La gobernanza del agua analizada desde el Centro de Estudios Urbanos

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Carlos Javier Velásquez, profesor del Departamento de Derecho.

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28 ago 2017

Para Carlos Javier Velásquez, director del Centro de Estudios Urbanos, URBANUM, es fundamental tener conciencia de la distribución, calidad, escases y gobernanza del agua en Colombia. Así lo expresó en el marco del encuentro "Protección del recurso hídrico y responsabilidad ambiental", organizado por la Procuraduría General de la Nación y realizado en Uninorte el 24 y 25 de agosto.

El profesor del Departamento de Derecho enfatizó que el constante cambio de las normativas, sin tener en cuenta el contexto diferenciado de regiones, es uno de los tantos problemas a mejorar. “A nivel mundial estamos entre los diez países con mayor cantidad hídrica. Se producen 115 metros cúbicos de agua por segundo en la cuenca del Pacífico y 55 a nivel nacional. Somos un país biodiverso, pero en el municipio de Lloró, en el Pacífico, el 56% de la población cocina con agua de lluvia”, manifestó.

Los datos demuestran que el rendimiento hídrico es abundante. En el país se están produciendo 3000 milímetros cúbicos (mm3) de agua, mientras que la producción, en promedio, en Suramérica es de 1600 mm3 y en el mundo de 9000 mm3. Sin embargo, en departamentos como La Guajira el agua escasea y solo el 27% de los municipios del país ofrecen agua apta para el consumo. Así mismo, en 17 municipios el consumo de agua es totalmente inviable.

Para el director de URBANUM también es fundamental pensar en el agua de manera  integral, “4500 niños mueren por escases y el 70% de las personas que mueren en desastres climáticos son a causa del agua, es decir que no solo es calidad y distribución sino prevención de desastres", señaló Velásquez.

De igual manera, expresó que los colombianos no conocen y no valoran el medio ambiente, porque la abundancia con la que se cuenta en algunos departamentos hace que la mayoría lo despilfarre. Debido a esto el docente hizo una invitación a los asistentes a trabajar en conjunto para que se cumplan las normas de responsabilidad social.

Indicó que la participación de los ciudadanos, en cuanto al conocimiento de preservación y uso del recurso, es fundamental, pero mostró su preocupación por la cantidad de información ambiental que llega a los municipios, generando confusión y aturdimiento en la ciudadanía.

Velásquez finalizó su intervención diciendo que una normativa rigurosa y descontextualizada no aplica a todas las regiones y que el centralismo ambiental le hace mucho daño a la Nación, “no es lo mismo el Caribe que Bogotá“, puntualizó. Así mismo, manifestó su interés por que las políticas apunten a invertir en la investigación para el fortalecimiento del recurso hídrico en Colombia.

Por Katherine Londoño Posada

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