La importancia del arroz en la historia de las poblaciones afro de los Montes de María

La investigadora Eloísa Berman, doctora en Geografía, expone su trabajo de investigación alrededor de los cambios sociales y económicos de las poblaciones negras que se dieron a finales de los años 60, en esa zona de la región Caribe.

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La conferencia se realizó de manera virtual en el marco del espacio de Historia del Caribe.

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30 jun 2021

Entender la importancia cultural, material y simbólica que tiene el arroz para las comunidades afrodescendientes y afrodiaspóricas, en general, y la incidencia de los procesos de transformación agrícolas, en el marco de la reforma agraria en los Montes de María a finales de los años 60, fue el objetivo de la tercera conferencia sobre Historia del Caribe, organizada por el programa de Maestría en Historia de la Universidad del Norte.

La conferencia Geografías negras del arroz en los Montes de María, subversiones a la modernización agrícola desde el cuerpo territorio representó un espacio de reflexión en torno a la investigación de la docente invitada Eloísa Berman. El evento, transmitido a través de plataformas digitales, fue moderado por la docente Katherine Bonil, coordinadora de la Maestría en Historia.

“Esta es una investigación que se ha desarrollado desde el trabajo de campo y de archivo que, a su vez, vincula distintas áreas como la geografía humana, la antropología, incluso la historia. Ese es uno de los componentes más interesantes del trabajo, así que es un placer abrir este espacio con un profesor de nuestro programa”, introdujo Katherine.

Desde hace más de 10 años la docente Eloísa Berman, doctora en Geografía y magíster en Geografía Humana, ha estado desarrollando la investigación en el municipio ubicado en el norte de Bolívar, María La Baja. Con un abordaje etnográfico, geográfico e histórico el trabajo retrata los procesos de transformación agraria particular de la modernización agrícola que se dio en esta zona entre finales de los años 60 y principios de los 70, y que se extendieron hacia mediados de los 90.

La investigadora explicó que, en torno a esta temática, hay una dimensión histórica fundamental que obedece al interés de entender la importancia cultural, económica y simbólica del arroz para las comunidades negras de estas zonas y cómo esas prácticas fueron cambiando debido a las modernizaciones que se impusieron a través de la reforma agraria. El artículo, que está próximo a salir, busca contribuir a la teorización de las geografías afrolatinoamericanas haciendo un análisis particular en el contexto del Caribe colombiano.

“María La Baja es un municipio que queda al norte de Bolívar, es un monte afrodescendiente que tiene un 97% de población afro. Es un lugar muy interesante porque ha sido un sitio de drásticas transformaciones agrarias a partir de la segunda mitad del siglo XX y que también se vio marcada por las dinámicas de violencia producto del conflicto armado”, aseguró la docente que hace parte del departamento de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad del Norte.

Por lo tanto, teniendo en cuenta el contexto histórico, la investigación se ha centrado en la búsqueda de contribuir al campo de las geografías negras, sus especialidades, las resistencias espaciales y las imaginaciones geográficas de la gente negra en el contexto de la diáspora. En el caso de María La Baja, a la reforma agraria que se logró implementar hacia finales de los años 60 siguió un modelo rural enmarcado en los principios de la revolución verde, basado en tres ejes principales: un programa de distribución de tierras a través de parcelas, unos procesos de modernización de la producción campesina que incluía grandes obras de infraestructura y la construcción de un masivo distrito de riego.

La docente explicó que el arroz estuvo en el centro de estas transformaciones, que hicieron a un lado la tradición arrocera de la zona, centrándose en la producción comercial del mismo y convirtiendo al municipio de María La Baja en un laboratorio de implementación del modelo económico que segmentó las actividades culturales y de sustento de las comunidades negras.

“Este proyecto marca un nuevo punto de quiebre en la historia de María La Baja, hay un elemento de racismo estructural que se ve reflejado en estos procesos de modernización agrícola en la medida en que niegan la geografía de la población local y a los negros. El distrito de riego, en particular, significó una fragmentación muy violenta del territorio y transformó los patrones de asentamiento que se daban a lo largo de los arroyos”, manifestó la investigadora.

Frente a la exclusión de las poblaciones negras en el proceso de producción y distribución del arroz surgieron unas dinámicas sociales, culturales y económicas que se convirtieron en una reivindicación política a partir de la reapropiación material y simbólica del espacio agrario. Una de esas prácticas fue el tongueo, el cual consistía en recoger el arroz que quedaba de los cultivos después del paso de las máquinas cosechadoras, siendo no solo el sustento de las familias sino un espacio de socialización femenina y de transmisión intergeneracional de los conocimientos asociados a la memoria de la diáspora africana.

"El tongueo fue un una técnica desarrollada en respuesta a las nuevas condiciones de cosecha, debido a que las mujeres estaban acostumbradas a tener un papel activo en las economías familiares y el arroz, en particular, tradicionalmente había involucrado a mujeres y los niños a lo largo del proceso de cosecha y producción. Estas prácticas se ven reflejadas en el conocimiento que persistían y persisten hasta la actualidad en las comunidades negras de la zona”, indicó la docente, asegurando esta actividad pasó de ser una práctica de subsistencia a ser un espacio de empoderamiento femenino y reafirmación de la negridad.

La docente y geógrafa enfatizó en la importancia cultural de esta actividad económica para las poblaciones destacando el valor de las nuevas prácticas que surgieron en estas comunidades a raíz de las condiciones establecidas en esa época.

“Les dieron un nuevo sentido al desecho, a lo que ya no tenía un valor comercial, recapturan ese valor y las mujeres resignificaron esta práctica más allá de ser una técnica de supervivencia común”, concluyó la geógrafa Eloísa Berman, quien invitó a seguir investigando sobre el tema desde distintas miradas y abordajes de las Ciencias Sociales.

Por Katheryn Meléndez Solano.

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