Impactos y reflexiones sobre el medio ambiente en la cuarentena

Durante un diálogo entre profesores especializados en recursos hídricos, calidad del aire, biodiversidad y derecho ambiental, se ahondó en cómo el confinamiento, además de evidenciar la fragilidad de la economía, ha demostrado que el relacionamiento individual con el medio ambiente es clave para su gestión.

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16 jun 2020

El confinamiento además de evidenciar la fragilidad de la economía, ha demostrado que el relacionamiento individual con el medio ambiente es clave para su gestión. Que debe partir de una conducta responsable y sincera de cada individuo y que puede mejorar con un pequeño cambio.

A través de una nueva edición de 30 minutos, 10 preguntas —denominada ‘Impactos de la cuarentena en el medio ambiente’— cuatro profesores de diferentes programas de Uninorte conversaron el 9 de junio sobre los efectos que ha tenido el confinamiento de la ciudadanía en la calidad del aire, del agua, la biodiversidad de los ecosistemas y qué papel juega la política pública y el derecho en todo esto.

“En nuestro caso (Colombia) es vital la diversificación de la matriz energética, la exploración de nuevas fuentes de agua potable y el fortalecimiento de la autoridad ambiental, para que podamos proteger los recursos que tenemos”, señaló Juan Camilo Restrepo, profesor del departamento de Física y Geociencias, magíster en Ciencias de la Tierra y doctor en Ciencias del Mar.

La reducción de agua en algunos embalses del país ha sido ocasionada por la disminución del volumen de lluvias en los últimos seis meses. La esperanza para evitar un racionamiento es que las precipitaciones aumenten entre julio y agosto de 2020, pero este panorama desafortunadamente era similar al de hace dos años y, al parecer, se hace más frecuente, evidenciando un rasgo: “nos estamos haciendo muy vulnerables a los cambios ambientales”.

En cuanto a la calidad del aire, el llamado es a cumplir las políticas públicas y los planes de control de la contaminación. “En varias ciudades del país ha habido reducciones porcentuales de la contaminación del aire, sin embargo, es lamentable ver que en ciudades como Barranquilla y Cúcuta no se han reducido como esperábamos por quemas inescrupulosas para ganadería y otros usos. Para no perder el terreno ganado en la mejora, por ejemplo, tendríamos que hacer cambios en nuestros hábitos, como usar más transportes sostenibles y combustibles limpios”, afirmó Dayana Agudelo, ingeniera ambiental y sanitaria, profesora del departamento de Ingeniería Civil y Ambiental.

Colombia también es uno de los países más biodiversos de la Tierra, con más de 51 000 especies, y además fue el anfitrión este año del Día Mundial del Medio Ambiente, que se enfocó en el rol crucial de la biodiversidad. Para Robin Casalla, Ph.D en Ciencias Naturales, profesor del departamento de Química y Biología, y coordinador de la Maestría en Ciencias Naturales, el confinamiento ha permitido a algunos animales saltar algunas barreras invisibles hacia el espacio urbano, donde antes no eran visibles. Sin embargo, la academia también se ha visto afectada, en el sentido de que muchos proyectos, investigaciones y salidas de campo se vieron afectadas, sobre todo en el área de la biodiversidad.

“No veo que un organismo alcance a reproducirse o cambiar su hábitat en un corto periodo. Hay que tenerlo claro, porque si bien vemos noticias de apariciones de especies en nuevos lugares, esto es temporal”, advirtió el docente.

De acuerdo con Carlos Javier Velásquez, doctor en Derecho, magíster y especialista en Derecho Ambiental, lo que ha moldeado las relaciones entre el ser humano y su entorno es el paradigma antropocéntrico, pero cuando pasan este tipo de eventualidades tenemos que pensar en cómo cambiarlo, para buscar una calidad de vida que respete los equilibrios ecosistémicos y la capacidad de recuperación y de resiliencia de los recursos.

“En esta posibilidad de reconfiguración me gusta ver al medio ambiente como una parte esencial del modelo de desarrollo. Frente a la covid-19 pierden los seres humanos y también el medio ambiente, porque el desarrollo sostenible implica ese desarrollo del ambiente como una constante fundamental, pero al mismo tiempo hay una dimensión económica del desarrollo. Tiene que haber un desarrollo económico porque con esos dineros vamos a renovar la calidad del medio ambiente”, argumentó el profesor Velásquez, director de la Maestría y la Especialización en Derecho Ambiental y Urbano Territorial de Uninorte.

Por José Luis Rodríguez R.

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