Las claves para transformar realidades a través de la movilización de recursos

La gestión de proyectos sociales en las que se necesita de la inversión de fuentes externas no se trata de un proceso de dar y recibir fondos. Pilar Yepes, directora de Alianzas y Relaciones Corporativas de Uninorte, explicó los fundamentos de la recaudación de fondos para el apoyo de proyectos en un conversatorio organizado por la fundación Bolívar Davivienda.

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Pilar Yepes, directora de Alianzas y Relaciones Corporativas de Uninorte.

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16 jul 2020

“Movilizar voluntades para transformar realidades”, así resumió Pilar Yepes, directora de Alianzas y Relaciones Corporativas de Uninorte, el proceso de recaudar fondos para gestionar proyectos sociales, durante la charla Movilización de recursos: componentes y conceptos fundamentales, que organizó la fundación Bolívar Davivienda el 15 de julio a través de YouTube. Es la primera de dos charlas que componen un webinar dirigido a organizaciones sociales. 

Situados en el mundo de la movilización de recursos, hay diferentes figuras que se encuentran como las donaciones, alianzas, patrocinios, eventos, etc... Son diferentes enfoques, cada uno con sus pros y sus contras, que existen en simultáneo debido a las distintas realidades sociales, culturales y económicas que se van dando en el país.

En el caso colombiano, y más ampliamente occidental, hay una tradición que viene del concepto judeocristiano de la caridad que otros han denominada filantropía. “Esa intención, deseo, gesto, puro de apoyar a otros es una inclinación bastante frecuente en el ser humano, es nuestro deber prepararnos para abordar y llegar a esa psique”, señaló Yepes. 

Yepes propuso tres claves a considerar antes de abordar a un prospecto aliado o donante. El primero es el vínculo que tiene este prospecto con la causa que se propone; segundo, la habilidad económica o disposición económica tiene en caja para la magnitud de la petición (que no se reduce simplemente a dinero; también incluye tiempo, habilidades, etc). Por último, hay que analizar el interés del prospecto en la causa, si está contemplado dentro de sus líneas de intervención, frentes claves, o focos de atención.

En el tiempo, al principio de filantropía se le han añadido otros intereses que son de carácter político y social que enmarcan la conversación de la movilización de recursos. Entre ellos está reducir sufrimiento humano, promover justicia, equidad y pluralismo, construir comunidad, apoyar innovación y cambio.

Así también, otro elemento a tener en cuenta para la movilización de recursos es la inserción de la filantropía en las empresas —hacia la década del 90— que se conoce como responsabilidad social. Previo a este periodo, se creía que la responsabilidad de la organización era únicamente generar el beneficio económico a favor de accionistas y propietarios; con eso bastaba para argumentar que se era socialmente responsable. 

Posteriormente, se planteó una nueva idea: el beneficio económico ya no sería la única meta de la empresa, sino que ahora había que preocuparse también por los públicos externos, la gente que lo rodea. “La responsabilidad social es la capacidad que tienen algunas organizaciones para lograr que todos los elementos que la componen funcionen armoniosa y efectivamente. Logrando la mayor rentabilidad para la empresa y el mayor beneficio para la comunidad que lo rodea, permitiéndole a la empresa ser un factor fundamental en el desarrollo de su entorno”, dijo Yepes. 

Teniendo esto en cuenta, para la profesión de movilización de recursos es clave pensar estratégicamente; no es simplemente un proceso de dar y recibir, sino también entrar en un contexto de evaluar posibilidades y unir agendas en torno a las causas conjuntas que se tienen en un mundo que está dispuesto a aportar. Siguiendo esta línea de pensamiento, esta modernidad trae consigo unas responsabilidades. Una de las resaltadas por la conferencista fue la capacidad de medir el impacto, no solo sustentar el porqué y para qué recursos, sino cómo han sido efectivos.

Por último, manifestó que no hay fórmulas mágicas. “Movilizar recursos es una cuestión de pertinencia: la persona correcta dirigiéndose al prospecto correcto, solicitando o planteando un apoyo adecuado, a través de un proyecto adecuado, en el momento correcto, presentado en el lenguaje y con los ingredientes que ese interlocutor va a querer ver”, concluyó.  

Por Leonardo Carvajalino

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