Huertos urbanos, un laboratorio para el aprendizaje comunitario

Además de ser una solución sostenible frente a problemáticas del presente, como la inseguridad alimentaria, impactos del cambio climático y falta de oportunidades laborales en comunidades urbanas vulnerables, los huertos urbanos son un espacio de unión social, de intercambio y recuperación de saberes.

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Durante la más reciente edición de 30 minutos, 10 preguntas que se realizó vía YouTube.

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06 nov 2020

Los huertos urbanos, además de ser una solución sostenible frente a problemáticas del presente como la inseguridad alimentaria, impactos del cambio climático y falta de oportunidades laborales en comunidades urbanas vulnerables, son un espacio de unión social, de intercambio y recuperación de saberes. Así también han sido utilizados por instituciones académicas como lugares que aportan a la formación integral de profesionales. 

En la más reciente edición de "30 minutos, 10 preguntas", que se llevó a cabo el 3 de noviembre vía YouTube, profesionales de distintas partes del continente compartieron sus experiencias en el desarrollo de huertos urbanos con iniciativas nacidas desde universidades. El conversatorio estuvo moderado por Maritza Duque, directora de Ecocampus. 

La docente del departamento de Química y Biología de Uninorte señaló que uno de los deberes de la universidad es concentrar personas y diversos actores sociales de diferentes procedencias para compartir saberes. En ese sentido, las huertas son una gran oportunidad de rescatar el conocimiento ecológico tradicional, que con la globalización se está perdiendo. 

Sylvana Galvez Herrera, quien hace parte del Programa de Sustentabilidad Universidad Tecnológica Metropolitana de Chile (UTEM), contó que desde 2013 están trabajando con una microhuerta que se encuentra dentro del campus. A través de este espacio, forman a la comunidad universitaria en temas de agricultura y sostenibilidad. 

 

Han participado en proyectos de comunidad a través de la Red Internacional de Huertas Educativas, con la que lanzaron un microfondo para huertas urbanas. También crearon la iniciativa Huerta Emergente, que benefició a 200 familias con kits de huerta, semillas, tierra, entre otros elementos necesarios para el sembrado y mantenimiento. 

Durante la pandemia la UTEM ha abierto cursos de huerta online, dirigidos por Galvez y abiertos a todo público. “Soy la profesora pero voy aprendiendo de todos los que se conectan y cuentan sus experiencias con huertas”, anotó sobre las clases en línea.

Patricio Camoglino Escobar, ingeniero agrónomo y promotor de sistemas agroecológicos en Chile, narró que durante más de 20 años ha estado involucrado con proyectos de huertas y lo que aprendió como estudiante lo aplicó una vez estuvo en la capacidad de hacerlo como profesional. Su trayectoria comenzó como estudiante de agronomía, cuando creó junto a un grupo de sus colegas la organización Biohuerto e iniciaron una huerta urbana para “aprender y hacer una crítica a lo que nos enseñaban en la época”, contó. 

Lo aprendido lo aplicó posteriormente en 2011, cuando comenzó a trabajar en la Pontificia Universidad Católica de Chile en un programa de vinculación con municipalidades. Dos años más tarde hizo parte de la constitución de la Oficina de Sustentabilidad. Durante su tiempo aprovechó para vincular a los estudiantes y grupos estudiantiles en el quehacer institucional. 

También aportó a la creación del Huerto San Francisco dentro del campus, que tiene cinco años consolidándose como un espacio de formación y encuentro. Este lugar ha sido un sitio de enfoque tanto para cursos introductorios de ciencias básicas, como para investigación académica de profesionales y estudiantes de disciplinas como la nutrición. 

Huberth Vargas Picado, Doctor en Ciencias de la Sociedad de la Universidad de Costa Rica, manifestó que el enfoque del trabajo que viene realizando desde la institución académica gira en torno a fomentar la seguridad alimentaria, economías de pequeña escala y educación para el desarrollo sostenible. Desde la Universidad trabajan con comunidades cercanas y apoyan en la siembra de huertos que se localizan tanto dentro de los hogares como en espacios públicos (parques y hasta andenes). 

El programa se centra en el desarrollo comunitario; se busca que las experiencias, conocimientos y productos que se generen del proceso de gestión de huertos urbanos, se intercambien. El objetivo es hacer agricultura biointensiva, sobre todo por la poca disponibilidad de espacio que tienen en el país.

“Nos interesa generar una agricultura escalonada con policultivos, generar asociaciones y en poquito espacio mostrar muchas experiencias, no solo de cómo hemos cambiado la riqueza del suelo, sino también cómo se ha mejorado la calidad ambiental de los lugares”, cerró el invitado.

Por Leonardo Carvajalino

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