuevo país.

 

Más sobre TQHC

Seis universidades del país: Universidad de los Andes, Eafit, Universidad Nacional, Universidad Industrial de Santander, Universidad del Valle y la Universidad del Norte, con el apoyo de Grupo Sura y Fundación Ideas para la Paz (FIP), lideran este gran diálogo nacional. Cuentan con una transferencia metodológica probada con éxito en Tenemos que hablar de Chile, para garantizar el encuentro y la conversación entre todos. Durante este año y 2022 promoverá conversaciones que aseguren una adecuada representatividad y una activa participación de los colombianos bajo las siguientes modalidades:

Colombia a escala: encuentros representativos que escalan la conversación entre todos los colombianos para conversar alrededor de la pregunta orientadora ¿qué debe cambiar, mejorar o mantenerse en nuestro país?

Conversar es mejor: conversaciones fluidas y simples de la mano de las entidades facilitadoras. El eje central aquí es la participación de todos aquellos que deseen sumar voces al diálogo nacional y aportar su visión de país.

Diálogo de diálogos: recolección y análisis de los resultados del conjunto de iniciativas de conversación que se implementan en el país durante 2021.

La información recogida será presentada a las comunidades, la opinión pública, las autoridades, los órganos de representación y a otros actores que puedan tenerla en cuenta en sus análisis y en la generación de políticas públicas.

El 18 de agosto, a través de una sesión de Zoom, el egresado del programa de Filosofía y Humanidades de Uninorte, Luis Felipe Dávila Arcón, como facilitador, y Carolina de la Espriella, jefe de Alianzas Estratégicas, como participante del diálogo, socializaron la importancia y metodología de Tenemos que hablar Colombia, además de invitar a más ciudadanos a inscribirse.

“TQHC es una plataforma que pretende reunir a personas de diferentes contextos sociales, étnicos, religiosos y culturales del país. Un espacio para conocer las preocupaciones del presente y nuestro futuro”, señaló Luis Felipe.

De igual manera, durante la reunión del Consejo Asesor – Región Caribe, desarrollada este 19 de agosto, los consejeros conocieron más a profundidad las acciones de divulgación de Uninorte, los colaboradores que apoyan la iniciativa, los aliados regionales, además de compartir diferentes estrategias y reflexiones para incentivar la participación de los diálogos.   

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Por José Luis Rodríguez R.

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