Las danzas llenaron de ritmo a Uninorte en la celebración de su día internacional

A ritmo de salsa, folclor, africano y árabe, los grupos de danza estudiantiles de la Universidad del Norte conmemoraron ayer el Día Internacional de la Danza, establecido por la Unesco todos los 29 de abril. En escena un panel de expertos debatió también el quehacer de los formadores, la sostenibilidad del arte, la participación estatal y la nueva Ley de la economía naranja aprobada por el Congreso.

“La danza no es solo el festejo, es una forma de expresar la realidad. Es un encuentro consigo mismo desde el yo espiritual, el yo emocional y el yo motriz”. Así definió este arte la maestra Carmen Meléndez, directora del grupo Palma Africana y del Festival de la Confraternidad. Y por esa misma razón, la Unesco estableció en 1982 el Día Internacional de la Danza.

La fecha fue escogida por ser el natalicio del francés Jean-Georges Noverre, innovador y estudioso de este arte, maestro y creador del ballet moderno. Desde entonces, cada año se celebra en todo el mundo la danza como medio de expresión y diversidad, traspasando barreras culturales, políticas y étnicas.

Este 2017 la celebración del día en Colombia será por partida doble. Ayer fue aprobada en último debate del Congreso -con 80 votos a favor y cinco en contra- la Ley Naranja; para fomentar, desarrollar, incentivar y proteger las industrias creativas en el país, que hoy representan el 3% del PIB nacional.

“La fiesta debe ser por la aprobación de esa ley que reconoce el aporte de los artistas a la economía. Ahora Colombia verá la inversión en cultura como eso, una inversión, y no como un gasto. En el Atlántico, estas industrias culturales representan el 0.2% del PIB del departamento. Solo el Carnaval de Barranquilla, que son 4 días, generó este año $60 mil millones y 30 mil empleos”, afirmó en el panel Juan José Jaramillo, secretario de Cultura, Patrimonio y Turismo del Distrito.

Pero hay un valor agregado de las artes, y en este caso, de la danza en particular, que no se puede contabilizar monetariamente. “Practicar artes nos hace mejores personas; nos da disciplina, entrega, perseverancia, tolerancia y, en general, nos forma como seres integrales”, expone Carlos Romero, estudiante de segundo semestre de Comunicación Social, antes de salir al escenario a bailar salsa.

La danza es un constructor de la sociedad, en eso coincidieron todos los invitados de la tarde de ayer, entre los cuales también estaban los maestros Cristian Pacheco, coordinador del programa de Danza de la Escuela Distrital de Artes (EDA), y la bailarina Marlene Cortés. Al expresar mediante del cuerpo, los individuos pueden curar heridas, formarse en valores y aportar a la construcción de una ciudadanía justa y en paz.

“Las artes no solamente generan economía; sino que forman seres humanos integrales, pueden disminuir los índices de violencia, fortalecer las relaciones interpersonales y aportar a la construcción de un tejido social solidario y en paz”, expresó Cortes. “Y eso se debe a que quienes desarrollan cualquier manifestación artística son más felices y abiertos de mente”, agregó Pacheco.

Al finalizar el encuentro académico, los bailarines de los grupos culturales de Bienestar Universitario demostraron al público lo que los panelistas debatían, a través de una muestra de baile que recorrió varios ritmos nacionales e internacionales. Con destellos verdes en sus vestuarios, el escenario encendió sus luces con el grupo de Salsa, dirigido por la profesora Eileen Rico.

El espectáculo continuó con los suaves, y al mismo tiempo fuertes, movimientos de cadera del grupo de Danza Árabe, dirigido por la maestra Bianey Cortés. Siguió con una demostración de bailes folclóricos tradicionales de Colombia, a cargo de la coreógrafa Yeni Pineda, con más de 30 años en esta escena. Y culminó con el grupo de Danzas Libres, de Marlio Cortés, que aumentó el ritmo con el sonido universal del tambor.

Por Adriana Chica García