Las claves de la implantología de Stefano Carelli

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El especialista Stefano Carelli durante su presentación en el salón 31K.

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22 feb 2019

Para el odontólogo Stefano Carelli, los implantes dentales han sido en los últimos años una gran revolución en el mundo de la odontología, pues suponen el método más fiable y duradero de recuperar una pieza dental perdida. El italiano, instructor clínico y coordinador de implantes dentales Bicon desde 1997; máster de postgrado en odontoestomatología e implantología en el Centro de investigación y Estudios de postgrado del Parlamento Europeo, en Roma, dictó el 20 de febrero una cátedra sobre el potencial del diseño de un sistema de implante dental.

El sistema de implantes Bicon comenzó a comercializarse en 1985, en Estados Unidos, y desde entonces una larga trayectoria de fiabilidad avala a esta pionera marca de implantología. Es referencia en implantes cortos y su estructura posee una conexión Cono Morse, completamente sellada.

“Usando implantes cortos, los pacientes con altura reducida del hueso pueden en muchos casos evitar los riesgos y las molestias que implican los procedimientos quirúrgicos de injerto óseo”, explicó el especialista a los colegas y estudiantes del pregrado de Odontología presentes en el salón 31K.

Durante su charla también habló de las conexiones implante-pilar y de la aparición de la reabsorción del hueso marginal alrededor de los implantes dentales, a nivel de la cresta marginal (elevación lineal sobre la superficie de un diente desde una fosa mesial o distal).


                      Stefano Carelli muestra en la pantalla un procedimiento de implante.

Se han realizado numerosos intentos en el tiempo para minimizar o eliminar esta reabsorción ósea. Sin embargo, advirtió Carelli, “el momento y las causas de esta reabsorción ósea no siempre son evidentes”. Una hipótesis para esta reabsorción, dijo, está relacionada con la presencia de bacterias en la interface entre las conexiones implante-pilar.

“Para que la osteointegración (conexión directa y funcional entre el hueso y la superficie de un implante) se realice de la manera más correcta y satisfactoria posible, se han desarrollado diversos tratamientos de superficie.  Se prefieren superficies rugosas en vez de lisas, porque absorben más las biomoléculas involucradas en los procesos de osteointegración, favoreciendo la diferenciación  de los osteoblastos e incrementando la agregación de plaquetas”, argumentó Carelli.

 

Por José Luis Rodríguez R.

 

 

 

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