“Las alteraciones de la eyaculación se viven en silencio”, Rafael Prieto

La eyaculación precoz es una disfunción sexual que padecen entre el 25% y el 40% de los hombres, de acuerdo a numerosos estudios. Es el trastorno sexual más recurrente en el género masculino –incluso más que la disfunción erectil–, pero también la menos consultada. Sin embargo estas cifras pueden ser inferiores a la realidad, pues a los hombres les cuesta mucho trabajo reconocer públicamente que tiene una disfunción sexual, en especial la eyaculación precoz.

Rafael Prieto, profesor de Urología de la Universidad de Córdoba, España, así lo confirmó el 22 de noviembre durante su conferencia, Trastornos de la Eyaculación, en la XXV Reunión Bienal de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Reproducción Humana, ALIRH.

 “Hay mucho estigma en cuanto a decir qué se es eyaculador precoz. A muchos hombres les cuesta reconocerlo ante los demás e incluso ante ellos mismos en la soledad de su cuarto. Es una disfunción que padece el varón y sufre la mujer”, recalcó.

El experto expuso ante la audiencia algunas de las alteraciones de la eyaculación más frecuentes, entre esas la aneyaculación, que consiste en la ausencia total de eyaculado, a pesar de que el hombre haya tenido un orgasmo. “Lo normal es que la erección, la eyaculación y el orgasmo vayan juntos, pero no tiene por qué ser así. Un varón puede tener una eyaculación sin orgasmo o un orgasmo sin eyaculación”, advirtió.

El urólogo enfatizó en que la alteración masculina más frecuente es la eyaculación precoz, que en la mayoría de los casos se da cuando la eyaculación sucede antes o aproximadamente un minuto después de la penetración vaginal. Esto se debe a que hay una falta de control por parte del hombre, cuya fase de respuesta sexual se acorta, pasando directamente de la excitación al orgasmo.

“Quien la padece no tiene la capacidad de control. Afecta tanto al hombre, desde el punto de vista psicológico, como a su pareja. Se produce fundamentalmente por la alteración de la receptora de la serotonina, aunque también hay eyaculación precoz por alteraciones orgánicas”, puntualizó Prieto.

Así mismo, destacó la importancia del encuentro y otros espacios de discusión en torno a la salud sexual: “En foros como este tenemos que desmitificar un poco las alteraciones de la eyaculación que afectan muchísimo las capacidades reproductivas y la salud sexual tanto de quien la padece como la de su pareja”.

Para el experto otro de los problemas que gira en torno a esta alteración es que la definición aceptada por diferentes sociedades médicas internacionales deja por fuera a los homosexuales, pues solo se habla de penetración intravaginal . “Esto es un problema, debido a que excluye a individuos con prácticas sexuales distintas a esta, quienes también pueden padecer de eyaculación precoz”, dijo.

¿Cómo se trata este trastorno? Prieto explicó que se ha hecho “de todo”, desde anestésicos en el glande, hasta antidepresivos. Actualmente en Europa se sacó la Dapoxetina, droga que inhibe selectivamente la recantación de la serotonina y que aspira a ser la solución de la eyaculación precoz, pero a costos elevados.

Por Oriana Lewis