homenaje meira del mar

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El rector Adolfo Meisel y el artista Cristo Hoyos junto a allegados de la poeta.

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10 abr 2019

“No es de ahora este amor”, reza la primera línea del poema Raíz antigua de Meira Delmar. Para la Universidad del Norte, el amor hacia la poetisa de ascendencia libanesa “de lejos viene” y su forma más reciente de expresarlo fue el nombrar la sala de juntas que se encuentra ubicada en Rectoría como el Salón Meira Delmar.

El 8 de abril se realizó un evento, al que fueron invitados allegados de Olga Chams Eljach para oficializar el nombramiento de este salón, donde se reúne mensualmente el Consejo Directivo de la universidad. En el homenaje también fue develado un retrato que hizo el artista cordobés Cristo Hoyos, que reposará sobre una de las paredes del espacio.

El rector Adolfo Meisel contó que la universidad estaba en deuda con la poetisa, puesto que le había sido otorgado un doctorado Honoris Causa pero la homenajeada falleció poco tiempo después y no pudo recibirlo. “Ponerle a este salón tan importante su nombre es un más que justo reconocimiento, por la importancia de su obra y porque está presente en esta universidad en nada menos que su himno”, anotó el rector.

Agregó que las palabras ‘alegría, verdad y rectitud’, consignadas en el himno que escribió Chams Eljach, han sido una máxima en Uninorte y en ese sentido se verán reflejadas en diferentes aspectos como el nuevo sello oficial de Uninorte. El rector también anunció que se inaugurará una nueva fuente frente al edificio Álvaro Jaramillo que llevará el nombre de ‘Alegría, verdad y rectitud’.

“Queremos que estas tres palabras estén muy presentes en la universidad, pero sobre todo en la consciencia de nuestros egresados”, señaló. Poemas de Meira Delmar se encuentran exhibidos en las áreas comunes del campus y la más reciente publicación de la colección Roble Morado es un compendio de sus poemas.

De igual forma, el autor del retrato manifestó que quiso hacer con Meira lo que la universidad está haciendo con ella, “dignificarla, tratar de hacer una elegía visual para ver si lograba, de alguna manera, tocarla en algo de lo que yo capté en esos pocos ratos que estuve con ella”.

Antes de develar la obra, Hoyos explicó que una característica del género del retrato le complicó especialmente la tarea que tenía. “En la historia del retrato, casi ninguno bueno, muestra al retratado riendo. Imagínate que la carcajada más grande de la historia del arte es la de la Mona Lisa”, señaló jocosamente el artista.

Hoyos afirmó que no concebía a Meira Delmar con la boca cerrada y que inclusive basó su obra en la voz de la poetisa que conoció en 1985, tras una exposición en la Galería Elida Lara. “Tenía un aura, presencia de dama, de figura que yo no creía que ella hablaba sino que aleteaba como una mariposa”, describió el artista las características que buscaba capturar.

Y precisamente lo que le preocupaba al artista fue lo que celebró la familia, la alegría que refleja la sonrisa en el retrato. “Espero que su espíritu amoroso, conciliador, inteligente, ansioso de tener y compartir conocimiento, de transitar la vida en armonía con la naturaleza, siempre guíe y permanezca a los que habiten en esta sala”, anotó Ricardo Chams, sobrino de la poetisa, que brindó unas palabras en representación de la familia.

El homenaje no podía finalizar sin la escritura que hizo de Meira Delmar una de las poetas más influyentes del siglo XX en Colombia. Las encargadas: Isabella Chams, otra de sus descendientes quien leyó Raíz Antigua; y Odette Yidi, magíster en estudios del Medio Oriente Próximo que se ha dedicado a estudiar la obra de la barranquillera, y quien leyó este mismo poema en árabe.

 

Por Leonardo Carvajalino

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