La biodiversidad Caribe en microorganismos y plantas medicinales

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La preservación del bosque seco tropical fue uno de los temas recurrentes durante el simposio.

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18 ago 2016

En el Caribe colombiano es cada vez más frecuente ver al imponente árbol de nim adornando el entorno citadino; un árbol de origen asiático que atrae a los urbanizadores de nuestras ciudades, quienes están dando prioridad a especies extranjeras como esta, en lugar de recurrir a los árboles propios de la región que cuentan con un sinnúmero de ventajas.

Contrario a esto, en otros países la vegetación típica del Caribe es considerada de gran valor. El árbol de matarratón, por ejemplo, es reconocido por sus abundantes virtudes, como su resistencia, la poco agua que necesita, la riqueza de proteínas que tienen sus hojas y la fijación de nitrógeno que produce.  

Con esta contextualización, el decano de la división de Ciencias Básicas, Joachim Hahn, dio inicio al VI Simposio de Biodiversidad Caribe, que se llevó a cabo el martes,16 de agosto. El decano quiso llamar la atención de los asistentes para que centren sus esfuerzos investigativos en la biodiversidad propia de la región.

El evento, que tiene cada año un enfoque distinto, en esta ocasión tuvo como temas centrales la diversidad microbiana y las plantas medicinales. Así mismo, convocó a investigadores y profesores de Colombia y otros países para compartir conocimientos y experiencias que aportaron al estudio y la preservación de la diversidad biológica caribeña.

“Aspiro que este simposio se convierta en un futuro en el referente de la discusión académica en temas de biodiversidad del Caribe”, afirmó Hahn, quien hizo un llamado a los asistentes para que “estudien más lo propio y menos los ajeno”.

La instalación también estuvo presidida por Judith Arteta, profesora y directora del departamento de Química y Biología, y por Ricardo Gutiérrez, quien además de ser docente de este programa fue el coordinador del simposio.

Según el profesor Gutiérrez, otro de los objetivos del simposio era el de exponer cómo “a través de métodos ingeniosos y haciendo uso de la creatividad se puede estudiar mejor a los microorganismos y cómo estos se pueden aprovechar para resolver problemas de contaminación ambiental”.

Durante la primera ponencia, titulada “Resolviendo el fenómeno de los organismos `incultivables´”, a cargo del investigador estadounidense Slava Epstein, la importancia de estos seres vivos también fue resaltada. De acuerdo con el conferencista, se ha estudiado solo el 1% de microorganismos de tierra y el 0,01% de los marinos, e hizo énfasis en que al no conocer su totalidad “no solo estamos desaprovechando biodiversidad biológica, sino también química”.

La mayoría de antibióticos usados hoy en día, así como algunas de los drogas para el cáncer, provienen de los microbios. “Si ese pequeño porcentaje nos dio lo que ya tenemos, se imaginarán el tesoro que representa el 99% o 99,9% que buscamos”, dijo.

Convenio para cooperación académica y científica 

Al final de la jornada se oficializó un convenio entre la Universidad del Norte y la Fundación Ecosistemas Secos de Colombia, organización dedicada a promover la conservación, recuperación y el manejo sostenible de los ecosistemas naturales, con especial interés en los ecosistemas secos del país.


Joachim Hahn y Gina Rodríguez fueron los encargados de firmar el convenio. 

 

Si bien las dos instituciones han venido trabajando de la mano desde el 2008, esta alianza implica un trabajo conjunto para desarrollar nuevos proyectos de investigación y extensión en el campo de la ecología, conservación, manejo y servicios ecosistémicos del bosque seco tropical en el Caribe colombiano. Así como iniciativas de divulgación del conocimiento en torno a la preservación y manejo de los recursos naturales de esta zona.

Entre los proyectos más destacados que se llevarán a cabo, está la ejecución del VI Congreso Internacional de Ecosistemas Secos. Colombia ha sido elegida nuevamente como sede y tendrá lugar en la universidad, en noviembre del próximo año.

“Es de gran importancia para nosotros suscribir el presente convenio marco, con el propósito de seguir aunando esfuerzos que nos permitan seguir contribuyendo al conocimiento, gestión y conservación de los ecosistemas secos del Caribe y en general de Colombia”, afimró Gina Rodríguez, directora de la fundación.

Por Oriana Lewis

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