Las disparidades fiscales entre regiones colombianas

Cuando se observa la desigualdad en Colombia, se ha discutido sobre la misma a nivel de individuos, o se ha versado sobre el estatus del país como uno de los más desiguales de una de las regiones más dispares del mundo: América Latina. Sin embargo, poco se ha profundizado sobre las desigualdades entre ingresos fiscales y gasto público en los municipios y departamentos colombianos. 

Existen diferentes razones para posar la atención sobre este tópico. En primer lugar, municipios o departamentos con más recursos pueden atraer inmigrantes de otras jurisdicciones por su capacidad de ofrecer mejores bienes y servicios públicos. Y por un principio de equidad, todos los gobiernos subnacionales deben proporcionar la misma calidad de servicios, y bajo este escenario, municipios o departamentos se verían en la obligación de subir sus impuestos para garantizarlos.

Un estudio realizado por el Banco de la República, usando como insumo datos de 1063 municipios de Colombia, ha permitido concluir que los municipios y departamentos en Colombia se caracterizan por tener ingresos fiscales inferiores a su potencial de recaudación y un gasto público por habitante menor a la necesidad de estos.

Este estudio en mención fue presentado el pasado viernes, 30 de septiembre, en la Universidad del Norte, en una nueva edición de los seminarios del Instituto de Estudios Económicos del Caribe, por Jaime Bonet y Jhorland Ayala, investigadores del Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República de Cartagena.

“Siempre miramos la desigualdad del lado del ingreso o del gasto. Nunca hemos consideramos las dos variables. Lo que quisimos fue tomar ambas, medir qué tan grande era la brecha entre las dos y proponer un sistema de transferencia de igualación fiscal viable para cubrirla”, señaló Bonet durante su intervención en Uninorte, explicando que estas transferencias de igualación tienen como objetivo equiparar la diferencia entre la recaudación y el gasto per cápita en gobiernos locales a partir de transferencias del gobierno nacional.

En Colombia no existe este instrumento de igualación fiscal. El sistema actual está conformado por transferencias que, en su mayor parte, son condicionadas y tienen destinación específica, como los fondos del Sistema General de Participación o del Sistema General de Regalías

Bonet, gerente de la sucursal de Cartagena del Banco de la República, explica que la tributación es disímil, en términos per cápita, entre municipios y departamentos “porque hay bases tributarias diferentes, sea porque son bases más sólidas o por la concentración del aparato productivo en ciertas regiones que hacen que tengan más capacidad de recaudación”.

El cálculo de las disparidades fiscales en municipios y departamentos en Colombia requirió que los investigadores estimaran las necesidades de gasto y la capacidad fiscal. Para esto se utilizó información sobre ingresos y gastos fiscales proveniente de las ejecuciones presupuestales municipales y departamentales del Departamento Nacional de Planeación (DNP) para el 2014.

¿Qué se encontró?

A través de sus estimativos, los investigadores encontraron que la necesidad de gasto per cápita en 2014 para los municipios colombianos era de $2.292.361, un valor más alto que el gasto municipal para el mismo año, que fue de $1.540.347.

El gasto total ejecutado por los municipios en 2014 fue de $64,2 billones. En aquellos municipios donde la necesidad de gasto fue mayor que la ejecución real, hicieron falta $14,4 billones.

Los municipios más desarrollados (de categoría especial), que representan menos del 1% del país y el 32% de la población total, requerían $938.641 por habitante en 2014 para atender necesidades básicas en condiciones de equidad, mientras que aquellos menos desarrollados (categoría 6, en escala de 1 a 6) requieren un gasto de $1.855.946, casi el doble por habitante.

En cuanto a la capacidad fiscal, se estimó que, en promedio, los municipios de Colombia recaudaron $184.900 por habitante en 2014, mientras que su capacidad de recaudación media estimada fue de $571.591. Es decir, solo se recaudó la tercera parte del potencial estimado.

La brecha fiscal, medida por medio de la diferencia entre necesidad de gasto y capacidad fiscal, en los municipios más desarrollados fue en promedio de $200.593 por habitante en 2014; mientras que en el mismo año fue de 1.307.541 (seis veces mayor) en municipios de categoría 6.

“Si se planeara un sistema de transferencias para reducir al máximo las disparidades entre municipios este debería tener en cuenta esta brecha fiscal. Los municipios de categoría 6 deberían recibir transferencias por habitantes en promedio de 1,3 millones”, explicó Bonet, agregando que, en total, para todos los municipios se necesitaría redistribuir $29,1 billones para igualar el gasto a la necesidad.

Esta, según los investigadores, no es una suma exagerada, teniendo en cuenta que las transferencias del Gobierno Nacional a entidades territoriales en 2014 fueron de $55,1 billones, de las cuales $25 billones correspondieron al Sistema General de Participaciones y $12,2 billones al Sistema General de Regalías.

En cuanto a departamentos, usando los mismos métodos, se encontró que se necesitarían en total $16,9 billones para igualar la capacidad de gasto con las necesidades fiscales.

“Con mayor equidad se pueden reducir los niveles de pobreza de las regiones, especialmente de aquellas que se ubican en la periferia colombiana. Debido a esta situación, consideramos que una reforma al sistema de transferencias que busque un esquema de igualación debería hacer parte de las discusiones de política pública del país”, afirmó Bonet, agregando que no solo se trata de crear un sistema de transferencias de igualación, sino también de que los entes territoriales de Colombia se esfuercen por llegar a su potencial de recaudo tributario, pues actualmente se recoge menos de la capacidad estimada, principalmente en los municipios.

Por Andrés Martínez Zalamea