"Errar y ensayar", la clave para adentrarse en el mundo de la escritura

En el mundo de la escritura, la libertad y la mirada crítica se entrelazan para dar forma al ensayo como una expresión literaria que perdura a lo largo de la historia. Con el propósito de explorar esta forma escritural desde diferentes perspectivas y con una dosis de creatividad, la docente investigadora, filósofa y dramaturgista Adriana Urrea dirigió el lunes, 17 de julio, el taller ‘Errar y Ensayar’, en el marco de las maestrías en Literatura y Escrituras Creativas y en Filosofía de Uninorte.

En este espacio, desarrollado en el BibLab2 de la Biblioteca Karl C. Parrish Jr., seis jóvenes participantes provenientes de diversas disciplinas, tuvieron la oportunidad de vincular sus oficios, profesiones y vocaciones con el poder de la escritura.

“He tratado de emancipar la relación que la gente tiene con la escritura, mostrar que es un espacio donde uno puede crecer como ciudadano y también vincularse muy creativamente y con rigor”, señala la investigadora.

Urrea, con una trayectoria que abarca el mundo de la cultura, las artes y el ámbito editorial tanto en el sector público como privado, ha encontrado su pasión en la estética, la poética y en la filosofía del arte y del Caribe. Su conocimiento y experiencia la han llevado a ejercer como docente en instituciones educativas como la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad Central y la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, Barranquilla y Cali. Además de ser asesora de proyectos culturales y editoriales.

La académica hace énfasis en la necesidad de abordar la escritura con mayor apertura y creatividad. En un mundo digital donde la comunicación se ha simplificado y se utiliza de forma abreviada, conectada a emoticones y animaciones, puntualiza que la escritura alfabética tradicional “parece enfrentar barreras” para ser apreciada y entendida en su plenitud.

Adriana cuestiona esta dificultad, interrogante que la ha acompañado en su trayectoria académica y en su trabajo con artistas y literatos. Su laboratorio de ensayo, que ha llevado a cabo en diferentes contextos, busca precisamente abordar estas inquietudes y explorar cómo la filosofía y el arte han sido plasmados en la escritura a lo largo de la historia. 

Sesión de emancipación escritural

El taller "Errar y Ensayar" buscó generar un espacio de libertad donde los participantes pudieran pensar, producir y escribir sin tantas ataduras y normas preestablecidas. La emancipación de las escrituras se convierte para Adriana en un lema fundamental, donde la fuerza vital de cada individuo encuentra una forma de expresión única y auténtica. Con esta perspectiva en mente, la filósofa dividió el laboratorio en tres momentos: agradecimiento y correspondencias, escrituras animales y la pregunta por la imaginación.

En la primera sesión, los participantes escribieron cartas de agradecimiento a personas relevantes en sus vidas, preferentemente a autores o autoras que los han inspirado en su camino literario o artístico. A través de este ejercicio de correspondencias, se generó un intercambio enriquecedor que trascendió las fronteras de lo familiar y lo personal. Además, Adriana propuso explorar el concepto de las cartas robadas y reflexionar sobre ejemplos cinematográficos y literarios que han utilizado este recurso de la correspondencia.

El laboratorio también abordó escrituras animales, expandiendo el horizonte de la escritura más allá de lo humano. En este punto, Adriana planteó la importancia de la imaginación y cómo esta puede ser un elemento clave en el proceso de creación literaria y artística. 

“La libertad de errar y ensayar se convierte en una herramienta esencial para explorar nuevas formas de expresión y dar rienda suelta a la creatividad sin miedos ni prejuicios”, afirma.

Adriana Urrea invita a las personas a disfrutar del proceso de la escritura, a equivocarse y a deambular sin un rumbo fijo, ya que en esos momentos de "error" y "ensayo" pueden surgir las ideas más innovadoras y valiosas. Su propósito es inspirar a los asistentes a abrazar la escritura con valentía, liberándola de los estereotipos y rigideces, para así potenciar el crecimiento personal y la conexión con el mundo desde la escritura.