La importancia de contar las historias de los justos para la construcción de paz

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Carlos Tognato, en la primera conferencia anual de Miradas de Paz.

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03 abr 2018

Los debates que se generan en torno al rol de las universidades en la sociedad suelen centrarse en la formación de competencias técnicas. Sin embargo, hoy se habla también de los desafíos que tienen en la formación de competencias civiles y pedagogías que permitan instruir a los ciudadanos hacia el “coraje civil”.

En el siglo XIX las universidades de artes liberales de Estados Unidos estudiaron la manera de formar al “sujeto democrático ideal” para consolidar su democracia. Es por eso que en Colombia después de atravesar momentos de extrema violencia, enmarcados por el conflicto armado, la formación de competencias que ayuden a resistir la transición de ese proceso cobran una vital importancia, sobre todo en el campo de la educación.

La División de Humanidades y Ciencias Sociales, y la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales diseñaron Miradas de Paz, un programa de actividades que durante el año organiza encuentros que contribuyen a la construcción de paz y la generación de escenarios que promuevan el cambio social, cultural, político y económico.

"Construcción de paz desde las Universidades" fue la conferencia de apertura de este año y se realizó el pasado 22 de marzo. Estuvo a cargo de Carlo Tognato, director del Centro Nicanor  Restrepo Santamaría para la Reconstrucción Civil, en Bogotá, en la que habló de las distintas  competencias  civiles que la universidad debe desarrollar  y los lineamientos que se pueden implementar para la formación de una sociedad con disposición de hacer lo “justo”.

¿Por qué es importante contar las historias de los justos en el conflicto armado colombiano? Con esta pregunta Tognato dio inicio a una reflexión sobre cómo desde la narración de estas historias se puede restaurar el concepto de solidaridad en una sociedad que vive un proceso de transición hacia la paz.

“En una sociedad que presenta polarización y profundas divisiones sociopolíticas, la solidaridad cumple un papel vital para atravesar por transiciones o procesos de cambio”, enfatizó.

Para el director la paz en Colombia no solo exige que se enaltezca la memoria de las víctimas o que se hable de los victimarios, sino que es transcendental contar las historias de los justos, de aquellos que a lo largo de seis décadas de conflicto rechazaron el crimen o escogieron el bien común entre sus propios grupos sociales u organizaciones para salvar vidas inocentes, poniendo en riesgo las suyas.

“Necesitamos contar las historias de militares que se resistieron a ser cómplices en actos atroces, de aquellos empresarios que le negaron el apoyo a paramilitares, de miembros de grupos al margen de la ley, paramilitares o guerrilleros que se negaron a ejecutar órdenes y de aquellos militantes de partidos políticos que se negaron a ser cómplices de la violencia, que se resistieron a las prácticas de combinación de las formas de lucha y que fueron por eso marginalizados o asesinados por las alas militares de sus mismas organizaciones”, evocó Tognato.

Durante la conferencia se refirió a Carlos Alfonso Velásquez y Álvaro Delgado como “dos historias, dos polos de la sociedad colombiana, que tienen como piso común la decencia civil y creación de lazos de solidaridad con personas distintas a su grupo social o político”.

En este punto es necesario saber que desde las universidades y sus distintos programas académicos el apoyo se precisa en la construcción, investigación e ideas creativas que permitan contar de la manera adecuada estos relatos. Para ello “las competencias a desarrollar deben estar dirigidas a luchar contra la indiferencia civil y se debe cultivar el coraje ciudadano. La  mejor manera de hacerlo es mostrando los ejemplos de aquellos que si lo lograron”, manifestó Tognato.

Por Génesis Navarro

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