La economía también necesita una vacuna contra el Covid-19

Las medidas para prevenir el aumento de contagios por el coronavirus, que incluyen periodos de cuarentena en casa, tendrán repercusión en los resultados económicos de 2020. Docentes analizan su impacto global y nacional.

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25 mar 2020

Desde que la Covid-19 se empezó a expandir alrededor del mundo (se han reportado contagios en 173 países) la economía mundial vive momentos de incertidumbre, porque las medidas de aislamiento y confinamiento para evitar la propagación del virus afectarán el panorama económico y puede haber serias consecuencias en la cohesión social de los países, si se prolonga en el tiempo.

De acuerdo con Juan Perilla, profesor de Economía de Uninorte, dependiendo de la duración de la emergencia sanitaria de carácter global, sus efectos sobre la actividad económica serán más o menos desastrosos, tanto sobre la economía mundial, para la que el FMI prevé un menor crecimiento al observado en 2019 (2,4%) y sobre la colombiana.

“Varios de los impactos negativos serán de efecto inmediato, debido, por ejemplo, al cierre temporal o permanente de muchos lugares de trabajo, mientras que otros solo se sentirán sobre el largo plazo, pero que en este momento resultan muy inciertos, precisamente por la gran incertidumbre que existe sobre la magnitud, costo humano y económico, y duración de la pandemia”, agrega Perilla.

Los efectos del coronavirus se han sentido en la economía desde que se originó en China, el principal motor de la economía mundial. El aislamiento de la provincia de Hubei, donde se encuentra la ciudad de Wuhan, fue el preludio de lo que sucedería en todos los países afectados por el virus. La decisión de China impactó en la dinámica de la oferta y la demanda de su economía.

En ese país, al decretarse el cierre de empresas, fábricas o universidades, la cantidad de bienes y servicios producidos bajó considerablemente. Así mismo, la demanda por parte de los consumidores disminuyó por el confinamiento en los hogares. Al final esto se ve reflejado en la caída de la producción industrial, el consumo, la inversión o el comercio internacional de China en los dos primeros meses del año.

La disminución de la producción en China también ha generado un corte en las cadenas logísticas de muchos sectores de la economía mundial, como la industria automotriz, las telecomunicaciones o la industria farmacéutica, por mencionar algunas de las principales. Al respecto, Andrés Castellanos, profesor de la Escuela de Negocios de Uninorte, señala que es de esperar la desaceleración del comercio internacional, lo que afecta al sector del transporte marítimo y aéreo como principales vías para la movilidad de cargas.

“Las grandes navieras mundiales han tenido que cancelar aproximadamente el 30 % de los tráficos que iban y salían del sudoeste asiático; esto representa menos consumo de combustible y, como resultado, baja demanda del petróleo. El sistema aéreo está presentando un escenario similar, muchas aeronaves están quedando en tierra debido a la baja demanda del servicio, lo que ralentiza la movilidad de las cargas y de pasajeros, presionando a una desaceleración de sectores tan importantes como el turismo”, dice Castellanos.

Además, la dependencia de materiales y materias primas originadas de China es alta a nivel mundial. Solo en Estados Unidos es del 35 %, para la Comunidad Europea del 15 % y en Colombia del 17 %. Guillermo Márquez, profesor de la Escuela de Negocios de Uninorte, indica que a pesar de que China empiece a producir, todavía hay muchos países en estado de contención del virus, por lo que las plantas de productos finales pueden estar paradas o empezar a detenerse.

Economía colombiana

Entre los efectos inmediatos de la pandemia en Colombia está lo que ocurre con el comportamiento del dólar, los indicadores del mercado bursátil y la caída de sectores que se ven afectados de forma más drástica (entretenimiento, turismo, hoteles, restaurantes). Mientras que otros sectores pueden presentar dinámicas coyunturales positivas, como los supermercados o droguerías.

Según Perilla, los efectos sobre el mediano y largo plazo se relacionan con las metas de crecimiento económico, el balance fiscal, y las expectativas sobre el cumplimiento de algunas metas macroeconómicas (inflación, tasa de cambio, tasas de interés).

En Colombia, el crecimiento económico puede verse afectado por dos factores estrechamente relacionados: el precio del barril del petróleo y la tasa de cambio con respecto al dólar. Tanto uno como el otro han fluctuado en el último mes: el precio de petróleo ha caído un 40 % por la guerra comercial entre Arabia Saudita y Rusia, debido al aumento de la oferta del crudo.

Con respecto a la tasa de cambio, la devaluación del peso ha sido de más del 20 %, producto de la incertidumbre y huida de capitales golondrina por el coronavirus, que buscan destinos más seguros para invertir. Es de esperar que los ingresos fiscales asociados a la producción y venta de petróleo sean inferiores a los estimados por el Gobierno Nacional, lo cual puede ser nocivo para las finanzas públicas. En el caso de la tasa de cambio, el efecto no es tan claro.

Jorge Quintero, profesor de Economía de Uninorte, dice que es difícil saber hasta qué punto estos efectos son coyunturales o si tendrán repercusiones en el mediano y largo plazo, y, señala que “inevitablemente, habrá empresas, grandes y pequeñas, que van a quebrar, otras van a registrar grandes pérdidas y se va a perder un número importante de empleos. La magnitud de la afectación va a depender del tiempo que demore controlarse la pandemia y se puedan reanudar las actividades productivas que están paralizadas”.

 

Política económica

“Hay que bajar tasas de interés”

Por Jorge Quintero, profesor del Departamento de Economía

Las medidas económicas más urgentes son las orientadas a garantizar el acceso a bienes de primera necesidad a la población más vulnerable, el buen funcionamiento del sistema de salud y el otorgamiento de liquidez al sector financiero y real. En ese sentido, las medidas que se han tomado consistentes en adelantar los pagos y hacer un pago adicional en algunos programas sociales como Familias en Acción, Jóvenes en Acción y el Programa del Adulto Mayor, son acertadas. También es fundamental garantizar los recursos para el buen funcionamiento de los centros de salud para la compra de equipos e insumos médicos. Y, finalmente, es esencial darle liquidez al sistema financiero para que pueda flexibilizar los créditos con empresas y hogares en dificultades por la caída en los ingresos. Es urgente que el Banco de la República baje las tasas de interés para ayudar a estimular la demanda agregada. En la coyuntura actual, el control de la inflación se vuelve un objetivo secundario y se debe priorizar la reactivación económica y la generación de empleo.

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