La contribución de los ecólogos nacionales en la protección medioambiental

Actualmente es común encontrar en supermercados y tiendas distintos alimentos y artículos con etiquetas que los catalogan como ‘orgánicos’, ‘sustentables’, ‘bio’ o ‘ecológicos’, aludiendo a ser naturales, libres de procesos químicos y que no impactan el medio ambiente; pero como indicó Andrés Vivas, presidente del Colegio Nacional de Ecólogos (COLNADE), “solo porque un producto tenga el sufijo ‘Eco’ no lo hace ecológico”.

Para Vivas situaciones como estas evidencian que el concepto de la ecología y sus implicaciones se ha desvirtuado porque esta es "una ciencia dedicada a comprender las relaciones entre los seres vivos", basándose en el respeto por el ambiente, la información y el criterio científico. Insistió en que COLNADE trabaja para posicionar y dar a conocer la labor que realizan los más de 720 ecólogos de los distintos departamentos del país, a través de proyectos y alianzas estratégicas.

Otra misión de esta entidad es apoyar procesos que se generen en universidades e instituciones nacionales que tengan incidencia en temas ambientales. Por ese motivo el pasado jueves, 16 de noviembre, Vivas realizó una visita a la Universidad del Norte para conocer el trabajo que adelantan profesores de los departamentos de Química y Biología, Derecho y Economía, en materia de protección ambiental.

“En el Caribe hay una menor presencia de ecólogos, pero hemos visto unas oportunidades importantes para el desarrollo profesional y de cooperación en aspectos de ecosistemas costeros y marinos, así como en la apropiación social de temas ecológicos”, dijo, refiriéndose a la pertinencia de este primer acercamiento.

El presidente de COLNADE resaltó que los ecólogos colombianos estudian las relaciones entre los seres vivos, aportando sus conocimientos en investigaciones interdisciplinares para la gestión y conservación del medio ambiente y sus recursos; así como la mitigación de problemáticas que los impactan negativamente.

Considera que la sobrexplotación de recursos naturales y el uso indebido de los suelos son algunas de las problemáticas que más afectan los ecosistemas del país. Pero cree que la más preocupante es que no se de el correcto cumplimiento de la legislación ambiental nacional, lo que trae consecuencias para la conservación.

“Creo que los seres humanos en general no tomamos en serio las señales que se nos presentan, como un río que se seca, la perdida de biodiversidad  o el calentamiento global; por eso siento que la política nacional se esta fortaleciendo para su conservación y desde el Colegio Nacional de Ecólogos estamos comprometidos con apoyar esas acciones”, manifestó Vivas. Explicó que para comprender mejor cómo se dan esas interacciones entre la naturaleza y lo político, su entidad ha creado un grupo de investigación en ecología política llamado Ecopol.

También habló de la responsabilidad y del importante papel que las universidades pueden desempeñar en la protección de especies y entornos naturales, e invitó a su contribución con ideas que puedan ser aplicadas a las necesidades nacionales.

“Las universidades tienen una ventaja maravillosa porque es donde se mueve la frontera del conocimiento, pero a veces la academia se abstrae demasiado, por eso siento que debe haber una coherencia práctica para enfocarse hacia la solución de problemas. Creo que uniéndonos como instituciones podemos encontrar puntos comunes”, apuntó.

Por María Margarita Mendoza.