Las dobladoras que crean empresa en el corregimiento de El Salado

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Los puros son doblados a mano combinando hojas de tabaco negro y cubano.

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13 jun 2016

A Claudina Torres y a otras 13 mujeres del corregimiento de El Salado, Bolívar, la violencia del conflicto armado les obligaron a abandonar sus hogares. Después de dos años de ausencia decidieron volver a sus tierras y allí buscaron salir adelante mediante el emprendimiento y la creación de empresa.

Juntas conformaron la Asociación de Productores de El Salado, ASOPROSAL, en donde actualmente se dedican a la fabricación artesanal de cigarros de tabaco, también conocidos como puros.

Claudina explicó que las plantas de tabaco siempre han sido “un producto propio y abundante de El Salado”, cultivadas incluso por sus padres en el pasado. Contó también que la elaboración de los cigarros requiere tiempo, ya que cada uno es doblado cuidadosamente a mano, y armar 10 unidades de estos, que combinan hojas de tabaco negro y cubano, es un proceso que puede tardar hasta dos horas.

También requieren de una conservación especial. Deben almacenarse en una “cava de puro”, que es un espacio cerrado, con una humedad apropiada, que evita que se deterioren, para que puedan después comercializarse. La saladeña manifestó que anteriormente no contaban con tal recurso, por lo que era muy poca la producción mensual de cigarros.

Pero ese panorama cambió desde que su asociación tabacalera se convirtió en beneficiaria del programa “Mi Negocio”, el cual es impulsado por el Departamento para la Prosperidad Social (DPS) del Gobierno Nacional. Dicho programa viene siendo ejecutado en todo el país por la Universidad del Norte, a través de la Escuela de Negocios, el Centro de Emprendimiento y el Centro de Consultoría de la institución.

El pasado sábado 11 de junio, Claudina y otros 600 participantes del programa, recibieron una dotación con insumos, maquinaria y materiales para optimizar las labores de sus negocios. Esto ocurrió durante el Primer Encuentro Nacional de Emprendimiento, que se realizó en el Coliseo Los Fundadores de la universidad, y contó con la presencia del rector Jesús Ferro Bayona, la directora de DPS Tatyana Orozco y el presidente Juan Manuel Santos.

Gracias al programa Mi Negocio Claudina y las demás mujeres dobladoras de tabaco recibieron recientemente los materiales e insumos necesarios para construir el espacio que necesitaban, y almacenar allí su producto. También obtuvieron la asesoría técnica y empresarial que brindaron expertos de las distintas unidades de la universidad, para fortalecer las actividades de su empresa.

“La experiencia ha sido única, con esto que recibimos podemos mantener nuestros cigarros y hacer en cantidad. Esto nos beneficia porque ahora las mujeres trabajan todos los días y entra más economía que no se estaba viendo”, aseguró Gladis Pérez, quien es dobladora de tabaco y miembro de esta asociación. Agregó que gracias a la cava de puro, su producción mensual ha pasado de 500 a 1500 cigarros por mes, y los ingresos se han triplicado.

Por su parte Claudina, quien durante el evento se dirigió a los cientos de asistentes y al presidente Santos, manifestó que “ya estuvo bueno de decirnos ‘pobrecitos’ a los desplazados, ya somos personas emprendedoras que queremos sacar nuestras empresas adelante y no dejarlas caer”.

También le recalcó al dirigente que “no se va a arrepentir de apoyar a estas empresas en las que estamos trabajando ahora, porque estas son una fuente de trabajo para nuestras familias”, concluyó.

Guardia ancestral

Hace 80 años se conformó en San Basilio de Palenque, la Guardia Cimarrona; esta actuaba como policía cívica, velando por los habitantes de dicho corregimiento de Bolívar.

El nombre proviene del legado ancestral e histórico que dejó el proceso de cimarronaje, vivido durante el siglo XV en el Caribe colombiano, el cual fue iniciado por el líder libertador de Palenque: Benkos Biohó.

Pero desde 2007, cuando San Basilio de Palenque fue declarado Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, los propósitos de la Guardia cambiaron. Sus miembros se organizaron entonces para trabajar por la conservación del medio ambiente, a través de la recolección de residuos solidos y el reciclaje de vidrio, plástico y papel.

Fredman Herazo, uno de los miembros de la Guardia, explicó que esta iniciativa se dio por la gran cantidad de visitantes que empezó a recibir el corregimiento. Ellos quisieron unirse como comunidad, y darle una mejor imagen a los turistas.

“Eso despertó en la comunidad un sentido de pertenecía, de apropiamiento del tema de recolección de basuras y la conservación del medio ambiente. Ha tenido gran aceptación”, aseguró Herazo.

Actualmente la Guardia Cimarrona está compuesta por 27 miembros que laboran diariamente, todos son voluntarios, ya que esta es una corporación sin animo de lucro. Ellos también forman parte de los 600 beneficiarios nacionales del programa “Mi Negocio”, por lo que además de la formación técnica, recibieron dos moto-carros para “seguir con la buena gestión que hemos estado desarrollando y salvaguardar el medio ambiente de Palenque”, expresó Herazo.

Por María Margarita Mendoza

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