La representación de proyectos a través de herramientas virtuales

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Madeline Hickman durante su intervención

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21 oct 2016

El desarrollo de las tecnologías informáticas ha contribuido a que arquitectos tengan mayor precisión al momento de representar un proyecto. Lo que se solía hacer únicamente a través de bocetos y dibujos ahora se puede exponer con más detalle por medio de herramientas virtuales. Estas permiten mostrar la mayor información posible acerca de lo que será el resultado final de una construcción.

Con el objetivo de discutir la influencia de estas herramientas en el desarrollo de las etapas de proyección, planificación y desarrollo de obras se llevó a cabo el V Seminario La representación del proyecto: la virtualización de la construcción, el 19 de octubre, en el marco de la XVI Cátedra Estados Unidos.

Para Édgar Meneses, vicedecano de la facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional con sede en Medellín, uno de los aspectos importantes para tener en cuenta al hacer la representación de un proyecto es la iluminación natural, debido a que un buen uso de esta asegura cierto grado de confortabilidad en el espacio. Sin embargo, también constituye uno de los más complejos de simular.

“Como arquitectos siempre trabajamos el dibujo a mano con su riqueza expresiva, pero este limita las posibilidades reales de mostrar lo que es la luz en el espacio”, afirmó. Así mismo, añadió que con el desarrollo de las tecnologías informáticas, abordado desde la perspectiva de la simulación virtual, esa complejidad de la iluminación se puede revelar y solo allí su representación empieza a ser un elemento de toma de decisiones en el proyecto.

FabLabs, Makerspaces y sus efectos en la educación

Madeline Hickman, funcionaria de la Universidad de Harvard, también participó del simposio con su conferencia titulada Procesos educativos y los FabLabs, que dedicó a explicar la importancia de los FabLabs y Makerspaces en el campo de la educación. Estos son espacios abiertos con recursos digitales a los que cualquier persona puede ir a trabajar en proyectos libres de construcción e innovación, no restringidos por clases o por una profesión específica.

Si bien ambos espacios cuentan con el mismo principio, se diferencian en que los FabLabs cuentan con unas herramientas digitales específicas comunes y hacen parte de una comunidad global que interactúa y comparte proyectos entre sí. Los beneficios que estos espacios traen para la educación son varios, debido a que fomentan el trabajo en equipo, la toma de decisiones, la resolución de problemas, la innovación, la creatividad y permite que los estudiantes pongan en práctica teorías y otros conocimientos vistos en clases.

Además de los aspectos positivos que esto trae al ámbito educativo, otra de las ventajas de estos espacios es que los estudiantes pueden aplicar el conocimiento para ayudar a su comunidad. Un ejemplo es cómo los estudiantes de un FabLab en Ghana, cuando se encontraban aprendiendo sobre células solares, fueron a una comunidad y calcularon cuánta energía se necesitaba e instalaron un panel solar que ellos mismos hicieron.

“Es una forma no solo de aprender mejor la teoría sino también de aplicarla para hacer una diferencia en su comunidad“, dijo Hickman, y añadió que “es una idea empoderadora, que las personas con acceso a estas herramientas puedan aplicar lo que aprendieron en una forma significativa”.

Por Oriana Lewis 

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