Lanzamiento libro Humberto de la Calle

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Marco Schwartz, Humberto de la Calle y Antonio Celia durante el evento que se llevó a cabo en el auditorio.

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11 abr 2019

El exjefe del equipo negociador del proceso de paz con las Farc, Humberto de la Calle, visitó Uninorte para presentar su libro Revelaciones al final de una guerra, en el que a través de 287 páginas narra cómo fue, desde adentro, el proceso para llegar al acuerdo en La Habana.

Acompañado por Marco Schwartz, director de El Heraldo y Antonio Celia, destacado empresario quien se desempeñó durante 26 años como director de Promigas, el excandidato presidencial habló el 10 de abril sobre la negociación, el plebiscito y la coyuntura política en una charla llena de anécdotas y detalles.

Con respecto a las objeciones a la Jurisdicción Especial para la Paz, De la Calle considera “extraordinariamente preocupante” el camino que se buscó y que se ve reflejado en el alegato de 46 páginas que presentó el Gobierno. “Más sensible que el efecto de las objeciones en la implementación del acuerdo, es haber vestido de inconveniencia unas objeciones de inconstitucionalidad. Es un alegato contra una sentencia de la Corte que es la última voz, el árbitro supremo en materia de constitucionalidad en el estado de derecho”, anotó.

Para De la Calle, la forma de llevar a cabo el ‘acuerdo nacional’ que ha propuesto el presidente Iván Duque en torno a la JEP es incluyendo a las Farc. “Las decisiones unilaterales son sencillamente un incumplimiento del acuerdo”, señaló.

El invitado también se detuvo en la objeción que hace referencia a la extradición, en el marco del caso de Jesús Santrich. “Pedirle a un juez que decida sin pruebas me parece un exabrupto y es que ese hecho (la Jep) no existía cuando se hizo el tratado de extradición. Es muy difícil para la Jurisdicción Especial decir: 'yo garantizo que esto ocurrió tal día' sin siquiera poder pedir pruebas y simplemente tener que atenerse a la imputación que la DEA ha preparado para la justicia americana”, comentó.

“Tenemos que pensar si un proceso de paz termina en manos de la DEA y que uno sí tiene derecho como país a constatar cuándo es que fue cometido este hecho”, agregó.

Con respecto a la conexidad de delitos de lesa humanidad como políticos, el jurista argumentó que es preferible llevar estos procesos con la JEP, en los que los responsables no pagarán condenas en la cárcel pero por lo menos las víctimas conocerán lo ocurrido, a la alternativa que ofrece el gobierno que sería la justicia ordinaria.

A su parecer, el esclarecimiento de sucesos del conflicto caso por caso bajo la justicia ordinaria terminaría en impunidad, puesto que la rama judicial no tiene la capacidad ni la eficiencia para realizar estas investigaciones. Teniendo en cuenta además que los implicados, sean guerrilleros, fuerza pública o un tercer actor, no estarían motivados a colaborar. “Llevamos 50 años de conflicto y dónde están las condenas”, preguntó.

 

Cinco años como negociador

“Para mí el plebiscito nunca fue un error, porque sin él hoy el país estaría mucho más polarizado”, afirmó de la Calle con respecto a un episodio que en su momento parecía significar el fin de la paz. El político calificó como una ‘tormenta perfecta’ la derrota debido a elementos que jugaban en contra, como la impopularidad del presidente Juan Manuel Santos, una reforma tributaria que golpeó a toda la población y la participación política que recibiría las Farc.

Marco Schwartz comentó que las Farc no perdió de vista que el derecho a la rebelión existía, ya que nunca hubo una señal de arrepentimiento, sino de justificación. En ese sentido, cree que esto guió el sentido de la conversación pública.

Antonio Celia realizó un análisis con respecto al contexto en el que se hizo la consulta popular, comparado con casos internacionales como la IRA en Irlanda. Comentó que el hecho que el plebiscito se haya realizado cuando ya había bajado la intensidad de las acciones armadas también contribuyó a que ganara el No. Recordó que inclusive las Farc ya habían asegurado que no volverían a las armas.

El empresario, quien apoyó al Gobierno en los diálogos de paz, examinó que un votante racional se enfrentaba a un acuerdo que no era perfecto y que no podía serlo porque era el fruto de una negociación entre los intereses de ambas partes. “Al votar no, lo mejorabas y si perdías no había guerra. Desde ese punto de vista, era racional votar no, y en efecto, ¿qué pasó?, el acuerdo se mejoró".

En el libro, De la Calle narra el momento en que supo que había ganado el No en el plebiscito. “Esa noche, cuando llega la noticia oficial, estábamos el presidente Santos y yo solos, en un despacho de la biblioteca de la casa. Él habló de renunciar”, recordó.

Mientras se preparaba el discurso del presidente para decir que aceptaba el resultado, De la Calle llamó a Iván Márquez en La Habana. “Le dije: ‘maestro, perdimos y hay que hacer algo. No sé si para ustedes es heroico, pero siempre hemos dicho que si no había refrendación, no hay acuerdo. Pienso que no debemos perder esa oportunidad”, contó sobre la reapertura de la mesa de diálogo.  

De la Calle puntualizó que el peor error que cometió las Farc durante las negociaciones, que influyó en el resultado, fue la demora deliberada que acercó la decisión a los procesos electorales. “La paz se convirtió en el comodín del juego electoral, un problema de discusión entre fracciones del pensamiento político colombiano, perdiendo de vista el gran propósito de la reconciliación”, concluyó.

 

Por Leonardo Carvajalino

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