“Juégatela con el rector”: un juego de dominó que une a la comunidad universitaria

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El rector Adolfo Meisel mientras departía una partida de dominó con estudiantes y el profesor Tomás Terán.

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30 jul 2018

La multitud en las gradas llamaba la atención. La pareja de seis se revelaba, anunciando el inicio de la partida. Una mesa, 28 fichas de resina, más de 100 espectadores observando a los jugadores espontáneos. Reunidos en el teatrino (al lado del Bloque G) con el rector Adolfo Meisel Roca para conversar y conocerse. Para jugar dominó.

"Nació en China en el año 1120, después de Cristo; paseó por los salones imperiales de la Italia monárquica, saltó a las calles de Europa por cuenta de los apostadores y llegó al Caribe en los galeones de madera que surcaron los mares, en busca de nuevas tierras", narraba Alberto Martínez, director del Departamento de Comunicación Social y Periodismo, como introducción al evento sin precedentes en el campus. El dominó llega ahora a Uninorte a través de “¡Juégatela con el Rector!”, iniciativa —cuyo origen emergió en una conversación entre docentes de Comunicación—, organizada por Bienestar Universitario como una reivindicación del Caribe en el campus. Una oportunidad para que la comunidad conozca más del nuevo directivo y su visión.

Con los colores de las 5:30 de la tarde, estudiantes, profesores y funcionarios se encontraron el 27 de julio a cada lado de la mesa, concurriendo "a lo que el poeta cubano Rogelio Fabio Hurtado llamó: nuestra versión del diván del psiquiatra", sentenció Martínez.

“No vayan a creer que soy tan bueno, porque la última vez que jugué dominó fue contra los taxistas de San Andrés, en el Hotel Sunrise. Jugué con el profesor de la Universidad del Magdalena, Jorge Elías, y nos ganaron cien a cero. Culpa mía, porque empecé a tomarme selfies”, advirtió de entrada Meisel a su compañero Tomás Terán, profesor de Música, y a los dos estudiantes competidores. El diálogo ameno y la risa del público acompañaron el desarrollo de las partidas.

“¿Rector en qué carrera encuentra usted una semejanza con el dominó?”, preguntó uno de los estudiantes.

“Creo que en las artes, tener conocimiento y tener creatividad, como en todas”, respondió el barranquillero de forma pausada, dando una rápida mirada a la mesa y a su mano. “La suerte también se la hace uno mismo”, remató, poniendo su siguiente ficha.

Dicen que el dominó es a los caribeños, lo que el fútbol es a los ingleses. Lo cierto es que este juego de mesa es un gran influenciador cultural en nuestra región. Los economistas, por ejemplo, adaptaron un término, que de hecho exportaron, como devolución al mundo global: si en país lejano ocurre un fenómeno que impacta en los nuestros, entonces se produjo un efecto dominó. Sus conocedores dicen que para ser un buen jugador es necesario tener una buena estrategia y contar con un poco de suerte. Es por eso que otro de los estudiantes le preguntó al rector si en su carrera profesional ha sido un buen estratega.

“No he tenido estrategia, he hecho lo que me gusta. He tomado a veces decisiones que no eran las más lógicas, pero sí eran las que sentía que me podían hacer más feliz, y no me arrepiento”, afirmó Meisel.

La mayoría de partidas fueron ganadas por él y Terán. En ellas el rector destacó que la amistad es una de las principales relaciones que se desarrollan con el juego de mesa, permitiendo “conocer al caballero y a la dama”. También respondió que uno de sus objetivos es invertir en el mejoramiento de la calidad de Uninorte, trabajando para la formación de los profesores, subir los incentivos para sus publicaciones, las becas para estudiantes, laboratorios, infraestructura, entre otros aspectos. Además, anunció el lanzamiento de la estrategia “El poder de la Lectura”, para que toda la universidad lea un libro por semestre. La primera obra a promocionar será Líbranos del bien, de Alonso Sánchez Baute.

“¿Qué es acercar más la sociedad a la universidad?, usted habló de esto en una entrevista”, cuestionó un estudiante.

“La idea es que nos involucremos más en los procesos que tiene la ciudad, que el conocimiento esté al servicio de la gente. Por ejemplo, ayer (jueves) visité un colegio para niños con discapacidad, de la Cruz Roja, frente al HUN. Está bien pero con recursos muy limitados. Entonces la universidad puede apoyar con médicos, con Pisotón, creo que ahí se puede hacer una bonita labor”, concluyó el rector.

Por José Luis Rodríguez R.

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